lunes, 14 de febrero de 2022
CARTA A MARIANA, CON HARTA LUZ
Querida Mariana: ¿cómo será el mundo en el 2032? Ah, quién sabe. Ahora sí, ni los videntes más preclaros se atreven a dar pronósticos. Con la zarandeada que nos ha puesto el Coronavirus, nadie sabe a ciencia cierta qué depara el porvenir.
Lo que podemos hacer, entonces, es documentar el día a día y el pasado reciente, lo que hemos vivido.
Quienes, en el 2032, vean esta fotografía sabrán que el 10 de febrero de 2022 se celebró en Comitán la tradicional Entrada de Flores, en honor a San Caralampio, el santo consentido del pueblo.
¿Ya identificaste al personaje de la fotografía? ¡Es mi jefe! Con un grupo de alumnos universitarios participó en la Entrada de Flores. Durante años, alumnos del Colegio Mariano N. Ruiz han participado, con excepción del 2021 que, por la pandemia, se suspendió la celebración. Ahora, en las redes sociales, muchas personas compartieron fotografías del festejo de 2022.
Mi amigo Fer, quien se crió en la famosa Pilita Seca, me mandó un mensaje donde dijo que sus vecinos estaban bien alegres, porque iban a participar de nuevo. Vos sabés que ahí la gente tiene mucha devoción por el santo y se reúnen meses antes para ponerse de acuerdo con la temática de la comparsa, con mucha emoción preparan sus disfraces. También, lo sabés, de por ese barrio son “los intensos”, hombres vestidos de mujeres y que dan la nota profana, que molesta a los tradicionales y alegra a la concurrencia que disfruta sus excesos. Ya lo han dicho los que saben, esta Entrada de Flores ha sufrido transformaciones con el correr de los tiempos, pero esta mezcla, este tachilgüil, es motivo de estudio de los sociólogos, porque la realidad se transforma a cada instante, las sociedades están en constante movimiento.
¡Todo se transforma! Se transforma la energía, con mayor razón la vida cotidiana. ¡Mirá cómo se transformó nuestra sociedad con la aparición del virus!
En febrero de 2020 bajé al Cedro, acá en el lugar donde está mi jefe, y disfruté la Entrada de Flores, miré la algarabía de todos, la fe de las personas que acuden de rancherías cercanas llevando flores para agradecer al santo los favores recibidos y para pedir su intervención ante Dios para que bendiga sus sembradíos, sus hogares, sus cuerpos y sus almas; disfruté el entusiasmo de las comparsas con disfrazados y de los diablitos que iban saltando de un lado a otro; asimismo observé las insolencias de “los intensos”, procurando estar lejos de su camino para no ser jalado, porque a algunos compas los tumban en el piso y bailan encima de ellos. Los tumbados quedan viendo las partecitas nobles de los disfrazados, pucha.
En marzo de 2020 llegaron las noticias del avance y letalidad del virus y muchos nos enclaustramos, pidiendo a Dios que esto pasara pronto, pero estamos a punto de cumplir dos años y los contagios siguen a todo lo que da. Los que saben ya explicaron que este virus no se retirará, llegó para quedarse. ¡Dios mío!
En febrero de 2022, las noticias internacionales informan que hay algo como un regreso a la normalidad, aunque la pandemia continúa. Los que saben advierten que esta pandemia se convertirá en algo endémico y ya no causará los estragos que ha ocasionado en todo el mundo. Ojalá, primero Dios, se cumpla este buen deseo, es lo que pide todo el mundo. Las sociedades de todos los países ya están desgastadas, muchas personas, miles, tal vez millones, se manifiestan en contra de medidas autoritarias, pero como esta enfermedad es responsabilidad de todos, debe existir orden, porque quien no usa cubrebocas y está contagiado riega el virus por todos los lugares donde camina.
Mi jefe, el maestro José Hugo Campos Guillén, participó en la Entrada de Flores del 10 de febrero de 2022. Un grupo de universitarios fue con él. Faltó el grupo de alumnos de secundaria del Colegio Mariano N. Ruiz, dirigidos por el doctor Hugo Humberto Morales (quien tiene su consultorio, precisamente, al lado de la fuente que se ve al fondo, detrás del simbólico árbol de cedro). La pandemia sigue obligando a tener restricciones. Pedimos a Dios, solicitamos a Tata Lampo, abogado contra las pestes, que soplen sus aires benditos y deshagan este bicho, claro, con ayuda de la ciencia, para que la vida retome su rostro de siempre, de antes de la pandemia, y la gente, ¡toda!, pueda salir a la calle así como se tomó la fotografía mi jefe, porque en cuanto terminó la sesión fotográfica, el cubrebocas regresó a su rostro (en la mano derecha tiene las baquetas para sonar el tambor y en la mano izquierda está el cubrebocas Kn95, que se volvió a poner para realizar el recorrido).
Posdata: ¿Cómo será la vida en el 2032? Nadie puede predecirlo. Ojalá sean mejores tiempos. Cuando menos, el 10 de febrero de 2022 muchos comitecos, siguiendo las normas de sanidad, participaron en la tradicional Entrada de Flores, en honor a Tata Lampo, acá está un testimonio gráfico de ese día.