martes, 23 de agosto de 2022
CARTA A MARIANA, CON PREFERENCIA
Querida Mariana: hay lugares icónicos. Si vas a París tenés que tomarte la foto en la Torre Eiffel. Es como decir: “Si vas a París y no te tomás la selfie en la Torre Eiffel no fuiste a París”.
La Torre es famosísima y casi casi identifica a París. ¿Qué lugar es el simbólico de Nueva York? Tal vez algunos viajeros dirán: La Estatua de la Libertad, que fue un regalo de los franceses; otros dirán que es Times Square o el Empire State.
Ah, si a esas vamos, París es el Río Sena, la Catedral de Nuestra Señora, Montmartre, o el cementerio de Montparnasse, que es donde está enterrado el querido Julito Cortázar y, también, Porfirio Díaz.
¿Y cuáles son los lugares icónicos de San Cristóbal de Las Casas? ¿El Arco del Carmen? ¿El convento de Santo Domingo? ¿La catedral? ¿La enorme escalinata que lleva al templo de San Cristóbal?
¿Y Comitán?
En las grandes ciudades varios lugares icónicos son monumentales: la Torre Eiffel, el Empire State, la ópera de Sídney o el Burj Khalifa, en Dubai. En la Ciudad de México tenemos un lugar que para los visitantes es casi imperdible; después de la Basílica hay que subir a la Torre Latinoamericana para ver desde ahí parte de la ciudad, mínima parte, porque la ciudad ya es enorme.
Hay ciudades más modestas, que no cuentan con edificios, con rascacielos, pero que construyen miradores en partes altas, en alguna montaña. Cuando alguien visita Zacatecas no puede dejar de treparse al teleférico para ir a la cima del cerro de La Bufa.
¿Y Comitán?
¿Cuál es el sitio icónico en Tuxtla Gutiérrez, la capital de nuestro estado? Tal vez el Parque de La Marimba o el Zoológico Miguel Álvarez del Toro. ¿Alguien piensa que es la Torre Chiapas? ¿De verdad? ¿La escultura de Sebastián?
Hoy nos tomamos selfies. No sé, pero parece que continuamos la tendencia de los tiempos donde los turistas llegaban a las grandes ciudades y compraban las famosas postales. Estas postales eran fotografías de empresas profesionales. En esas postales había una selección de los sitios icónicos. Si vas a Venecia y no te tomás la selfie en la Plaza de San Marcos algo irregular sucedió en tu viaje. ¿Vas a Roma? Ah, pues parate enfrente del Coliseo y te tomás la selfie; lo mismo sucede cuando vas a Atenas, la foto en la Acrópolis es infaltable.
¿Y Comitán?
Hablo de los lugares comunes. Vos has visto esas listas donde dan los diez libros que debés leer antes de morir, las diez películas que hay que ver; lo mismo sucede con los lugares en un determinado lugar. Hay una lista que sugiere los diez sitios que no debemos perdernos, a los que debemos ir.
El juego que te propongo hoy es tomarse esa fotografía que no necesite explicación. ¿Te ha tocado escuchar que alguien, al ver una fotografía, pregunta: ¿en dónde es? Quiere decir que no se tomó la foto en el lugar más icónico, el referencial.
¿Y Comitán?
Posdata: Julio Cortázar, dicen sus biógrafos, conocía un París alejado de las guías turísticas. Él, hombre genial, sabía que el espíritu de una ciudad está en los callejones, en las calles donde la vida tiene el rostro sin afeites, los sitios que no son escenarios preparados para dar una imagen ideal. Él, digamos, con su espíritu siempre tomó fotografías de lugares insólitos. Eso, a final de cuentas, son los retratos que nos regala en muchos de sus cuentos y en su novela Rayuela. No he puesto mucha atención, pero ahora me atrevo a decir que Julito no menciona la Torre Eiffel en Rayuela; en cambio, el Sena sí aparece en muchos instantes literarios. El Sena fue uno de sus sitios icónicos.
¿Y Comitán?
¡Tzatz Comitán!