martes, 20 de abril de 2021

CARTA A MARIANA, CON UN FRAGMENTO DE BALÚN-CANÁN

Querida Mariana: en este fragmento de un mapa de 1856 aparecen los dos ranchos de don César Castellanos, papá de Rosario. En la parte de abajo está Chapatengo y en la parte de arriba El Rosario. ¿Por qué te mando copia? Porque en la novela Balún-Canán hay pistas del rancho que aparece. Los críticos literarios han comentado que en la novela existen muchos rasgos autobiográficos. La vida familiar de Rosario Castellanos se vio afectada por dos sucesos trágicos: la muerte del varoncito de la familia y el reparto agrario dictado por el presidente Lázaro Cárdenas. Ambos sucesos son medulares en la trama. En la novela aparece el viaje a una finca, que se llama Chactajal. Por este mapita podemos ver que Rosario eligió la descripción de la finca del municipio de Ocosingo: El Rosario. El viaje descrito en la novela coincide, geográficamente, con poblados de la zona. Mirá, las flechitas indican, más o menos, la ruta. La familia, con los sirvientes, salen de Comitán. La niña que narra, dice: “Cuando salimos de Comitán ya está crecido el día. Mi padre y Ernesto van adelante, a caballo. Mi madre, mi hermano y yo, en sillas de mano que cargan los indios…”. Ernesto es hijo bastardo de un hermano de don César y el hacendado lo lleva al rancho para que sea el maestro que, por decreto, deben poner los dueños de las fincas, para que den clases a los niños indígenas. Salen pues cuando ya está crecido el día. “Tenemos que llegar a Lomantán antes de que cunda el aguacero”. Mirás, por ahí escribí el nombre. Ahí, a pesar de la lluvia, no les dan posada, así que deben continuar hasta llegar a Bajucú: “Como a las siete de la noche llegamos a Bajucú…” Ahí les dicen que el patrón está en Comitán, pero si quieren, pueden pasar la noche en el corredor. Al día siguiente continúan la marcha. “Salimos temprano de Bajucú, porque la jornada es larga (…) De pronto un rumor domina todos los demás y se hace dueño del espacio. Es el río Jataté que anuncia su presencia desde lejos…” Después de cruzar el río, la narradora dice que la siguiente estación es Palo María, finca ganadera que pertenece a tres primas hermanas del papá de la niña. Este elemento sí es ficción pura, Rosario lo introduce para meter la historia de las primas que tendrá pesó en la trama. Pero puede rascarse algún indicio histórico. Don Jorge Pinto fue gran amigo de Rosario, tanto que lo nombró encargado de sus asuntos en el pueblo cuando ella, ya famosa, vivía en la Ciudad de México. Don Jorge tuvo en resguardo el diploma que da testimonio del Premio Xavier Villaurrutia que Rosario recibió. Bueno, pues don Jorge tuvo un rancho que se llamó así: Palo María. Después de cruzar el río Jataté y pasar a la finca Palo María llegan a Chactajal: “Llegamos a Chactajal a la hora que se pone el sol…” Así pues, el rancho que aparece como Chactajal en la novela es El Rosario, del municipio de Ocosingo. La ruta así lo demuestra. Posdata: muchas personas han dicho que los comitecos hemos desaprovechado la imagen de Rosario. Ella no sólo nos legó un paquete literario sino, también, la posibilidad de regar el árbol de la cultura comiteca. ¿Qué empresa se decide, por fin, a ofrecer la ruta para que los visitantes de todo el mundo vivan la experiencia retratada en la novela “Balún-Canán”? Por supuesto que no se trata de revivir las miserias de aquel tiempo, nadie viajará en sillas de mano. ¡No! Pero sí existe la posibilidad de viajar un tramo corto en caballo y en una carreta. Estas experiencias serían inolvidables. Bien podrían llegar hasta el río Jataté y presenciar ese rumor que domina a todos los demás. Ahora, en la hacienda de Bajucú funciona un bachillerato. Es realmente sensacional saber que, en un lugar donde los indígenas de la zona fueron sometidos, ahora los herederos de esos indígenas se preparan y continúan estudios universitarios.