martes, 6 de abril de 2010

DEL SUSTO


"Del susto, mi'jo, del susto se fueron muriendo todos". Panchito, por ejemplo, se murió cuando vio una mariposa creyendo que era un dinosaurio. Pero, ¿cómo alguien puede morir al ver una mariposa? "Es que el tío Eulogio le contó de los dinosaurios y le dijo que había una raza voladora. Cuando miró a la mariposa creyó que era un dinosaurio bebé, se espantó por todas las cosas horribles que le había contado el tío y se le paró el corazoncito".
"Del susto, mi'jo". La Carmela se levantó una mañana, miró un ratón sobre el buró junto a su cama, fue por una escoba, cerró la puerta y la ventana para que no se fuera a escapar el animal (La Carmela era muy valiente, por esto nadie se explica su muerte), prendió la luz y, con la escoba por lo alto, se acercó al buró para asestarle un mandarriazo al ratón que, temeroso, no se había movido ni un centímetro, pero, justo en el instante que la Carmela le iba a dar el madrazo, el ratón se paró en sus patitas, y con las manitas juntas, ¡habló! "No me mates, Carmelita, no quiero dejar sola a mis hijitos". La Carmela se fue para atrás, con todo y escoba, como si la escoba pesara toneladas y la hubiera jalado. Se pegó en la cabeza con un perfil de la cama. Ahí quedó. "Muy valiente, muy valiente, pero muy imaginativa", dijo su mamá cuando le preguntaron la probable causa de su muerte. Los que hallaron el cadáver dicen que sangraba profusamente de la cabeza, y el ratón estaba al lado de su oreja como contándole algo. "Todos muy imaginativos", repitió la mamá y se cambió de casa, sólo para hallar la muerte dos días después. Dicen que en la nueva casa, que no era nueva, más bien antigua, había un fantasma y se le apareció en la noche. La mamá creyó que era el alma en pena de su Carmela y le rezó dos padresnuestros, pero, en realidad el espanto era su propio espíritu ya muerto.
"Le digo, todos se fueron muriendo del puro susto"