domingo, 1 de diciembre de 2024
CARTA A MARIANA, CON EL DÍA QUE EL TEC SE APROPIÓ DEL PALACIO MUNICIPAL
Querida Mariana: el maestro Mario Enrique fue testigo, yo iba a comprar unos chinculguajes al mercado cuando vi una multitud posesionada del corredor principal del edificio de la presidencia. Pregunté qué sucedía y me dijeron que estudiantes del Tecnológico de México, campus Comitán, presentarían proyectos, algunos de los cuales han ganado primeros lugares a nivel nacional. Supe entonces el porqué de la marabunta juvenil. Una maestra dijo: “estamos haciendo un desmadrito”, pensé que el país sería otro si este tipo de desmadres se diera en toda la nación, porque los chicos y chicas se veían animados, felices, contentos, preparando las mesas para colocar sus propuestas y esperar la visita de las personas que llegaran al argüende.
Fue una toma pacífica, armoniosa, divertida, inteligente. Los chicos y chicas se adueñaron del palacio municipal (es un decir, sólo estuvieron en el frente) para compartir con la comunidad el conocimiento que abrevan en las aulas, a través de la Expo Proyectos 2024.
Paty Cajcam iba rumbo a la oficina, la llamé por el celular, le dije que me alcanzara en el palacio municipal: tu escuela presenta proyectos. Recordá que nosotros, en Arenilla, nos sentimos muy orgullosos de la Paty Cajcam, porque ella es egresada del Tec de acá, fue el primer lugar de su generación, fue el primer lugar de aprovechamiento de toda la escuela. Pucha, ¡qué orgullo! Mientras llegaba fui al mercado a cumplir con el cometido: comprar chinculguajes. Fui a dejar mi compra a la oficina y regresé al parque central. Presencié el acto inaugural, el regidor, mi amigo Alejandro Caballero Pinto dio el mensaje de bienvenida y luego la maestra Lucina Guillén González, subdirectora del plantel, hizo uso de la palabra. Luego, la foto del recuerdo, acá me trepé sobre una banca para captar el instante, estuve al lado de fotógrafos profesionales. Saludé a Paco Torres Vera, director de planeación, y a Paula Alejandra Cancino Guillén, directora de comunicación.
Paty llegó e hicimos un recorrido por todas las mesas donde chicos y chicas, en forma muy atenta y gentil, explicaron sus proyectos. Ah, conocimos de todo. Dije que algunos de estos proyectos han sido premiados con primeros lugares en actos nacionales. Por ejemplo, conocimos a Isofía Belén García Solís, una chica que me tapó la boca, porque a cada pregunta que le enviaba ella tenía una respuesta satisfactoria. Ella nos explicó el proyecto Shafel, que consiste en aprovechar al máximo los desechos textiles. Digo que cuando quise ponerle el pie para que tropezara y le pregunté qué sucedía cuando la pieza refacturada se quedaba inservible, ella me mostró un muñeco y me dijo que el relleno lo habían hecho con los desechos. Uf. Genial. Me encantó que su proyecto estuvo bien pensado y mejor presentado. Por eso fueron reconocidos a nivel nacional.
Muchos proyectos fueron presentados, todos muy interesantes. Me acerqué con mi amigo Juan Diego Hernández y le dije que me encantaba el proyecto de su equipo: “Copiteco”, porque era de chupe. Fuera de broma, me encantó la propuesta porque es un rescate de las famosas “lechitas”, que en los años sesenta era costumbre repartir entre los invitados a un guateque. Pero, si de chupe hablamos también estuvimos frente a la mesa del güisqui Tenam, que está hecho con maíz y el destilador es Don Carlos Guillén Gordillo. Pero, bueno, no sólo trago presentaron los chicos y chicas del Tec, ¡no!, hubo también pan sin azúcar, bebidas naturales, repelentes de pulgas para chuchitos, incubadora de huevos, una banda transportadora y llenado de café, un repelente de zancudos (que me obsequió la subdirectora, para evitar el piquete de esos cabrones mosquitos que dan el dengue). Platicamos con mi amigo Hugo Alberto Cancino Sánchez, quien al lado de su equipo, presentaron el Proyecto Chicatana (tzisim) Protein. Como Hugo Alberto tiene cuerpo de gym presumía con los alumnos y alumnas que estaba así por consumir la proteína y alzaba los brazos y mostraba sus bíceps. ¿Quieren estar así?, preguntaba, y los chicos asentían. ¡Ah, todo un maravilloso relajito! Una convivencia maravillosa, una muestra del talento de los chicos y chicas de este pueblo maravilloso.
Posdata: terminamos el recorrido y le dije a Paty que volviéramos a la oficina, porque andamos en la última revisión de nuestro siguiente número de Arenilla. Al llegar, le dije que hiciéramos una pausa en el trabajo y le entramos con fe a los chinculguajes.
¡Tzatz Comitán!