jueves, 26 de noviembre de 2020

CARTA A MARIANA, CON VOCES

Querida Mariana: Carlos Mérida, compositor y cantante de Huehuetenango, Guatemala, participó en el Imaginá que te llamás. ¡Ah, qué feliz coincidencia! Un homónimo de él fue un famoso artista plástico que llegó de Guatemala a México. ¿Lo recordás? El pintor es parte del mito personal. Resulta que mi tía Lolita Molinari Ruiz tenía un hospedaje en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas. Un día llegó, procedente de Guatemala un pintor, se hospedó por un tiempo y al final, para completar el pago, mi tía, generosa, aceptó dos cuadros del artista. Uf. Quién iba a decir que ese pintor luego sería reconocidísimo en la historia de la pintura latinoamericana. No, no me preguntés qué pasó con los dos cuadros que mi tía recibió. No sé en qué acabó la historia. La historia del cantante Carlos Mérida, del 2020, sí la tenemos más cercana. Acá, cuando menos, queda constancia de su paso por el juego de ARENILLA-Video. La primera pregunta para Carlos Mérida fue Imaginá que te llamás sonido, ¿en dónde te gustaría aparecer para quebrar el silencio? Carlos respondió: “Me gustaría aparecer en los Desiertos de la Soledad y a través del sonido de las notas musicales atraer esas emociones que apacigüen esa soledad.” Su respuesta fue breve. Llamó mi atención el término apaciguar. Carlos dice que con notas musicales se apacigua la soledad. ¡Es cierto! Parecería que a veces la soledad es un ejército tenue que violenta a las personas que están acostumbradas al guateque, a la multitud, al bosque de ruidos. ¿Cómo vencen ese desasosiego? ¡Ponen la radio o un disco! Adiós soledad, el sonido de la música es fiel emisario de todas las voces del mundo. La segunda pregunta para Carlos Mérida fue: Imaginá que te llamás sonido, ¿de todos los sonidos del mundo cuál te gustaría ser? Su respuesta ya no fue breve, fue más extensa y fue como canto de cenzontle: “Me gustaría ser el sonido de la voz, porque es uno de los sonidos más bellos del universo; por medio de la voz expresamos nuestro sentir, y que acompañado de las notas musicales es el complemento perfecto para cantarle al amor y me viene a la mente un artista mexicano que le cantó al amor y él decía, en sus notas musicales y con esa voz única que él tenía, esto que les comparto, un poquito, para todos ustedes, dice: de esa chica yo estoy enamorado, pero nunca le he hablado, por temor, tengo miedo que ella me rechace o que diga que ya tiene otro amor. No se ha dado cuenta que me gusta, no se ha dado cuenta que le amo, que cuando pasa la estoy mirando, que estando despierto la estoy soñando, que de mi vida ya se ha adueñado, que en mis pensamientos ella siempre ha estado, es así…” ¡Ah!, ¿mirás qué participación tan bonita? Carlos, colocó una pista con la canción de Juan Gabriel y la interpretó. Con voz agradable Carlos, guatemalteco, cantó una canción de Juan Gabriel, mexicano. Sí, esto es lo que hemos venido construyendo desde el puente internacional que se llama Arenilla. Carlos Rivas, nuestro gerente comercial en Guatemala, ha hecho que el mensaje de los mexicanos llegue a tierras chapinas y que los sonidos guatemaltecos lleguen a México. Posdata: seguimos recibiendo muchas colaboraciones de amigos lectores de ARENILLA-Revista. Nosotros soltamos el hilo y ellos lo pepenan y juegan. Cumplimos con nuestra misión: compartimos en redes sociales con todo el mundo, porque el juego de la palabra y de la imaginación es una semilla que dará buenos frutos.