lunes, 9 de diciembre de 2024
CARTA A MARIANA, CON UNA FECHA HISTÓRICA
Querida Mariana: siempre que te aventás una frase genial te digo: “que se apunte en el muro del congreso, con letras de oro”. Bueno, pues ahora sí que la fecha del 8 de diciembre de 2024 se apunte con letras de oro en el libro de la historia de nuestro pueblo chiapaneco. Tal fecha es histórica porque señala el día que nuestro paisano Óscar Eduardo Ramírez Aguilar rindió protesta como gobernador de Chiapas, para el periodo 2024-2030.
El 8 de diciembre de 2024, mi amigo el licenciado Pepe Domínguez Morales me envió una foto a las siete de la mañana, donde aparecía bien elegante, todo entacuchado, ya en el Polyforum Chiapas, en espera del inicio del acto. Estaba emocionado por estar en la toma de protesta de su amigo.
Acá en el pueblo celebramos el acto, porque un paisano nuestro asumió el máximo cargo a que puede aspirar un ciudadano o una ciudadana. ¿Cuántas personas habitamos en el estado de Chiapas? No tengo el dato exacto, pero estoy seguro que somos más de cinco millones de personas. Este número lo anoto para decir, con precisión absoluta, que el gobernador es la persona que ocupa el primer lugar entre tal cifra. Así pues, queda consignado el honor que ello significa, al mismo tiempo se advierte la enorme responsabilidad que asume nuestro paisano. Todo mundo sabe que estos tiempos no son fáciles, Chiapas vive tiempos difíciles, en todos los rubros. Desde siempre, ah, qué jodido, ocupamos los primeros lugares del país en rezago educativo, en la escasa creación de empleos y del desarrollo económico, y ahora hay una desgraciada escalada en actos violentos.
Nuestro gobernador está consciente de todo ello. Sabe que con el honroso cargo que asumió también está el compromiso de responder a la esperanza de millones de paisanos. El clamor es general, la gente de Chiapas espera que, sin tener varita mágica, haga lo conducente para que aminore la desigualdad social y exista paz. Antes de tomar posesión del cargo, el gobernador electo comenzó con el pie derecho, por ahí nos enteramos de que inició el programa de alfabetización “Chiapas puede”, un programa para reducir el lamentable analfabetismo; con ello, también, debe impulsarse un programa de lectura para que los analfabetos funcionales dejen de serlo. ¡Hay mil cosas por hacer! Lo sabemos. El pueblo de Chiapas, todas las chiapanecas y todos los chiapanecos, debemos contribuir con unidad para la consecución de lo que es deseo mayoritario. Chiapas es grande, y ahora tiene un gobernador igual de grande. Así como se habla de Alejandro Magno, todo mundo espera que en esta nueva ERA aparezca Óscar Eduardo Magno, que dé la gran batalla contra la ignorancia, contra el desempleo, contra la inseguridad, contra la desidia y contra la apatía. En un momento de su mensaje dijo que su meta siempre fue “ser gobernador de Chiapas”, por el respeto y amor hacia el pueblo. Es un amante de la cultura de nuestro estado, un conocedor de su esencia. Con la llegada a la silla gubernamental se reavivó la flor de la esperanza.
Esperanza es la abeja que está frente a la flor de Chiapas, la que reparte el polen de la vida. Esperanza es la palabra que está en la mente de todos los chiapanecos y las chiapanecas. Esperanza es la planta que comienza a crecer. Esta flor sólo crecerá en la medida que todos y todas nos solidaricemos con las propuestas de nuestro gobernador. Que así sea.
Posdata: su mensaje inició con una frase señera: “llego puntual a la cita con mi destino”, con esas palabras abrió una nueva ventana. El gobernador Óscar Eduardo buscó con toda su pasión ser quien abriera esa ventana, ser el líder que dé forma a la imagen que se merece el Chiapas del siglo XXI. Un aire renovador aparece, ¡que sea para bien de toda la ciudadanía! Nuestra sociedad lo merece, porque Chiapas es un gran pueblo, el pueblo más hermoso del mundo.
Estoy seguro que mi amigo Pepe disfrutó el acto, al lado de millones de chiapanecos y chiapanecas. Él lo esperó mucho tiempo y por fin lo vivió. Fue testigo de un momento histórico decisivo.
¡Tzatz Comitán!