martes, 27 de abril de 2010

EL COLOR DE LA MANO


La fotografía está "coloreada" a mano. La foto ilustra la portada del número 19 de la Revista Digital DIEZ. Ayer, Gabriel me dijo que conoció a un fotógrafo que pintaba las fotos a la antigua, con pinturas al óleo, pinceles y algodón.
La foto de la portada es simplemente sensacional. Se nota que ahí está la mano del hombre. Hoy, en estos tiempos de "fotoshopeado", admiramos lo artesanal de esas fotos. El fotógrafo debía tomar la foto en blanco y negro con la cámara y, con la mirada y con el corazón, "tomaba" la foto a color. Ya en su estudio, cuando tenía la impresión en blanco y negro sobre el escritorio, abría los tubos al óleo y con una pequeña mota de algodón comenzaba a llenar de amarillos, sepias y azules. Todavía, en los baúles de los abuelos, perviven esas fotos.
Don Enrique Cancino, maravilloso fotógrafo comiteco, llegó un día a la casa y a mi papá le obsequió una foto "coloreada". En la foto estoy con un traje de huichol que mi mamá me hizo y con el cual logré el primer lugar en el concurso de disfraces que realizaron en una feria de San Caralampio. Aún en casa existe esa foto enmarcada. Esa foto no la cambio por ninguna foto digital de estos tiempos.
Ahora ya no es visible la mano del hombre. El artista "manipula" la foto en la computadora y cuando la imprime la huella del hombre se evapora. Por el contrario, en esas fotos trabajadas a mano sigue estando algo de esos hombres maravillosos que un día decidieron imitar a la naturaleza con la mayor cercanía.
En la foto de huichol está la mano de don Enrique, muerto hace ya mucho tiempo.