domingo, 20 de septiembre de 2009

PRODIGIOS


El mundo es otro. A cada rato escucho noticias de apariciones de imágenes. Como somos "Guadalupanos" la Virgen de Guadalupe "se aparece" en puertas, árboles, comales y un sin fin de chunches. Los periodistas acuden al lugar del prodigio y dan a conocer la noticia. La gente crédula asiste en procesión, con flores, veladoras, peticiones y, por supuesto, limosnas.
Antes el mundo era más sencillo. El prodigio ocurría no por obra y gracia de la Virgen, sino por decisión y gusto del creyente. Construía su casa y reservaba un sitio especial para colocar una imagen de La Morena.
El prodigio era cosa de todos los días.
El sitio era lo de menos. Hay casas donde el nicho está colocado en el zaguán; hay otras donde la imagen está colocada en la fachada.
Se trataba de decir que la casa de uno es como un templo. El dueño puede colocar en su casa lo que desee. Cada casa tiene su propia personalidad. Por la salida a Las Margaritas hay una casa que en el techo tiene una rueda de carreta; por el barrio de La Cruz Grande hay una casa que, en la azotea, tiene una réplica de madera de un kiosco (tal vez sirvió para algún desfile de carros alegóricos).
Así pues también existen muchas casas donde las imágenes religiosas son el amuleto. Así como hay personas que colocan herraduras y ensartas de ajos con listones rojos sobre las puertas, también hay otras personas que colocan imágenes de San Juditas o de San Martín de Porres. Todo como un pedimento de buena suerte, de buen augurio.
Antes teníamos más fe. Reconocimos que un día la Virgen de Guadalupe se le apareció a Juan Diego (ahora Santo) y ¡ya! Nos bastó que esto sucediera una vez. Por esto ya no hicimos trucos. Cada vez que deseábamos rememorar el suceso construíamos un nicho y colocábamos -a la vista de todo mundo- una imagen de la Virgencita. Hoy ¡ya no es así! Insistimos en creernos Juan Diego y juramos que la Virgen "se nos apareció". Los actuales son tiempos más jodidos.
Que la Luz Divina bendiga a los hombres sencillos que "aparecieron" vírgenes a plena luz del Sol y sin historias truculentas.