lunes, 26 de septiembre de 2022
CARTA A MARIANA, CON UNA RAMA
Querida Mariana: en la administración municipal del contador José Antonio Aguilar Meza, actualmente diputado local, el Consejo Municipal de la Crónica, con la coordinación del arquitecto Pepe Trujillo, publicó el libro: “Diez ramas de un árbol”. El título alude a diez textos escritos por cronistas comitecos. Una de estas ramas fue doña Tony Carboney, quien escribió cinco crónicas de nuestro pueblo.
El aporte de doña Tony, como el de sus compañeros cronistas, es esencial para el conocimiento de nuestra historia comiteca. ¿De qué temas escribió doña Tony en este libro? Mirá qué temas tan bonitos e interesantes: “Comitán de principios del siglo XX”, “Cómo se celebró el Primer Centenario de la Independencia de México en Comitán”, “Aquella Carrera Panamericana”, “Breve historia sobre el cine de la ciudad de Comitán de Domínguez” y “Breve remembranza del IV Centenario de la Fundación de la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán, de Comitán, Chiapas”.
Todos los temas se antojan, ¿verdad? Ya sé, ni me lo digás, sé que a vos (experta en el tema) te jaló lo del cine. Sí, es un tema riquísimo en historias. Todos los cinéfilos comitecos tenemos testimonios para compartir y que, sin duda, enriquecerán el acervo de esta “rama del árbol comiteco”.
Doña Tony inicia diciendo que, por testimonios de mayores, el cine en Comitán inicia en el primer cuarto del siglo XX y da los nombres de los dos cines iniciales: el “Cine Piconni” y el “Cine Olimpia”. Ya sé, en cuanto aparece esta información brincan preguntas que es difícil de responder. El nombre del primer cine alude a un apellido italiano, así debe pronunciarse “Piconni”, como si fueras prima hermana de Sofía Loren, quien acaba de cumplir ochenta y ocho años de edad. Los periodistas de espectáculos dicen que ella vive en su mansión en Ginebra, Suiza, ya alejada de argüendes y cansadita por la edad. ¿Ya se nos perdió el rastro de Piconni? Parece que lo único que se tiene es el nombre de ese cine pionero. No sabemos si el nombre correspondía al apellido del propietario, si esto fuera así, el señor Piconni sería uno de los pocos migrantes italianos que han llegado a este pueblo. El Molinari es otro de esos apellidos. Mi compadre Javier, cuyo apellido es Carboney, me contaba cuando ya habíamos bebido más de dos cervezas, que su apellido es italiano, y que (se adornaba) el apellido original fue Carbonelli, pero que en tiempos de la revolución se modificó para quedar como Carboney. No sé si la información sea cierta, ya estábamos medio bolos cuando me lo contaba.
Y cuento la historia de Javier, porque la rama que hoy comentamos se llama Tony Carboney. Nunca doña Tony ha dicho que su apellido original haya sido Carbonelli.
En fin. Del Cine Olimpia sí hay ya más datos. Don Armando Alfonzo habla de este cine y dice: “Estaba a punto de ser demolido el "Cine Olimpia" y ser sustituido por el flamante "Belisario Domínguez" que tenía luneta, plateas, palcos y galería y un flamante equipo Vita Phone de cine sonoro o "vitáfono", como le llamábamos”. Don Armando habla de la década del 30 al 40. Y doña Tony lo corrobora al decir que “en los años 30 quedó inaugurado el Teatro “Belisario Domínguez”, donde actualmente se encuentra nuestro Teatro Junchavín”.
Perfecto, ya tenemos los nombres de los tres primeros cines en Comitán y una descripción del “Belisario Domínguez”, que Alfonzo califica como flamante, porque tenía luneta, plateas, palcos y galería. Sí, se antoja flamante.
Posdata: doña Tony cuenta más, aporta una descripción de cómo ardió el “flamante” Belisario Domínguez. ¡Pucha! No se merecía ese final. Un día de estos le seguimos con la historia que nos regaló doña Tony, quien ahora tiene su tienda de artesanías enfrente del edificio de la CFE.
¿Mirás cuánta riqueza en las ramas soberbias de este soberbio árbol llamado Comitán?
¡Tzatz Comitán!