miércoles, 1 de abril de 2020

CARTA A MARIANA, CON UN RECUERDO PERMANENTE




Querida Mariana: Ayer compartí en redes sociales un videíto con un poema de doña Lolita Albores, la cronista vitalicia de Comitán, quien falleció en 2006. Muchos amigos de las redes lo vieron y lo aplaudieron. ¡Sí! A los comitecos nos encanta reconocer las virtudes de doña Lolita, quien, sin ámpulas lingüísticas, ni formalismos pedantes, escribió de su pueblo (nuestro pueblo) de una manera sencilla.
El poema “Ya no eres la misma mi quinta avenida” da cuenta de las transformaciones que tuvo esa avenida con el paso del tiempo. El poema fue escrito en 1980; es decir, hace cuarenta años. Ella habla de la avenida donde estaba la casa de sus papás, casa que habitó de niña (por cierto, en estos tiempos, quien camina por ahí puede ver en dicha casa una placa que consigna que ahí vivió doña Lolita Albores, la cronista de Comitán). El poema termina así: “Pero no te olvido mi calle querida / y vives muy cerca de mi corazón, /todos recordamos lo que tú antes eras, / todos los que antaño vivimos allí.”
¿Mirás cómo son palabras sencillas? Pero son palabras que están iluminadas por el sol, palabras que tienen el calor del fogón de las casas de tiempos idos. El otro día me topé con Ángel, platicamos de doña Lolita y apareció este poema. Ángel dijo que estaba redactando un ejercicio similar con la calle que vivió de niño. ¿Mirás lo que inspira un texto sencillo? Sí, todo mundo puede hacer ejercicios similares. Esto contribuiría, sin duda, a rescatar la identidad de nuestro pueblo, porque ¡vaya que han cambiado las avenidas de nuestro Comitán! El maestro Temo Alcázar, cronista de nuestra ciudad, ha compartido en muchas ocasiones historias de las casas comitecas. Es un registro maravilloso, porque consigna (igual que lo hace el poema de doña Lolita) a los personajes que habitaban esas casas en los años de su infancia, qué había en esas casas y qué historias se tejían.
De igual manera sería sensacional que algún editor hiciera otra edición del libro de doña Lolita, porque es un testimonio muy valioso. Por ejemplo, doña Lolita, en este libro habla de los “Llanitos de mi pueblo”. Doña Lolita nació en 1918. Platica de los llanitos de Comitán de los años treinta, más o menos. ¿Cómo era Comitán en esos años? Doña Lolita se pregunta “¿Dónde está Yalcoc, Nicalococ y Cumpatá?” Los nombres, por fortuna, aún existen, pero muchos ya no sabemos bien a bien en dónde están esos lugares, que ahora ya no son llanitos, ya están llenos de casas. Amín Guillén, cronista de Comitán, de vez en vez nos cuenta anécdotas y datos históricos de esos lugares y nos ayuda a reciclar la memoria y el recuerdo. Doña Lolita cuenta que en esos llanitos (Yalcoc, Nicalocos y Cumpatá. ¡Ah, qué nombres tan bonitos!) jugaban “Chepe loco”, volaban “papalotes con soltadas” y se bañaban “en las turbias aguas de sus lagunitas.”
¿Alguien juega ahora Chepe loco? ¿En qué consistía ese juego? Doña Lolita y sus amiguitos iban a esos llanitos y volaban papalotes con soltadas. Yo he visto volar a los papalotes, pero no sé en qué consiste esos de “las soltadas.” Bueno, puedo imaginarlo, puedo decir que cuando los papalotes estaban encumbrados, a la cuenta de uno, dos, tres, los niños soltaban las cuerdas y ganaba el que llegaba más lejos. Pero esto que digo es producto de mi mera imaginación. En realidad, quién sabe cómo era.
¿Mirás a todo lo que invita el libro de nuestra cronista? Por eso comencé a subir videítos con algunos textitos escritos por ella, sólo para compartir, sólo para refrescar la memoria, sólo para rendir un homenaje permanente a esa mujer que fue (y es) muy querida en toda la región.
Posdata: Doña Lolita termina el texto de Los llanitos, de la siguiente manera: “¿Cómo cambió tu estampa Comitán? Te quitaron la enagua y el rebozo y te pusieron short.” Esto lo escribió en 1985. ¿Cómo ha cambiado el Comitán de ese tiempo a este de 2020?