miércoles, 15 de mayo de 2019

CARTA A MARIANA, EN BUSCA DE UNA PALABRA




Querida Mariana: No negarás que la palabra Tregua es bonita. A veces, las palabras sirven para jugar. En programas bobos de televisión o en monólogos emplean personajes que confunden las palabras. Por lo regular los personajes son viejos o sordos que escuchan una cosa mientras se dice otra. Por ejemplo, si vos decís: “La palabra tregua es bonita”, yo, viejo sordo, escucho: “La cabra yegua es bonita” y pregunto: “¿Por qué la cabra se llama yegua?”, y vos reís.
Este recurso teatral proviene, tal vez, del dicho popular que dice: “El sordo no oye, pero compone”. Y la mejor prueba de esto fue Beethoven, sordo que compuso exquisiteces.
Pero decía que la palabra tregua ¡es bonita! Me gusta como suena: Tre – gua. Tal vez me gusta porque tiene la misma terminación que tiene la palabra agua, y agua también es una palabra sonora. Los niños pronuncian agua como si echaran a volar papalotes: “¡Agua, mami, agua!”, la pronuncian con urgencia, porque los calores son agobiantes y tienen sed; en cambio, los viejos (como yo comprenderé) pronunciamos la palabra como si el pozo estuviera seco: “A – gua”, la palabra se desliza como si estuviera en un charco. Los niños la pronuncian como si la palabra bajara en la cascada de El Chiflón. Ah, cómo se derrama.
Pero decía que la palabra tregua ¡es bonita! Sí, se confunde con la palabra yegua, o bien, empleamos ambas para rimar unos versitos, como los versitos que escribió Raymundo cuando presentó examen de Lexicología: “Me gusta la tregua / que hace tu cadera /cuando, sobre yegua, / azuzás la pradera.” ¿Mirás, tregua, yegua? Tregua tiene la misma terminación que agua, pero no puede rimarse con esta palabra, porque suena diferente; es decir, tregua suena igual que yegua, pero yegua y tregua no suenan igual que agua, a pesar de que tienen la misma terminación de gua, porque si a éstas vamos, entonces, agua debía rimarse con gua gua, sí, con perro. El versito de Raymundo decía: “Me gusta el gua gua / que tiene el tío Vito. / Cuando toma a-agua, a-gua / se le para el pito.” Tenía que decirlo así, a-gua, a-gua, para que rimara. Todos reíamos. Era una bobera.
Digo que me gusta la palabra Bobera, rima con espera y con pera. De niño me encantaba decir aquello de que “El que espera ¡desespera!”, era una rima facilona, bobalicona. ¡Sí, era una bobera! Pero, ¿sabés qué? Me encanta la palabra bobera, porque rima con chistera, y chistera es el sombrero de los magos, y los magos son escasos en el mundo. No todo mundo sabe hacer actos de magia. Mandrake (personaje de cómic, que leía en los años sesenta) era un mago. Como todos los magos vestía de manera muy elegante, casi siempre andaba de frac (con excepción de las mañanas en que iba a la piscina, acompañado por una serie de muchachas que tenían los mismos cuerpos que tiene la mujer más bella del mundo). El tal Mandrake era un sibarita. ¡Sí! Tenés razón, la palabra Sibarita también es una palabra bonita, porque suena con ésta: Sibarita, bonita.
He tenido el privilegio de conocer a dos o tres amigos sibaritas; es decir, gente que le gusta lo bueno, lo fino, lo exquisito. ¡Nacieron príncipes! Nacieron príncipes, sin necesidad de nacer millonarios, con lo cual digo que no se necesita tener mucha paga para tener buen gusto. Hay personas que visten con elegancia, con fineza (no como el boxeador “El Canelo”, que compró un pijama de muchos miles de pesos y que era de un pésimo gusto). Hay personas que convierten a la comida en un placer de los dioses y saben qué clase de vino va con qué clase de alimento. El versito de Raymundo decía: “Me gusta ser sibarita / y comerme tus bellos pies, / y jugar tu tutís con mi varita / al derecho y al revés.” Todos reíamos.
Pero, bueno, decía que me gusta la palabra tregua. No rima con agua, pero rima con yegua.
Posdata: Me gustan los juegos que jugamos cuando jugamos con las palabras. Las palabras son nuestras canicas, nuestra cuerda para saltar; las palabras son nuestras nubes y, al tirarnos sobre el piso y soltarlas al cielo, buscamos qué forma tienen. Por esto me gusta la palabra tregua, porque tregua es lo que nos damos cuando nos escapamos del tráfago de todos los días.
¡Sí! Tenés razón, Tráfago también es una palabra bella, rima con…