viernes, 2 de agosto de 2019

UNA CIUDAD SIN IGUAL




Imaginá que te llamás Comitán, imaginá que sos Comitán. Serás ciudad faro en la geografía chiapaneca. Cuna de hombres y mujeres ilustres, como Belisario Domínguez; Rosario Castellanos; Pantaleón Domínguez, general que encabezó el batallón que apoyó la defensa de la república, en la batalla del cinco de mayo, en la ciudad de Puebla; y de Josefina García, mujer que tuvo un papel relevante en el movimiento de independencia de Chiapas, gesta libertaria que inició en esta ciudad.
Serás ciudad lámpara en la geografía chiapaneca. Cuna de orquídeas y del árbol llamado tenocté, que, cuenta la leyenda, cuando floreaba, las mujeres preparaban su maletía para huirse con el novio. Serás una ciudad generosa con los tuyos y con tus visitantes. Aún en épocas de calentamiento global mantendrás tu lugar como la ciudad con el clima más benigno de todo Chiapas.
El destacado poeta chiapaneco Balam Rodrigo ya explicó que sos una ciudad única en la república mexicana, porque, mientras en el norte y centro del país emplean el trato de tú y de usted, esta tierra posee un mojol de lujo que es el voseo. Comitán habla de vos, con un cantadito especial que la acerca a Argentina y Uruguay, pero que la hace diferente, porque, como dijo el poeta: Comitán no habla, Comitán canta cuando habla.
Serás la ciudad de remates visuales seductores, la del bulevar lleno de buganvilias, la que es punto de partida para lugares selectos de Chiapas, como Los Lagos de Montebello, Tenam, Chinkultic, La cascada del Chiflón y de la laguna Chucumaltic, lugar privilegiado para la práctica del buceo.
Serás la ciudad que Juan José Arreola definió como el pueblo de toboganes. Comitán, ciudad que la recordada cronista vitalicia de la ciudad, Lolita Albores, bautizó como Comitán de los tomates, porque los comitecos siempre dicen a sus invitados: Tomate una, tomate dos.
Serás la capital mundial del pan compuesto y de muchas delicias culinarias. Tus habitantes celebran la vida a través de los sabores. Siempre que un comiteco le pregunta a un amigo: ¿Querés café?, el amigo responde de inmediato: Pero, con pan. Los comitecos siempre buscan el complemento perfecto. Saben que todo tiene una pareja: La tortilla debe ir con asiento, que es la grasita que queda en el perol al cocinar el chicharrón de cerdo, bueno, de cuch; al servir una butifarra reconocen que el complemento ideal es una copita de buen comiteco, licor obtenido del aguamiel, savia del agave. Los comitecos disfrutan los llamados antojos, porque desde siempre se les antojó ser amantes de lo mejor de la vida. Cenan los mencionados panes compuestos, las butifarras, los paniteles, las tortas aderezadas con palmito y, por supuesto, los famosos huesos, que aún reciben el nombre de huesos de Tío Jul, para honrar a su creador. Los huesos no son más que chamorros de cerdo, pero los chamorros comitecos tienen un toque especial, son cocidos en yerbas de olor y se sirven con tostaditas, un agregado de verduras en vinagre, que se llaman picles, andá a saber por qué se llaman así, y una salsa roja que es hecha con chile especial, de donde adquiere el sabor tradicional.
No sólo es la gastronomía la especialidad de esta tierra, también son especiales los nombres que designan estas delicias culinarias. Ya dije que los chamorros se llaman huesos de tío Jul y un dulce tradicional se llama Africano. De esos nombres te sentirás orgullosa, porque serán parte de tu identidad, y no te interesará conocer el pensamiento de los visitantes cuando les ofrezcás para cena un hueso de tío Jul y como postre un africano. ¿Pensarán que los comitecos son caníbales?
Serás una ciudad faro. Sembrarás sueños y deseos, podarás las ramas oscuras que brotan, de vez en vez, en tus claros cielos. Serás, como dice la canción, una ciudad donde están los amores, los que quieren de verdad.
Te sentirás orgullosa cuando medio mundo grite: ¡Que viva Comitán!
Imaginá que te llamás Comitán, que sos Comitán. Será un lujo de tu imaginación.