martes, 13 de abril de 2010

LOS CLAVOS DE CRISTO


El Director de COFETEL reconoció ayer que el registro de celulares tiene números registrados con identidades suplantadas. Que tal cosa fue hecha con dolo o por travesura.
Laurita siempre dice: "¡Por los clavos de Cristo!" cuando algo rebasa su capacidad de sorpresa. Ahora yo repito esa oración.
Ayer mismo escribí acerca de lo que todo mundo sabe y comenta: la incapacidad de las autoridades para emitir leyes.
¿Cómo es posible que en el país debamos cumplir una "ley" cuando ésta, desde el principio, mostró tal cantidad de inconsistencias?
Se supone que las leyes están hechas por expertos. Sin que los simples mortales seamos expertos en leyes sabemos que el fin último de la ley es la convivencia plena de la sociedad.
¿Para qué la ley nos obliga a cumplir el reglamento de tránsito, por ejemplo? Pues de igual manera, se supone, los encargados de hacer las leyes idearon este registro de celulares que tuvo la "sana" intención de regular y controlar el uso indiscriminado y anónimo de tales chunches.
Pero ahora, ¡estamos metidos en un grave problema!
¿Por qué las autoridades no advirtieron esa posibilidad de dolo o de travesura y lo controlaron?
Uno ya no sabe si se pasan de "listos" o de tontos.
Mientras tanto, apenas ayer un amigo me dijo que en Semana Santa perdió su celular y ahora debe hacer el trámite de darle de baja por si hacen mal uso de él. Pero, ¿qué pasa con todos los celulares que pudieron quedar registrados a nuestro nombre?
¡Por los clavos de Cristo!