lunes, 19 de diciembre de 2022

CARTA A MARIANA, CON CELEBRACIÓN SINGULAR

Querida Mariana: mirá este programa. Es de 2006, año donde Comitán celebró cuatrocientos cincuenta años de identidad comiteca. Por iniciativa del Colegio Mariano N. Ruiz se puso en escena la fábula que escribió el fraile Matías de Córdova, uno de los principales promotores de la Independencia de Comitán y de Chiapas. Cuando abrimos el libro de Fray Matías, hallamos que, al estilo clásico, el autor invoca a la musa para que aliente su voz a fin de que escriba un texto que “sugiera instrucciones saludables, al mismo tiempo que la risa mueva”. Mirá, Mariana bonita, la fábula “Tentativa del león y el éxito de su empresa” tiene dos fines: instruir en forma saludable y mover a la risa. Ideal de un buen escritor. El Colegio Mariano N. Ruiz montó la obra para que el mensaje del fraile llegara a más personas, porque, como siempre sucede, son más los que hablan de la obra que aquéllos que en realidad la han leído. Miles de personas, millones de hispanohablantes, conocen al Quijote y expresan citas del libro sin haberlo leído. Medio mundo dice: “Si los perros ladran es señal que avanzamos”, y aseguran que El Quijote lo dijo a Sancho. ¡Falso!, aseguran los expertos en la obra de Cervantes, esa cita no aparece en el libro. La fábula de Fray Matías inicia con el nacimiento del cachorro de león, en un desierto africano, la madre, ya crecidito el cachorro, le cuenta la historia de sus nobles ascendientes, “no para que sus glorias le envanezcan, sino para que imite sus virtudes”. Suena muy sabrosa la redacción de Fray Matías, ¿no? Recordá que el fraile era un ilustre intelectual, tuvo una imprenta donde imprimió el periódico “El pararrayo”. “No para que sus glorias le envanezcan, sino para que imite sus virtudes”. Ah, genial lección de la madre para el hijo, ella le recomienda que sea “compasivo y generoso”, le advierte que nadie tiene fuerza para dañarlo, excepto ¡el hombre! Acá se enoja el león. ¿El hombre? ¿Quién es ese tal hombre? Y por ahí va la fábula. La continuación será el encuentro entre el león y el hombre, entre la fuerza y la sagacidad. La madre le recomienda esconderse ante el hombre, pero el león dice que no lo hará, al contrario ¡irá a buscarlo! En la búsqueda, el león se topa con diversos animales, les pregunta si ellos son el hombre, no, dicen ellos, y cuentan cómo el hombre los denigra, los usa. Por ahí va la fábula. Y se topa con el hombre y el hombre le dice: “vete tú al bosque, yo me iré a la aldea”. ¡No!, dice el león, “quiero ver por mi experiencia si acaso eres conmigo tan valiente, como tirano con las otras bestias”. Y el desenlace es, de igual manera, un desenlace clásico, ante la fuerza del león aparece la inteligencia del hombre. Sabemos que en la realidad no es tan sencillo. Si un compa estuviera en un desierto africano frente a un león lo más recomendable sería huir invocando la protección de San Caralampio. Pero las fábulas son grandes enseñanzas morales. En 2006, el maestro José Hugo Campos Guillén, con un grupo de catedráticos y alumnos, se dio a la tarea de escenificar la fábula de Fray Matías. La puesta en escena respetó el texto que escribió el autor. La audiencia que asistió la noche del 15 de diciembre de 2006 al Teatro de la Ciudad escuchó la grabación de la fábula con las líneas originales y vio la escenificación por parte de los actores y actrices. Fue una presentación espectacular, quienes asistieron esa noche deben recordarla con agrado. Posdata: como lo expresa el programa, la escenificación se realizó “en la culminación de los 450 años de presencia dominica en Comitán”. La biografía de Fray Matías describe que el cura tapachulteco se licenció en teología en el convento dominico de Guatemala. Así pues, Comitán conmemoró la presencia dominica con la obra de un dominico. ¡Tzatz Comitán!