lunes, 23 de noviembre de 2020

CARTA A MARIANA, CON LIBROS DE UN JAGUAR

Querida Mariana: Rubén Martín Álvarez Solís es apasionado de la investigación y de la creación. A veces ve de más, pero nadie puede reprochar esa mirada. A final de cuentas, los grandes descubrimientos se han debido a personas que han visto de más, que han ido más allá de la mirada común. Se detiene ante las piedras, ante los troncos, ante una hoja del jardín, ante la vastedad del universo. Se detiene. ¡Qué contradictorio! Se detiene para ir más allá. En días pasados compartió en redes sociales la noticia de un libro nuevo, un nuevo libro. Anunció que su libro “Las siete vidas pasadas de Shambalam” pronto estará disponible, así como está disponible su libro, también reciente, que se titula: “La casona amarilla de La Pila.” Este libro está a la venta en Amazon. Rubén escribió en las redes sociales: “Muy pronto, segundo libro realizado durante la pandemia.” Rubén comenzó a escribir “La casona amarilla de La Pila” antes de la pandemia, pero lo corrigió durante la cuarentena. Durante muchos años se ha dedicado al ejercicio de su profesión, es un médico especializado en pediatría. Se dedica a llevar salud a niños. Tal vez su mirada curiosa también es mirada de niño, por eso, a veces, ve de más, porque la mirada niña siempre está trepada en la ventana de la imaginación; por eso, no sólo dedica tiempo al estudio de su profesión, sino que se adentra en temas que le han obsesionado desde siempre: la cultura maya (por algo su seudónimo lleva incluido el maya Balam, que significa jaguar) y el fenómeno ovni (él, digo yo, es un convencido de lo que dijo Carl Sagan: “La ausencia de evidencia no es evidencia de ausencia.” Rubén se detiene ante la piedra y piensa qué conexión puede tener con el resto de los millones de planetas en el universo. Se plantea la duda infinita: ¿existe vida extraterrestre?, ¿hay evidencias en la Tierra de la presencia de seres de otras galaxias? Como buen jaguar otea en medio de la selva de la incertidumbre y del conocimiento; se desliza por los laberintos mentales, porque El Sham de su seudónimo, también es maya y significa serpiente. Así, el pensamiento de Rubén es un pensamiento híbrido: serpiente-jaguar. Ya tuve el privilegio de leer su novela “La casona amarilla de La Pila”, donde nos deja una huella importante para la consolidación de la identidad. ¿Qué historias tienen las casas de nuestro pueblo? Una tarde, o mañana, total, Rubén bajó a La Pila y vio la casona amarilla, una casa que, como si nada, pasó de un siglo a otro, con dolencias en los huesos de madera y de bajareque, como cualquier viejo, pero con el costal lleno de historia. ¿A poco en esa casa hubo un tesoro enterrado? ¡Ah, cuántas historias de hallazgos de monedas de plata en casas comitecas! Historias de “entierros” o de paredes que, como piñatas, se abrieron con su contenido de oro. Una mañana, Rubén me llamó y dijo que tenía el deseo de presentar “La casona amarilla de La Pila” en su pueblo: Comitán. Lo felicité, le dije que sí, que los escritores tienen el deber moral de presentar sus creaciones en sus lugares de origen. A veces, los paisanos no acuden en el número esperado; a veces, los paisanos no adquieren libros (ah, ingratos, y todavía se atreven a pedir un ejemplar de obsequio), pero los creadores deben cumplir con el deber sagrado de ofrecer esa obra bajo el cielo que los cobijó de niños, porque el ritual va más allá de intereses pedestres, tiene que ver con la sincronía universal, con ese flujo energético en el que Rubén cree con todo su espíritu. Sí, le dije, pero también recomendé que esperara tantito, que pasara esta avalancha del virus que nos tiene en una burbuja de incertidumbre; le recomendé que esperara mejores tiempos. Total, por el momento (y es tendencia a nivel mundial) muchas lecturas se hacen a través de libros digitales. Entiendo que su libro está disponible en Amazon, en su versión digital; y si no, debe activarlo, para que la casona de La Pila llegue a todas las regiones del mundo. La creación de Rubén invita a los escritores de estos lugares a volver las miradas hacia las casas, las tradicionales, las que están llenas de historias; invita a hacer lo que han hecho los grandes escritores del mundo: volver universal lo local. Posdata: Rubén es Shambalam. Se dice que los gatos, primos de Balam, tienen siete vidas. ¿De qué trata el libro más reciente de Balam? De las siete vidas pasadas. Sin duda que Shambalam tiene más vidas que un gato, porque narra sus vidas pasadas desde el presente de su octava vida. ¿Cuántas vidas tiene un Shambalam?