lunes, 19 de abril de 2021

CARTA A MARIANA, CON LIBROS

Querida Mariana: no podía ser de otra manera. Iván Ibáñez, además de excelente profesional de la comunicación, es un apasionado lector. El viernes 16 de abril de 2021, en su noticiario Noti-vos, presentó una nueva sección: “Viernes de placer”. Ya medio mundo sabe que cuando llega el viernes el cuerpo se alebresta, porque el cuerpo sabe que ya llegó el viernes. ¿Cómo es esto? Ah, pues el cuerpo es sabio. El cuerpo sabe que el viernes es día de placer y llega la hora del descanso, algunos lo hacen en familia y otros con grupos de amigos o con sus quintoniles. Cada cuerpo sabe cuál es el placer que lo hace feliz. ¿Y el espíritu? Iván pensó en ofrecer a su audiencia una sección donde el placer está en la lectura. Para ello invitó a Renée Carvajal, quien, el viernes 16, recomendó un libro y habló de libros. Ahora, ¡qué bueno!, no sólo el cuerpo sabrá que es viernes, sino también el espíritu. Yo, debo ser sincero, no conocía a Renée, vi y escuché por Facebook la nueva sección del noticiario y disfruté mucho la charla. Renée platicó con la audiencia y con Lupita y con Iván. El diálogo fue fértil, ameno, sabroso. Vos y yo somos del mismo equipo de Renée y de Iván. Sabemos que la lectura es uno de los grandes placeres de la vida. Pero, Iván lo comentó, las estadísticas demuestran que en Chiapas el porcentaje de lectura es mínimo, la media indica que los chiapanecos no leemos ni un libro al año. Y este porcentaje pishcul, jodidito, levanta tantito por los que sí leemos, porque, hay que decirlo, en Chiapas, como en cualquier lugar del mundo, sí hay personas que son grandes lectores. ¿Por qué hay millones y millones de lectores en el mundo? Porque hallan placer en dicha práctica. ¿Por qué, entonces, millones y millones de personas aseguran que la lectura es aburrida? ¡Ah, Renée lo dijo el viernes 16! Quien odia la lectura tuvo una experiencia ingrata en la escuela. Tal vez un maestro le dio a leer uno de los Clásicos y, pues sí, al leer la primera página dijeron: ¡Qué es esto! ¡Qué pesado! ¡Qué aburrido! Sí, la lectura es un proceso gradual. Los clásicos producen el máximo placer a los lectores avezados. ¡Cómo iniciar un proceso musical dándole a escuchar ópera al neófito! ¡No, no! La lectura, lo dijeron ese día en el programa, es un proceso gradual. Digo que no conocía a Renée. Ahora, gracias a la iniciativa de Iván, ya sé quién es. ¡Qué persona tan agradable! Ella, poblana, tiene un club de lectura, en un espacio que ella creó: “Escape de letras”, y con tres hijos, se hace tiempo para leer, porque cultiva este maravilloso hábito y la lectura le provoca placer. ¡Por supuesto! Eso es lo que debe generar la lectura: ¡placer! ¿Por qué la gente practica el fútbol soccer, el básquetbol, la natación, la caminata, el baile, la plática con amigos, la bebida de cervezas, el amor? Porque provoca placer. Por supuesto, esto el cuerpo lo sabe. Los millones de lectores leen porque hallan placer, esto lo sabe y reconoce el espíritu. ¡Sí! La lectura, lo dijo Borges, da felicidad. Claro, también lo dijo Borges, a nadie se le puede obligar a ser feliz. Renée, gracias a la iniciativa de Iván, nos convoca a hallar placer en la lectura. La invitación es para desechar la idea de que la lectura es aburrida. Los lectores, vos lo sabés, mi niña, sabemos que la lectura es uno de los actos más placenteros de la vida. Renée, sin pretensiones mamilas, sin tufos académicos, sugirió la lectura de una novela histórica de Sofía Segovia: “Peregrinos”, que cuenta la historia de dos familias alemanas durante la Segunda Guerra Mundial. Iván y Renée y Lupita coincidieron en la idea de que no todos los libros son para todos. Es cierto, cada lector tiene sus preferencias. ¿Cómo acercar la lectura a quienes no son lectores apasionados? Abriendo el abanico de opciones para que sepan que hay un libro especial para ellos. Estoy seguro que a más de uno les jaló la sugerencia de Renée. Posdata: no podía ser menos. Iván, apasionado lector, encuentra placer en la lectura y es feliz. Generoso le dice a su audiencia: ¡Sean felices, lean! Claro, como dijo Borges, a nadie se le puede obligar a ser feliz, pero es noticia agradable que en la radio comercial comiteca existan espacios donde se hable del libro. Es buena noticia que en un estado tan alejado de la mano de la Diosa de la lectura existan personas que nos inviten a acercarnos a ese objeto cultural genial: el libro. ¡Bien! ¡Felicidades!