miércoles, 22 de mayo de 2019

CARTA A MARIANA, CON UN RENUEVO JUVENIL




Querida Mariana: Alejandro Jodorowsky dice que cada ser humano nace con un talento. El tío Abundio decía que cada joven nace con un carácter.
El otro día, mi mamá y yo vimos un partido de fútbol europeo (jugaba el Liverpool contra el Barcelona). Mi mamá comparó el ambiente que hacían los espectadores de allá con los espectadores de acá, dijo que en México la gente era muy apachurrada. En efecto, en aquel partido, los espectadores se pasaron cantando los noventa minutos del partido. En la cancha y la tribuna había una espectacular manifestación de vida, de alegría. Su entusiasmo contagiaba. La mayoría de partidos que se dan en estadios mexicanos son aburridos. El desencanto en la cancha es el mismo que existe en la tribuna. ¿Vos podés decir cuál es primero: el huevo o la gallina? ¿El huevo de la hueva de los jugadores o la gallina silenciosa de las tribunas? Mi mamá tiene su teoría, si los espectadores mexicanos motivaran a los jugadores otro gallo cantaría. ¡Quién sabe! Yo digo que como los jugadores no están motivados no contagian a las tribunas.
Y digo esto, porque el pasado 20 de mayo acudí al Estadio Municipal, de Comitán (se llama Roberto Ortiz Solís, en honor a quien fue presidente municipal en dos ocasiones). Tenía años de no entrar al estadio. Acudí porque, a las diez de la mañana, se celebró el acto inaugural del sexagésimo tercer evento pre nacional estudiantil deportivo de la región sur, zona 3, del Instituto Tecnológico Nacional. Y ahí comprobé los dichos de Jodorowsky y de tío Abundio: Todo mundo tiene un don y todo mundo tiene un carácter.
El acto se dividió en dos segmentos: el acto protocolario y el acto artístico para dar la bienvenida a las delegaciones participantes. El acto protocolario estuvo a cargo de las autoridades educativas y el acto artístico fue realizado por los alumnos del Tecnológico de nuestra ciudad.
El acto protocolario, como es siempre, fue seriecito, pero también motivacional y reflexivo, porque la directora del Tec de Comitán, maestra Liliana Patricia Moreno Cancino, invitó a los participantes de la justa deportiva a vivir “una experiencia inolvidable”, y la secretaria de educación de Chiapas, la maestra Rosa Aidé Domínguez Ochoa, dijo que se sentía a gusto en Comitán “tierra valiosísima, por sus hombres y sus mujeres”, y, por supuesto, mencionó a Belisario Domínguez y a Rosario Castellanos.
Pero, el festejo se desbordó cuando los alumnos dieron la bienvenida a sus compañeros de los tecnológicos de Alvarado, Veracruz; de Coatzacoalcos, Veracruz; de Comalcalco, Tabasco; de La Chontalpa, Tabasco; de Tapachula, Chiapas; de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; y de los anfitriones comitecos. ¡Ah, qué guateque tan sabroso! Los anfitriones motivaron a sus invitados y todo fue una gran fiesta. Los muchachos tradujeron el ritual del protocolo, lo tradujeron a un lenguaje más nube que piedra. Y digo esto, mi niña, porque al final del acto artístico, el vocalista del grupo de rock del Tec de Comitán gritó a todo pulmón: “¡Hagan un chingo de desmadre, que para eso vinimos!” Bueno, a final de cuentas fue la misma sentencia que expresó la directora: “¡Vivan una experiencia inolvidable!”; y los muchachos de Tabasco, Chiapas y Veracruz, como si fuesen espectadores del partido Liverpool-Barcelona, se volvieron agua limpia y cantaron, bailaron y brincaron al ritmo contagioso del grupo de danza regional, del sax de Paty, del grupo de danza moderna, de una cajita musical que, como las clásicas cajitas de cuerda, comenzó con dos muñecos bailando ballet y terminó en una cuerda loca de música contemporánea. ¡Ah, cuánta razón tiene Jodorowsky: cada muchacho tiene su don y ahí quedó demostrado! Unos son basquetbolistas, otros se apasionan por el fútbol o por el voleibol o por el ajedrez; Paty papalotea por el sax y varios más por la danza, unos le hacen al zapateado y otros se desplazan como si el aire fuera la extensión de su cuerpo y de su espíritu. Y como lo expresó la directora del Tec de Comitán, el sistema de tecnológicos del país busca “la formación integral de los estudiantes”.
La mañana se vistió de gala en el estadio. Todo fue una fiesta completa. Los encargados de dar la bienvenida a las delegaciones cumplieron con creces. Todo mundo disfrutó el instante prolongado; todo mundo celebró el azul del cielo comiteco.
Posdata: En la tribuna y en el campo se dio el festejo, ahí, la vida se mostró plena, desnuda, sin ambages. ¡Ah, qué bárbara la delegación de Tuxtla Gutiérrez! ¡Qué energía! Quedó demostrado, también, el dicho de tío Abundio: cada muchacho tiene su carácter. Estos conejos son bárbaros para el relajo, para el disfrute de la vida. Por eso dicen que los conejos son arrechos, debe ser que, de igual manera, cada animalito nace con un carácter especial.
Sí, cuando los muchachos deportistas regresen a sus casas se llevarán en la bolsa el deseo de la directora del Tec de Comitán: “Una experiencia inolvidable”.
Pucha, tenía años que no iba al estadio. Qué bueno que lo hice esa mañana del 20. Me divertí y me contagié del desmadre bien encaminado de jóvenes estudiantes. ¡Salud, siempre!