sábado, 29 de agosto de 2020

CARTA A MARIANA, CON UN ABRAZO INFINITO




Querida Mariana: el lenguaje se transforma. Es un ente vivo. El otro día recibí un mensaje de mi amigo, el poeta Gustavo Ruiz Pascacio, Voz Mayor de Chiapas, y en su despedida me envió un “Abrazoom”. Palabra simpática que debe ser creación de él. Es un neologismo, una palabra compuesta, que une al abrazo con el zoom. Esta nueva palabra es signo de estos tiempos, donde la aplicación zoom se ha convertido en cosa de todos los días. Muchos maestros, en este ciclo escolar, hacen uso de esta aplicación para impartir sus clases a distancia. Ah, es simpático ver las fotografías con cincuenta cuadritos, donde todos los alumnos están atentos a las indicaciones del maestro. Cuando la clase termina, ¿cómo se despiden? Tal vez se envían un abrazo virtual; es decir, un abrazoom.
Los mexicanos somos querendones, nos encanta andar abrazando a los otros y ahora, con esta pandemia, debemos evitar esas muestras físicas de cariño. Una de las canciones de Chico Che dice: “En dónde te agarró el temblor”. Ahora, la pregunta es: “En dónde te agarró la pandemia”, porque muchas parejas viven juntas la cuarentena, pero a otros, la pandemia los cogió separados, han tenido que hacer uso de los chunches tecnológicos para estar en comunicación. Benditos los primeros, porque, al estar juntos, resguardados, casi garantizan estar libres de contagio del virus y se dan abrazos físicos y se besan y se dicen que se aman; pero ¿los otros? ¿Qué pasa con los que están distantes? ¡Ay!, a ellos no les queda más que enviarse un abrazoom, y, si tienen limpia la conciencia, se mandan fotos íntimas.
Cuando leí la nueva palabra de Gustavo supe que muchos otros compas también se están enviando abrazos virtuales que entran en diversas categorías. Vos y yo y medio mundo sabemos que no todos los abrazos son sinceros. Muchos abrazos están vestidos con piel de oveja, pero vienen de lobos y lobeznos. Por eso, yo nunca he sido muy abrazador ni dejo que me abracen, porque hay abrazos que duelen, no físicamente, sino en lo moral. Tené cuidado. No todo abrazo es un abrazoom en buena onda, ¡no! Hay nuevas modalidades de abrazos que no hacen bien al alma. ¿Te cuento?
Bueno, pues hay una categoría que se llama “abrazona”, que es el abrazo que envían todos aquellos que extrañan las noches cuando, en compañía de los amigos, ya un poco bolos hacían una visita a lo que acá en Comitán llamamos Zona Rosa. ¡Pucha! El abrazona es exclusivo para las muchachas que venden su cuerpo, así que si algún maldoso te quiere enviar un abrazona ¡mandalo a volar!
¿Quién manda un “abrazopilote”? Ah, pues el compa que siempre ha sido un carroñero, el que te abraza, pero, como Judas, no es sincero; es el clásico que se alimenta de materias putrefactas, el que, cuando estás en un aprieto, está presente, pero no para tenderte la mano, sino en espera de tu desfallecimiento.
¿Y el “abrazombie”? Ah, pues su nombre lo dice, es el abrazo que te da aquel compa que, como dicen ustedes los chavos, es un amigo tóxico, el que siempre es pesimista, que no le encuentra motivos de alegría a esto que llamamos vida. Sí, el muerto viviente da un abrazombie, es un abrazo que no es cálido, al contrario, trasmite el frío de la cámara donde conservan los cadáveres que no son reclamados. ¡Qué miedo! Escapá como cachinflín de este tipo de abrazo helado.
El “abrazodiaco”, como su nombre lo indica, tiene diversas connotaciones y depende del signo zodiacal que tiene quien te lo envía. Según Daría, quien es una mujer que lee cartas, que sabe leer los designios divinos en las palmas de las manos, si el abrazodiaco te lo da un Aries te está diciendo que pronto tendrás nuevos retos; pero si el abrazodiaco te lo manda un Géminis, tené cuidado, porque el Géminis es manipulador y puede llevarte al baile sin que vos lo querás. Recibí con todo gusto un abrazodiaco de quien es Leo, porque los leo son líderes naturales y gozan de la vida, son sinceros. ¿Qué signo zodiacal es tu novio? ¡No! No me lo digás. Buscá cuáles son sus características y pensá si te conviene que te envíe un abrazodiaco (bueno, vos no necesitás abrazos virtuales, porque gracias a Dios, la pandemia los encontró juntos y han estado juntos en casa, salvaguardando su salud y dándose besos y abrazos físicos, bien sabrosos. ¡Ya, ya! ¡Basta! No contés dinero frente a los pobres.)
También debes tener cuidado con el “abrazoo”, porque incluye a todos los animales que andan en el zoo (zoológico le llamamos en español). Un abrazo de gatito no es lo mismo que un abrazo de su primo mayor ¡el tigre! Un abrazo de un monito no es lo mismo que un abrazo de su primo mayor ¡el chimpancé! Tené cuidado con el abrazo del oso. Yo tengo un amigo que pesa más de cien kilos y tiene unos brazos como bates gordos de aluminio. Cuando me encontraba con él en la calle yo le huía, desde lejos lo saludaba, porque él tiene la costumbre ingrata de dar lo que llamamos abrazo del oso, con sus dos brazos te aprisiona del cuerpo y te levanta. Lo hace para demostrar su cariño, pero uno termina como gallina deshuesada.
El abrazo bonito es el “abrazompopo”. ¿Recordás que zompopo es uno de los nombres que tiene lo que nosotros llamamos tzisim? Ese sí es un abrazo bonito. Claro, te lo tiene que dar alguien que sea tu afecto. ¿Cómo es el abrazompopo? Te pregunto: ¿Cuál es la parte más sabrosa del tzisim? ¡Ah!, ya diste, ¿verdad? Sí, el abrazompopo es lo que los perversos (como el Molinari) llaman de “cajoncito de cerveza”. Bueno, acá, insisto, debe ser dado por alguien que no sea morboso y lo haga sólo para disfrute de la vida.
¿Mirás cuántas nuevas categorías de abrazo? Esto es porque ahora no podemos darnos el abrazo común y corriente, el abrazo que ahora anhelamos tanto.
Hay amigas que, instaladas en la nostalgia, escriben en las redes sociales que serían felices si pudieran volver a abrazar a sus abuelas ya fallecidas. Extrañan esos abrazos físicos que les daban a sus abuelas al regresar de la escuela y hallarlas sentadas en un butaque bordando alguna tela. Ahora entendemos esa cuerda de nostalgia, porque, sin que estén muertos, muchos viejos no pueden abrazar a sus nietos, no es conveniente, no es prudente. Por ahora (y quién sabe por cuánto tiempo más), los abrazos físicos deben detenerse. Dichosa vos que estás en casita con tu novio, dichosos ustedes que tiquitiqui tiquitiqui. Dios les conceda mucha salud, Dios les siga enviando la bendición de la cercanía física y espiritual, por siempre. Dios permita que se sigan apapachando sin restricciones.
Mientras tanto, insisto, tené cuidado con los abrazos virtuales que te envían. No todos son bien intencionados.
Por supuesto que, como es virtual, no crean mayor incomodidad, pero recordá que siempre es bueno estar rodeado de gente positiva, de gente que te manda buenas vibras y no sentimientos negativos.
No le hagás caso a un “abrazopenco”, eliminalo en cuanto lo recibás y si es posible eliminá también de tu lista de contactos a ese tipo ingrato. Lo mismo debés hacer, por favor, con el “abrazonzo”.
En cambio, si al abrir tu Facebook hallás un “abrazócalo” recibilo con los brazos abiertos y con la sonrisa de hamaca colgada en tu carita. Sí, el abrazócalo está lleno de historia, de aire, de globos azules y de palomas que picotean los granos de arroz que les avienta el viejo con bufanda.
El “abrazozobra”, puede confundirte, porque parece ser el abrazo que sobra, ¡no!, es el abrazo que zozobra, el que puede enviar a pique el espíritu, pero también es un recordatorio de la fragilidad del ser humano. Un abrazozobra, si es enviado por un espíritu fuerte, sólo te está diciendo que debés conservar la calma en medio de la tormenta, que debés, como Odiseo, amarrarte al palo para evitar caer bajo el influjo del canto de las sirenas. Ahí sí tenés que usar toda tu inteligencia para analizar si lo recibís o mandás su barco a pique.
Sé que vos también sos selectiva para el abrazo: ni dejás que te abrace cualquier individuo ni andás abrazando al primer tipo que se para frente a vos. El abrazo es necesario para el ser humano, pero, por lo mismo, hay que tener cuidado al darlo y al recibirlo. Es un intercambio de energías, es un puente de luz que tiene sus cimientos en cada orilla, en cada apapachador.
Posdata: Mi amigo Gustavo me envió un abrazoom y pensé que era una palabra simpática, una nueva palabra, acorde con estos tiempos donde la virtualidad ha sustituido, en mucho, a la realidad real. Estamos inmersos en un mundo donde la virtualidad nos permite comunicarnos y abrazarnos.
Que Dios siga permitiendo que los abrazos que le das a tu novio sean presenciales, enjundiosos, con aroma a durazno.