miércoles, 14 de abril de 2010

INSTRUCCIONES PARA LEER A EFRAÍN BARTOLOMÉ





1.- Invitar a Gustavo Ruiz Pascacio una copa de oporto y pedirle que cuente algunos “Designios de la Diosa”.
2.- Ir a Ocosingo y en la plaza central lavarse las manos con agua del Sol (para secarse puede servir cualquier toalla caricia).
3.- Partes el siglo XX a la mitad y aparece Efraín sobre una nube de cristal. Ese cristal presagia una ventana y esta ventana advierte una casa para el corazón de una muchacha.
4.- Botarse sobre el diván de un psicólogo, cruzar los dedos del alma y decir: “Me veo en el espejo y encuentro que soy lo que no soy porque soy más de lo que no soy”.
5.- Si después de abrir un poema de Efraín algo como un carbón enrojece en el ojo del lago ¡está uno por buen camino!
6.- Si la hierba en madrugada suena como un canto de tiuca o como un acezo de pasión en fuga ¡está uno en la senda correcta!
7.- Sobre un comal caliente, dilatar la tarde con sus palomas, con sus portales, con sus campanas que llaman a misa y con sus mujeres que caminan sobre la plaza como si ésta fuera un lago y ellas fueran Jesús.
8.- Cuando una mujer diga: “¡Hazme el amor!” recitar el verso catorce de la página 59 de cualquier libro de Efraín, ponerse la camisa y salir sin volver la mirada. En el noventa y nueve por ciento de los casos, la mujer logra un orgasmo y vuelve en busca de su amado.
9.- A horcajadas cabalgar sobre el viento que corre por encima del río Tzaconejá.
10.- Descolgar de los árboles los residuos que quedaron la noche en que Dios separó la luz de la sombra.
11.- Recoger la lluvia que cae todas las noches en temporada de estío y luego humedecer las nubes ausentes.
12.- Cuando un hijo se asome al tedio de su padre, abrir la ventana para dar entrada a la rutina y a la tarde de todos los siglos. Por lo regular los hijos se divierten mucho cuando descubren que la luz del Sol no es un efecto especial en tercera dimensión.
13.- Si de pronto uno descubre que el pantalón de la noche tiene un hoyo y por ahí caen estrellas, ¡está uno en la dimensión correcta!
14.- A media noche invitar a la amada o al amado a caminar por el puente de hamaca del azar (se recomienda no abrir los ojos a la mitad del camino. Que la luz que ilumina a los ciegos sea el único hilo de Ariadna, el único lazarillo).
15.- ¡Ser pueblo! Esto quiere decir: prender una fogata en medio del patio y poner música en el solar, antes que la música solar se presente y toque su son.
16.- Pensar que uno es agua, que el agua es luz; que la luz es una cuerda y que ésta no es más que la línea que separa la montaña del cielo.
17.- Colocar el “punto de fuga” ¡no en la línea del horizonte!, sino en la línea de la pasión.
18.- Convocar a todos los vecinos. Hacer una fiesta en el callejón. Pedir coperacha para contratar la marimba (sin metales, sin batería, ¡la pura marimba!). Cuando el jolgorio esté a más no poder, apagar las luces, prender las teas y leer un poema de Efraín. Luego apagar las teas. No será necesario volver a prender las luces, los ojos de las muchachas brillarán como pozos de luz.
19.- Decirle a la amada o al amado que imagine ser una cebolla y que, poco a poco, en la oscuridad, se quite las capas exteriores hasta dejar visible su corazón. Si el otro llora un poco, ¡es comprensible!, y
20.- Si el hombre descubre que pierde la memoria, no debe preocuparse, ya que la nada vuela mejor que la carga de los siglos.