sábado, 14 de noviembre de 2009

LUNA AGUADA


"¡Hay agua en la luna!", dice la noticia. Para esto bombardearon la luna. Lástima que Bush ya no es presidente de los Estados Unidos. El bombardeo Irakí lo hubiese justificado diciendo: "¡Hay petróleo en Irak!". Para esto bombardeó aquel territorio fantástico.
"¡Hay agua en la luna!" ¿Y? Ahora mismo -sin ser científico ni bicho que se le parezca; sin bombardear ninguna estrella- puedo afirmar que existen millones de lunas en el universo que ¡tienen agua!
¿Y ahora qué? ¿Venderán aguas frescas en la luna? Los de la NASA ¿piensan formar lagos y -así como ya organizan sus "tours" para millonarios- ofrecer torneos lunares de pesca para gente "Totalmente Slim"?
Sin necesidad de recurrir a bombardeos, cualquier espíritu cursi les hubiese dicho que no es agua pura sino lágrimas; las lágrimas que han derramado todos los terrícolas enamorados.
Hay agua en la luna. ¿Y? De niño creí que la luna estaba hecha de queso (lo mismo creía Ratatouille). ¿No será que no es agua sino el suero del queso?
¿Y si son aguas negras? (Habría que llamarlas aguas Obama, digo, no por cuestión racista sino para reafirmar el espíritu del conquistador).
El otro día apareció la noticia que Obama es el hombre más poderoso del mundo (claro, la firma encuestadora era una gringa poderosa). ¿Qué pensarán en China acerca de esta declaración?
Y ahora resulta que tenemos una luna aguada. ¿Esta es la noticia del siglo? No lo creo, tal vez sí es el inicio de las afrentas que el hombre le prodigará a la luna durante el siglo XXI. Imagino que ahora los poderosos ya diseñan planes tal como si en la tierra hubiesen descubierto un yacimiento de petróleo. ¡Qué tontos! Los científicos de la NASA de los años sesentas ya sabían que había agua en la luna. El lugar en donde se supone alunizaron los tripulantes del Apolo XI se llama "Mar de la Tranquilidad", bueno, tal vez ahora ya se llama Mar de la Intranquilidad.
Dios mío, ¿qué le espera a la luna? Lugar donde pone su pie el hombre lo hace talco. El hombre descubrió que en Cancún había agua y había Sol y miren lo que hizo de ese paraíso; el mismo hombre descubrió que en la Selva había maderas preciosas y vean cómo está ahora ese territorio de maravilla; los comitecos descubrimos que había agua en Uninajab (que según me dicen es una palabra maravillosa que significa "Casa de agua") y vean el cochinero que ahora es.
Los hombres, por desgracia, nunca descubriremos que "lo natural es mejor al natural".
El hombre es el ser más depredador de todos los que existen sobre la tierra.
Para demostrar su poderío, ahora que ya se dio cuenta que la tierra entró en un proceso de degradación irreversible por el comportamiento irracional del propio hombre, levanta la vista y ve la luna, pero no la ve con admiración y respeto por la obra del creador, no, ¡no!, la ve con los ojos rapaces del conquistador.
¿Por qué desde siempre los lobos han aullado a la luna? Esos aullidos han sido lamentos, pues ya presentían que un día el hombre se enorgullecería por descubrir que el sátelite tiene agua.
¡Pobre luna! ¡Pobre humanidad! Auuuuu, Auuuuuu.