domingo, 27 de septiembre de 2009

LOS ONCE DE GOOGLE


GOOGLE cumple once años hoy. No sé qué significa la palabra GOOGLE. Sin embargo es una palabra que empleo mucho. Con frecuencia digo: "Búscalo en gugle". Con la propensión que tenemos de convertir todo en verbo, no me resulta difícil pensar que alguien diga: "Estoy gugleando".
GOOGLE es el buscador más usado en el mundo. Millones de usuarios de Internet -en todo el mundo- hacemos uso de dicho buscador.
Imagino que, hace once años, comenzó como una empresa titubeante y ahora es una empresa poderosísima.
A veces entro a buscar libros y hallo grandes sorpresas en el apartado que tiene la página.
El otro día necesité un fragmento de Balún Canán,de Rosario Castellanos y lo hallé en la biblioteca de Google. La empresa ha digitalizado millones de libros y muchos de estos tienen una vista parcial de su contenido.
No soy inocente. Sé que todo ello no lo hacen por amor al arte. Intereses económicos poderosísimos son el motor de tal iniciativa. Pero a mí, que soy un simple mortal que vive en un pueblo más o menos pequeño, más o menos grande, este buscador me ha servido mucho. Gracias a él he hallado muchos libros, mucha información y, también, he hallado algunos afectos que andan desperdigados por el mundo.
Entiendo, incluso, que este blog está auspiciado por esa empresa. ¿Cómo no agradecer la oportunidad de abrir este cuaderno para comunicarme con medio mundo?
Todo es tan sencillo.
Mi cabeza no da para entender la compleja estructura que rodea a esta empresa, pero no me hace falta. Lo único que veo, acá en mi esquina, es una ventana que me permite éstar al tanto de lo que sucede en el mundo grande y en el pequeño de mi comunidad.
¿Once años de Google? Once años míos también, porque en ese tiempo he estado enredado a su universo. ¿Hasta dónde llegará Google? ¿Hasta dónde llegaré yo?
A Google le hemos dado un gran poder. En el corazón de Google colocamos mucho de lo que somos. Sin que Google nos lo exija vamos colocando nuestra vida en su interior. Los millones de usuarios colgamos toda la ropa que antes lavábamos en casa. Por esto ya muchos estudiosos hablan de una gugledependencia cada vez más severa.
El otro día quedé maravillado al entrar al archivo de LIFE y aún estoy con la boca abierta por las imágenes satelitales digitalizadas de todas las regiones del mundo. ¿Cómo es posible que podamos ver -como si fuésemos águilas- lo que sucede en Manhattan en este momento, a través de Google Earth? ¿Hacerlo con tal nitidez que permite ver a la muchacha que ahora sube su pie para acomodarse la zapatilla? ¿Qué ojo de Dios había logrado este prodigio con anterioridad?
¿Google es un ser poderoso que puede controlarnos algún día? Por el momento, ya posee mucho de nuestro tiempo. ¿Qué sucederá en el futuro? No lo sé y dijéramos que, por el momento, no me interesa saberlo. Hoy haré lo mismo que hice el día de ayer. Hoy guglearé para ver qué otra ventana este chunche tiene destinado para mí.