martes, 17 de diciembre de 2024
CARTA A MARIANA, CON OTRA FECHA SIMBÓLICA
Querida Mariana: la mañana del 15 de diciembre 2024 estuve en el parque central, mi parque, el que presto para que las autoridades y el pueblo tengan sus actos y las convivencias. Llegué como a las diez y media y hallé la alegría de siempre, frente al templo las carpas con comida, taquitos suaves, atol, carnes asadas, tamales de bola, ponche (el tiempo lo exige, aunque la mañana estaba esplendorosa, como si el verano siguiera bailando), más allá la nevera, con su carrito, ofreciendo las de vainilla y de coco.
Escuché a un grupo musical que amenizaba lo que luego supe se llama “Techotón”, donde se pide a los feligreses que saquen su paguita y la donen para la reparación del techo del templo de Santo Domingo, el maestro de ceremonias insistía en que las vigas ya necesitan cambio y que Santo Domingo les pagaría con bendiciones a cambio de sus monedas y billetes. Si alguien daba un donativo de mil pesos se llevaba una piñata para la posada en su casa. Cualquiera habría pensado que estaba muy cara la piñatita, pero como era, como ahora llaman, “con causa”, de pronto el grupo musical se aventó una diana diana porque una señora se acercó con dos billetes de quinientos y los entregó. Aplausos. Regresó, muy satisfecha, con su piñata. Y en tanto los fieles se acercaban, el animador invitaba a cooperar, el trío “Cheché”, integrado por el tecladista Daniel, el baterista Juan Diego (échate un nombrecito ad hoc) y la cantante Lupita, seguían dándole con todo a la música, ritmo que hacía que la mayoría de personas que ahí estaban movieran los pies, las manos y lo demás de los cuerpecitos sandungueros.
Fui al auditorio del Centro Cultural. Algunas personas organizaban un acto a celebrarse a las doce del día: una reunión de Neuróticos Anónimos. Sin duda les ha servido reunirse en este grupo porque vi gente afectuosa, con armonía.
Al salir del auditorio vi un movimiento inusual: policías, gente de protección civil. Iba a preguntar, pero el templete con una lona me dio la respuesta: “Banderazo de Salida Fuerza de Reacción Inmediata Pakal. Gobierno del estado de Chiapas 2024 – 2030”, una señora se acercó y me preguntó: “¿va a venir el gobernador?”, pregunté con alguien que estaba a mi lado, vestido con un uniforme, dijo: “No sé”. Me volví hacia la señora y repetí: “no sé”. La señora sonrió, hice lo mismo.
Poco a poco vi más movimiento. Mientras algunas personas se tomaban la foto del recuerdo en un sofá que está a los pies del gran árbol que Estrellita mandó a colocar, llegó un vehículo blindado con la siguiente frase en el frente: “Cero corrupción”. Y más unidades comenzaron a llegar, ocuparon todo el frente del Centro Cultural. Supe que era un acto de gran trascendencia e importancia para el pueblo y consigné la fecha: el 15 de diciembre 2024, las autoridades estatales y municipales dieron el banderazo de salida a la Fuerza de Reacción Inmediata Pakal. Por el municipio estuvo el presidente municipal, el Señor Fox, y en representación del gobierno estatal Óscar Aparicio Avendaño, titular de la secretaría de seguridad del pueblo, y Jorge Luis Llaven Abarca, quien es el fiscal general del estado. Entre los integrantes del sitio de honor distinguí a mis amigas regidoras: Cristel Aguirre y Silvia Ramírez, y a mi amigo regidor Andrés Del Castillo Castellanos, como dicen los clásicos, ellos acuerparon el acto histórico.
Histórico, porque en los mensajes de las autoridades estatales quedó de manifiesto la importancia del acto: “una nueva era (…) la impunidad se acabó (…) tenemos un gobernador echado para adelante (…) avanzamos en el tema de la pacificación”. Los aplausos que habían sido para el trío Cheché fueron para los funcionarios que, con sus palabras, llenaron de palomas de la paz el espacio de la fuente. La misma señora habló: “Dios quiera que así sea”, se santiguó y me regaló una sonrisa de arcoíris.
Un helicóptero asomó en el cielo y se robó parte de la atención, las personas activaron las cámaras de sus celulares y siguieron tomando fotos al grupo de reacción, al movimiento de banderines de las autoridades y al paso del vehículo blindado y más de doce camionetas nuevas, de paquete, que desfilaron frente al templete oficial, con las torretas prendidas. Fue un acto protocolario rápido. A la hora que las autoridades dieron el banderazo, las campanas del templo comenzaron a sonar, no por el acto en sí, sino porque era cuarto para las doce y ya era hora del segundo repique para la misa. Las autoridades bajaron del templete, subieron a sus autos y dijeron adiós a los presentes.
Posdata: en cuanto terminó el acto de banderazo, regresaron los que solicitaban paguita para arreglos del techo del templo.
A las doce sonó el tercer repique, muchas personas entraron al templo y el parque, mi parque, recuperó su cara cotidiana de domingo.
¡Tzatz Comitán!