lunes, 15 de julio de 2019

CARTA A MARIANA, CON LISTA DE MATERIAS




Querida Mariana: Paso copia del certificado de primaria obtenido por mi papá. Es de 1924. Mi papá nació en San Cristóbal y, según este documento, cursó la enseñanza primaria elemental en la Escuela Particular de Niños, que estaba bajo la dirección del maestro José M. Santiago.
Llama mi atención que, en ese tiempo, el presidente municipal daba el Visto Bueno del documento. ¿Mirás que la primaria concluía en el cuarto grado?
No sólo conservo este documento, también tengo la boleta del cuarto grado con las calificaciones que obtuvo mi papá. No sé si haya sido el caso de todos los alumnos, pero mi papá obtuvo un “Bien” en canto (no debió ser muy bueno en eso de echar gorgoritos), pero en las demás asignaturas obtuvo “Superior”, que, si deduzco bien, era la calificación máxima. ¿Qué hay arriba de Superior?
Digo que conservo su boleta y de ella quiero hablar. Primero decir que el documento tiene fecha del 17 de noviembre; es decir, en 1924, el periodo de vacaciones abarcó noviembre y diciembre, porque la boleta tiene el siguiente aviso: “El día dos de enero de 1925 se abrirán las clases en este plantel.” ¡Uf, ya imagino el frío de enero en San Cristóbal, ese dos de enero!
Pero, lo que más llama mi atención es la lista de asignaturas. ¿Le querés echar un vistazo? Acá va. Los alumnos de cuarto grado de ese instituto, en 1924, llevaban las siguientes materias: Lenguaje, Escritura (separadas), Aritmética, Geometría (separadas), Elementos de Ciencias Físicas y Naturales, Instrucción Cívica (la asignatura que ahora quitan y ponen), Dibujo y Trabajos Manuales, Solfeo, la ya mencionada materia de Canto, Moral y Urbanidad (“La Cartilla Moral” que ahora distribuye el gobierno, cuyo autor es don Alfonso Reyes, aún no existía), Historia, Geografía, Ejercicios Físicos, Ejercicios Militares y Economía Política. ¡Pucha! ¿Cómo lo mirás?
En ese tiempo, más de la mitad de la población mexicana era analfabeta. Estaban por venir los esfuerzos educativos de Torres Bodet. Mi papá fue un niño privilegiado, porque tuvo la oportunidad de estudiar, y parece que tuvo conciencia plena de esa prerrogativa porque fue un niño aplicado.
¿Qué opinás acerca de la relación de asignaturas que recibían los alumnos de cuarto grado de primaria? ¡Cuarto grado de primaria! A mí me parece una carga académica muy completa. El conocimiento científico estaba equilibrado con materias que enseñaban urbanidad, más asignaturas dedicadas al arte y otras al cultivo del cuerpo. ¿Viste que recibían Economía Política?
Parece que sin necesidad de Reformas Educativas los maestros lograban transmitir conocimientos y normas de buen comportamiento.
Puedo decir que mi papá era casi casi una calculadora humana, era muy hábil para la matemática, esto le permitió desempeñar el puesto de corresponsal del Banco de México con gran responsabilidad; tenía una letra clara (con pocos errores ortográficos); y era un buen ciudadano. Sin duda que los cimientos recibidos en su casa y en la escuela hicieron que él no necesitara leer la Cartilla Moral, de Reyes.
No fue un gran lector, pero sí fue un lector muy atento. Poseía una gran capacidad de comprensión. Ahora sé que, en cuarto grado, su maestro José M. Santiago le impartió las materias de Lenguaje y Escritura (insisto, ¡separadas!). Debió tener una hora en que el maestro sacaba el libro de Lenguaje y hacía lecturas de cuentos y de poemas; asimismo, luego sacaba el libro de Escritura y los alumnos debían escribir dictados con letra clara y hacer ejercicios de creación.
¿Ahora? No sé cómo estará la relación de asignaturas para el próximo ciclo escolar, pero el año pasado las materias del cuarto grado fueron las siguientes: Español, Matemáticas, Ciencias Naturales, Geografía, Historia, Formación Cívica y Ética, y Educación Artística. No sé, pero se advierte que todo está junto. ¿Qué ves en Educación Artística? Pues un poco de dibujo, otro poco de danza, otro más de canto, un cachito de teatro y, tal vez, algo de música. ¿Solfeo? Ah, pues, seamos serios.
Posdata: Digo que mi papá no fue un gran lector, hubo pocos libros en casa, pero sí tuvo una gran capacidad de comprensión. Ahora, con frecuencia, me topo con alumnos que, en niveles superiores, son incapaces de comprender un párrafo. Quiero pensar que algo falla en el actual sistema educativo. ¿Qué? No lo sé. Sólo sostengo que antes, un niño de cuarto grado de primaria, tenía clases separadas donde estudiaba el lenguaje y la escritura. Ahora se lee poco y se escribe más poco. ¿Cómo estructuran sus ideas los alumnos actuales? Digo que no sé. Perdón.