sábado, 11 de abril de 2020

LECTURA DE UNA FOTOGRAFÍA




Es la avenida de un pueblo llamado La Trinitaria. La banqueta es irregular. Tiene una altura que no es apta para personas mayores. Más bien es como una banqueta para niños que juegan a saltar o para alpinistas expertos o para cafetaleros, porque los granos que ahí se ven desperdigados, en la terraza superior y la terraza inferior de esa banqueta pintada de rojo apagado, ¡es café!
No sé la fecha exacta de la fotografía, así como no sé cuándo es la época del secado del café. Los expertos tienen la respuesta a la pregunta: “¿Cuál es la época de la cosecha del café?”
Tampoco sé la procedencia de estos granos. Asumo, porque así lo dicta la razón, que el propietario de esa casa roja es, también, el propietario de los granos; es decir, la banqueta la emplea como una extensión del patio de su casa.
Se sabe que las banquetas son espacios públicos, pero ¿quién, en sus cabales, usa esta banqueta para caminar y llegar a la esquina donde, acá se ve, una camioneta da vuelta a la izquierda? Imagino, sólo imagino que cuando esta banqueta no es usada como patio para secado de café, los peatones no transitan por ella, al llegar a este precipicio prefieren ver hacia la derecha y si no advierten algún auto, cruzan la calle y caminan por la banqueta del frente, la que (imagino) debe ser menos temeraria. Esta banqueta es generosa en altura, pero no es generosa para el tránsito de peatones; esta banqueta es generosa para secado de café (ahora sí que de café de altura), porque, según se ve, este tramo de banqueta es el más alto de la calle.
Se advierte que la continuación de la banqueta, con las irregularidades que ahora tienen las banquetas de los pueblos de Chiapas, es más accesible para los peatones.
Digo que no sé si hay una fecha especial para el corte del café. Debe haberla. He leído algunas novelas, en entornos chiapanecos, donde aparecen los enganchadores, que eran personajes dedicados a contratar trabajadores para que, en una determinada época del año, fueran al corte de café en la costa de Chiapas. Sí, mi lógica de primaria, indica que hay una época de siembra, otra de cuidado para el crecimiento de la planta y otra, ¡bendito Dios!, para el corte.
Digo que no tengo la fecha precisa de esta fotografía, pero debió ser tomada cuando al propietario le llegaron los costales llenos de granos de café llevados desde alguna hacienda. ¿La zona de La Trinitaria es apta para el cultivo del café? Una vez, en el parque central de Comitán platiqué con un productor que, en una exposición de productos orgánicos de Chiapas, ofrecía bolsas de café. Él me explicó que el café denominado arábica crece en tierras con altura entre 800 y 2100 metros sobre el nivel del mar. La altitud de La Trinitaria es similar a la de Comitán, debe andar entre los 1500 metros sobre el nivel de mar, así que, es probable que este café banquetero sea de una zona cercana a la cabecera municipal. No lo sé. No sé si en la región de los Lagos de Montebello existen zonas para el cultivo de café. No lo sé.
Sólo sé que debe ser muy bonito que, después del secado, del descascarillado y del tostado, el dueño de estos granos de café invite a sus amigos a sentarse en esta banqueta, con los pies por encima del piso, a tomar una aromática taza de café. Tomar café banqueteado en esta banqueta generosa debe ser una cosa maravillosa. Los bebedores deben tomar una taza de café calentito, mientras platican, mientras ven cómo se asoma la tarde, mientras saludan a los que caminan por ahí y, ocasionalmente, se detienen un rato para comentar las noticias del día.
En La Trinitaria no hay muchas cafeterías. Tal vez la gente prefiere salir a la banqueta, sacar sillas y tomar café viendo la calle.
A la hora de esta fotografía ya no había sol, tal vez diez o veinte minutos después el propietario salió de su casa y guardó los granos. ¿En los asoleaderos de las fincas cafetaleras a qué hora guardan los granos? Cuando el cielo se nubla, como si fueran mujeres que pusieron a secar ropa, los hombres ¿salen corriendo de las barracas y levantan el grano para que no se moje? ¿Qué sucede si se moja el grano, si le cae un granizal? No sé. Nada sé del proceso del café. Y debe ser, porque (no sé por qué) nunca he tomado café. No soy de los comitecos que, en las tardes, piden un café con pan. ¡No! Una vez, en la Ciudad de México, de visita en casa de unos tíos, los primos y yo nos sentamos ante la mesa para cenar. La tía sirvió tazas de café a todos, cuando llegó a mi sitio, yo, como si fuera un príncipe (¡qué bobo!) moví la mano y dije: “No, tía, café no, yo tomo leche.” La tía (amorosa) entró a la cocina y calentó un vaso de leche, especial para Alejandrito.
Pero, bueno, a pesar de que durante muchos años tomé leche, tampoco soy experto en el proceso de la ordeña. Parece que mi vida está definida por la ignorancia, porque ahora que tomo agua de garrafón, tampoco sé, bien a bien, cuál es el proceso de la potabilización. ¿A quién agradecer la bendición de tener café, leche y agua potable en la mesa de la casa?
No creo que haya muchos pueblos en el mundo donde empleen las banquetas para secar granos de café. Esta banqueta es de un pueblo de Chiapas que se llama La Trinitaria. Es un pueblo insólito, único, hermoso.