jueves, 3 de febrero de 2022

CARTA A MARIANA, CON LIBRO

Querida Mariana: Rafael Álvarez Solís presentó la novela breve: “¿Quién busca el amor? Un reto para los chismosos”. Rafa estudió ingeniería química en la UNAM y posteriormente realizó estudios de maestría en docencia, profesión esta última a la que se ha dedicado en forma total y comprometida. Otro de sus libros se titula: “Educando a mi maestro”, donde reflexiona acerca de la actividad profesional de los docentes de inicios del siglo XXI. En el título de la novela más reciente se advierte una huella del sendero creativo por donde camina el autor: un reto para los chismosos. La palabra chismosos alude a una característica de las sociedades pequeñas, es famoso el dicho de: pueblo chico, infierno grande. La propuesta de Rafa es una novela costumbrista, donde los personajes se mueven en esa burbuja de chisme, tan característica de los pueblos chicos. El detonante es una situación no común. El autor nos presenta a un personaje (maestro, por supuesto) que está próximo al retiro, a la jubilación. El maestro se reencuentra con un amigo de infancia, don Genty Montez, quien “entre broma y broma le decía que iba a dejar dueña absoluta de la casa hacienda y del negocio de la aguacatera a la última mujer con la que tuviera relaciones sexuales con él, para lo cual pudiera demostrarlo”. Un día, alguien le avisa al maestro que lo esperan en una de las dos notarías del pueblo, acude y ahí se entera que don Genty falleció y lo nombró a él “emisor del mensaje”. ¿Qué significa esto? Que debe acudir al periódico a insertar una nota donde se haga saber a la comunidad que el señor Montez falleció y en su testamento dejó estipulado que dejará su hacienda y el próspero negocio de venta de aguacates a la última mujer que haya tenido relaciones sexuales con él y pueda demostrarlo. ¿Perverso? Sí. El señor Montez sabe perfectamente la identidad de la última mujer con quien tuvo relaciones sexuales. Lo ideal hubiese sido que la llamara y le dijera que, gracias a los momentos sublimes que le hizo pasar, la nombra heredera universal. Sí, esto podría ocurrir dentro de la lógica, pero entonces no habría novela. Así pues, las mujeres que tuvieron relaciones con él comienzan a desfilar con el notario para asumirse como las herederas. Sí, lo que estás pensando lo pensamos los lectores de la novela. Las mujeres, al presentarse, dejan constancia de haberse acostado con el difunto. ¿Qué lleva, cada mujer, como prueba de que mantuvo relaciones con el señor Montez y fue la última en su cama? Ah, pues, querida Mariana, el chisme lo hallarás en el libro de Rafa, que, como notás, es una historia sencilla, pero con su refilón. ¿Cómo se desenreda el entramado de esta novela? ¿Quién resulta la afortunada? Ese detonante le permite al autor entregar una novela sin pretensiones. La trama muestra un hecho difícil de hallar en la realidad. ¿Qué motivó al señor Montez a dejar como su voluntad una situación tan aberrante? Tal vez pensás que acá hay más de dos posibilidades, la de la mujer que se acostó con el señor Montez y se ve tentada por la jugosa herencia, pero que no puede presentarse porque su situación actual se vería comprometida. Dentro del mundo de los chismes hallamos muchas historias inimaginables. La otra posibilidad es lo contrario, la mujer que no tuvo relaciones con él, pero que por avaricia inventa una situación para ver si, como dicen en el pueblo, es chicle y pega. Posdata: vos sabés que celebro la aparición de libros, sobre todo si son de paisanos. Poco a poco se forma el archivo de los nuestros. Ya los lectores decidirán quiénes ascienden al siguiente escalón del reconocimiento y de la fama. Mientras tanto, acá tenés un reto, sin que yo quiera decir que sos una chismosa, sino que sos una lectora comprometida.