martes, 15 de febrero de 2022

CARTA A MARIANA, CON CONTENIDOS LUMINOSOS (primera parte)

Querida Mariana: ¿ya leíste el número 27 de ARENILLA-Revista? ¿Ya? Está sensacional, ¿verdad? ¿No? Ah, pues te invito a leerlo, lo disfrutarás. La vida, la hermosa vida, nos permitió honrar el genio arquitectónico de Comitán. ¡Ah, la arquitectura!, profesión hermosa. Vos sabés que, en una etapa de mi vida (cuando era joven) estudié tres semestres de arquitectura, me encantaba esa profesión, me sigue encantando. En este número honramos a un grupo de arquitectos comitecos. La arquitectura comiteca honra a la sociedad, tiene rasgos especiales que, aunado a la arquitectura de vanguardia, recupera la tradición constructiva de este pueblo. A nadie se le ocurriría diseñar en estos tiempos una casa con la traza de hace cien años, ¡no!, pero sí es posible, nos lo ha demostrado el genio arquitectónico del pueblo, incorporar elementos propios. La vanguardia se alía a la tradición cultural y realiza propuestas innovadoras. Esta genialidad se hace presente en cada diseño de este siglo XXI. En este número honramos a todo el gremio, reconocemos que ellos diseñan la ciudad de estos tiempos. Es una mínima muestra del trabajo de algunos, acá están sus propuestas. Coincidirás conmigo, también, que en este tiempo nadie se avienta (como antes) a construir sin la asesoría profesional, porque no se trata de levantar un cuarto, como se hizo en épocas pasadas. Ahora, todos reconocemos la importancia de invertir en el espacio donde conviviremos con los nuestros, durante años y años. Somos los espacios que habitamos, gran parte de nuestra vida transcurre en pasillos, recámaras, baños, salas y jardines. Cuando el profesional da forma a nuestros deseos dignificamos nuestro porvenir. Hemos hablado del genio creativo de los artesanos que hacen los ladrillos y las tejas, ahora hablamos de los profesionales que emplean esos elementos constructivos para materializar el espíritu del ser humano. Como lo hacemos siempre en nuestra revista, quienes aparecen en este número nos confían sus aspiraciones y sus sueños. ¿Cómo se soñaron de niños? ¿A qué jugaban? ¿Cuál es su propuesta estética? Acá hay historias de vida que tocan ¡vidas!, que comprenden los sueños de sus clientes y ayudan a realizarlos en forma profesional, sin improvisar, sin regatear recursos a lo más preciado: el espacio donde habitamos. Si hacemos caso a quienes aseguran ser “arquitectos de su propio destino”, éste se puede formular de mejor manera si acudimos con profesionales. En este número hallarás obra y testimonios de los siguientes arquitectos: Pedro Alberto García López, quien dice que desde que era niño comenzó a sorprenderse con la magia del dibujo y trazo de líneas; Jesús Pedrero Guillén, cuyo gusto por la arquitectura inició cuando estudiaba la preparatoria; Luis David Ramírez Solórzano, quien acaba de cumplir veinticinco años al frente de TRASGO ARQUITECTURA, ¡veinticinco años!; Manuel Bermúdez Álvarez, quien siendo niño, jugaba a imaginar ciudades y construir represas y puentes con palillos y palitos de madera; Jaime Daniel Maldonado Fuentes, quien disfruta crear y experimentar con diferentes estilos, en su estudio ofrece un showroom; Juan Antonio Álvarez Aguilar, quien tiene a la imaginación como aliada en su proceso creativo y es experto en mercado inmobiliario; Maribel González Fuentes, fundadora de la exitosa empresa Crearte en Madera, cuando estudió en el CBTis 108 fue la única mujer en un grupo de 49 alumnos en la especialidad de construcción; Roberto y Luis Torres Valle, quienes dirigen la reconocida empresa de proyectos y construcción ALTOVA, quienes tienen a la creatividad como elemento fundamental del diseño de espacios; Orlando Daniel Guillén Albores, quien es director de Guía Arquitectos, desde niño manifestó una clara vocación por la profesión que ahora ejerce; Raúl Díaz Gómez, arquitecto dinámico y empático que, además, es propietario de TRAZO TALLER & PAPELERÍA, donde ofrece materiales de calidad a la población estudiantil y profesionales; y Marco Antonio Domínguez García, quien junto a su hermano Alejandro, también arquitecto, tienen la convicción de que en cada diseño que formulan realizan arte. Posdata: María Luisa, al ver la portada de nuestro número 27, comentó: “Talento comiteco”, sonreí satisfecho. Sí, talento de nuestra tierra, arquitectos de su propio destino, que aportan su conocimiento en la construcción del Comitán de este siglo. Reconocimiento permanente para todos ellos, ¡todos! Su anuencia permitió que llevemos una mínima muestra de su trabajo a nuestros lectores, quienes, sin duda, apreciarán y reconocerán la labor que ellos realizan. ¡Salud! Pero tenés razón, nuestro número tiene más contenido. ¿Permitís que mañana te diga el resto de la propuesta editorial de este bimestre? Perdón por decirlo, pero cada vez nos superamos, todo para beneficio de Comitán y de la región. Nuestra revista está hecha a la comiteca; es decir, ¡bien hecha!