lunes, 17 de mayo de 2010
INSTRUCCIONES PARA NO LEVANTARSE TEMPRANO
1.- Cambiar el plumaje cada noche y jugar a que uno es un águila (si es aficionado al fútbol puede también imaginar que es chiva o puma o jaguar, total, se trata de recordar el parentesco animal).
2.- Nunca hacer las divisiones de la casa con malla de gallinero.
3.- Diseñar una bandera donde el color predominante sea el color del agua de los sueños.
4.- Aunque suene medio mamila es necesario cambiar el nombre de Morfeo por el de Morbonito.
5.- Que los pronósticos meteorológicos siempre contemplen precipitaciones en la madrugada y muchos sueños húmedos para el amanecer.
6.- Imaginar que la Torre Eiffel es una damnificada y uno debe ayudarla a cruzar el Sena.
7.- Iluminar las cuevas de Altamira y de Lascaux con luciérnagas del Cañón del Sumidero.
8.- Descubrir que los puentes rotos también unen, de igual manera que los corazones rotos forman hileras de deseos.
9.- Cambiarles a todos los micrófonos las pastillas (se suplica que nunca se sustituyan por mejorales o por esas nefastas pastillas efervescentes, menos por las del día después que fallan a cada rato).
10.- Recostarse en el pasto y pensar que el aire es la almohada y que el viento es el sueño que no descansa.
11.- Con alcohol frotarse el cuerpo del delito.
12.- Cuando haya “casa llena” batear de hit para que el “jardinero central” se entretenga (si la imaginación es magra, puede usarse el clásico conteo de ovejas).
13.- A fin de modificar la rutina, colocarse la corbata debajo de la camisa, como si siempre estuviera uno con la soga en el cuello.
14.- Construir una escalera que no sirva para subir ni para bajar.
15.- Remodelar la casa y, en lugar de sala, construir un escenario donde cada noche uno se sienta la estrella principal.
16.- Hacer el amor con la pareja, no con el “pelo suelto” sino con el cabello preso.
17.- Reunir muchas ovejas y, en lugar de ponerlas a brincar cercas, invitarlas a un reventón.
18.- Como se hacen caminos al andar, sacar una silla a la vera del camino, prender un cigarro y ver cómo los demás construyen los caminos.
19.- Podar los rosales de la casa y hacer un ramo de espinas para quien se atreva a interrumpir tu sueño, y
20.- Tomar re-frescos con los re-podridos.