jueves, 22 de diciembre de 2022

CARTA A MARIANA, CON GUSTOS REFINADOS

Querida Mariana: ¿cómo te cae Belinda? Me refiero a la chica famosa. Si te soy sincero no sé si es actriz o cantante, sólo sé que es famosa porque fue novia de Nodal (este chico sí es cantante) y aparece en revistas y en pantallas de televisión con frecuencia. ¡Es una niña bonita, famosa! También fue novia de Lupillo Rivera. Ay, señor, qué gustos. Pero como en gustos se rompen géneros digo que a mí Belinda me cae bien, muy bien. Bueno, me cae bien desde hace dos o tres días. ¿Por qué? Resulta que permitió el ingreso de cámaras de televisión en su casa y eso hizo que yo, televidente modesto, conociera su residencia. Entiendo que ella tiene muchas casas, pero mostró una residencia que tiene en la Ciudad de México. La casa es grande, muy grande, pero lo que me encantó de Belinda fue, más que sea amante de animalitos (tiene varios chuchitos como mascotas), el hecho de que es amante del arte. Nunca lo hubiera imaginado. De pronto tenemos la idea de que las chicas bonitas y famosas se interesan por autos y joyas. No dudo que Belinda, bonita, inteligente, también cae rendida ante las vanidades del mundo, pero ella tiene gustos refinados. No sólo adquiere perfumes carísimos y ropa exclusivísima, ¡no!, chica lista, de gustos excelsos, también ama el arte. Ella sabe, como buena inversionista, que los millonarios, los que sí tienen paga, compran obras de arte, porque eso reafirma su condición de exquisitos seres humanos y protege su dinero, porque una pintura de reconocida firma nunca se deprecia, al contrario, aumenta su valor. ¿Has visto las subastas de Sotheby’s? Obras de arte se venden en millones de dólares. Ya soy fan de Belinda. No sé si canta o actúa, sé que es una niña bonita famosa que tiene paga y su paga (parte) la invierte en obras de arte. Me encantó el instante en que invitó a pasar a conocer su casa y enseñó las paredes llenas de pinturas y las estancias cubiertas con esculturas y dijo, palabras más, palabras menos, que le encanta sentirse en casa como en una galería de arte. No dijo museo, ¡no!, dijo galería de arte. Me encantó la pichita, se da sus gustos, gustos refinados, porque su casa está llena de arte, pero no está recargada, no, todo tiene una armonía sensacional. ¿Tiene alberca su casa? Debe tener. Pero a mí me interesa saber si tiene una sala de proyección donde ve películas de arte, porque este gusto refinado por las pinturas y esculturas no es cosa mínima, ¡no!, advierte que ella posee un conocimiento especial de la vida. ¿Escucha a Nodal? Sin duda que lo escuchó cuando anduvo con él, sin duda que escucha la música de estos tiempos, pero, tal vez, ella se cultiva escuchando música clásica. No lo sé, no quiero ponerla en un altar, pero lo que vi en pantalla (que no fue más de un minuto) me dejó gratamente impresionado. Belinda es una exquisita persona, vive de la mano con el arte. Hace cosa de diez o doce días estuve en la terminal 2 del aeropuerto Benito Juárez, de la Ciudad de México, y cuando iba en el Uber vi una escultura del gran Jorge Marín (le tomé una foto con el celular, pero salió movida, porque mi camarita no tiene esa opción de congelar imagen y el auto iba a velocidad capitalina). Bueno, pues en la residencia de Belinda vi una escultura de Marín. ¡Genial! Alcancé a ver otra escultura de Zúñiga, puedo estar equivocado, no me hagás caso, mejor mirá el video en HBO Max, por desgracia no tengo acceso a esta plataforma, me conformo con el pedacito que vi en la tele abierta. Me encanta conocer a personas que saben hacer uso de su dinero. ¿Comprar un Ferrari? ¿Vos lo harías? ¿Y si sube un amigo tuyo y lo vomita? ¿Y si lo dejás estacionado en el parque y pasa un resentido y lo raya con un clavo, así, con la mano abajo, sólo de pasadita, mientras camina inocentemente? ¿Y si llega un auto por detrás y te choca? No, los millonarios inteligentes compran arte, iluminan su espíritu cada vez que entran a la sala de su residencia, se llenan de luz. Posdata: ya me cayó bien la Belinda, soy su fan. ¿Canta? Prefiero escuchar a la Nina Simone y ver la casa de Belinda, así la llevamos con equilibrio. Me encantó saber que su casa es como una galería de arte. ¡Bien, Belinda! ¡Qué bueno que no siguió con Nodal, se ve que él tiene gustos menos refinados! Se comenzaba a refinar al estar con una chica tan lista y de gusto exquisito, pero él no es de su clase. ¡Tzatz Comitán!