lunes, 14 de diciembre de 2020

CARTA A MARIANA, CON SENTIDOS CON SENTIDO

Querida Mariana: el maestro Rubén con las palabras, una vez, en un pasillo de la universidad me detuvo, me dio un abrazo y me dijo: “De todos los sentidos, ¿cuál es tu consentido, el que, para vos, tiene más sentido.” ¿Mirás qué genialidad? En ese momento, mientras dos compañeras esperaban que el maestro dejara de abrazarme y siguiéramos nuestro camino hacia la cafetería, titubeé y dije que su pregunta era una pregunta con mucho sentido y que, en ese instante, apreciaba el sentido del tacto, por su abrazo, el sentido de la vista, por verlo, y el sentido del oído por oír su pregunta muy cerca de mi oído. Laura rio y dijo que el sentido del gusto nos esperaba en la cafetería, el maestro Rubén me soltó de su abrazo, sonrió y dijo que en la cafetería también gozaríamos del sentido del olfato y me dio una palmada en la espalda y nos dijo: Buen provecho, muchachos, y siguió su camino. Lo vi alejarse con su camisa a rayas, su pantalón color ostión y sus zapatos cafés. Hoy recordé esa pregunta, porque en el Imaginá que te llamás estuvo con nosotros la maestra Martha Aurora Avendaño Román, mera comiteca, del barrio de San Sebastián (ahora tiene su consultorio en el barrio de Nicalococ). Aurorita tiene una maestría en Audición y Lenguaje y es directora general de Auditivos de Comitán, institución que se encarga de atender a todas las personas con problemas de audición. Sí, Aurorita atiende uno de los sentidos del ser humano: el oído. Por eso, cuando ARENILLA-Video invitó a Aurorita a jugar el Imaginá que te llamás, pensamos que debíamos hacer una pregunta con sentido, con su sentido consentido, y le preguntamos: Imaginá que te llamás oído, ¿en dónde te gusta estar para oír el argüende? En cuanto Aurorita escuchó nuestra pregunta, nosotros, gracias a ese genial sentido, oímos su respuesta. Acá está, querida Mariana, oíla: “Antes de la pandemia me gustaría estar en los parques, en el de Santo Domingo, en el de San Sebastián, para escuchar la plática de las personas mayores que se sientan en las bancas a contar sus historias, a recordar su época, así también a los enamorados que se dicen palabras agradables y bonitas; también la sonrisa y la alegría de los niños jugando, ahí es en donde me gustaría estar, en la salida de las iglesias, cuando las familias se encuentran y los amigos y las amigas y platican y se saludan. Antes de la pandemia, porque después de la pandemia me gustaría estar en el Facebook, en Tik Tok, en Youtube, donde podemos estar al tanto de las noticias, de lo que pasa en nuestra ciudad, acá en Comitán y en todo el mundo; además de escuchar el piano de Arturo Aquino, nuestro paisano, y enterarme que Lety Bonifaz, también nuestra paisana, ha sido nombrada como integrante del Comité contra la Discriminación de la Mujer. ¡Ahí me gustaría estar!” Sí, el juego que Aurorita jugó, nos permite abrir la ventana y reconocer la bendición de la naturaleza del maravilloso sentido del oído. ¡Ah, cuántos prodigios podemos vivir gracias a ese bendito don de escuchar! Quienes poseemos, gracias a Dios, ese don podemos escuchar la música genial que creó un genial músico que perdió el don de escuchar, pero no el don de crear: Ludwig Van Beethoven. La segunda pregunta para Aurorita fue: Imaginá que te llamás oído, ¿cuál de todos tus elementos es el más importante? Y esta fue su puntual respuesta: “Uno de los elementos más importantes en mí, como oído, es que, a través de mí, el ser humano adquiere su lengua materna. Todos los sonidos entran por mí, el oído, y desde el exterior que tengo, la aurícula, que comúnmente le llaman oreja, capta como una antena parabólica los sonidos y pasan a través del conducto auditivo moviendo el tímpano, los huesecillos y el sonido llega hasta el oído interno, y de inmediato, a través del medio auditivo al cerebro, que es donde se procesan los sonidos que se escuchan; es como a partir del quinto mes, en el seno materno, que un bebé escucha a través de mí, y así es como va aprendiendo el lenguaje oral, éste es muy importante porque también va enriqueciendo el aspecto cognitivo de las personas. A través de mí podemos disfrutar del sonido de los pájaros, de las voces, distinguir el timbre y el tono del sonido, distinguir las voces de nuestros familiares, de extraños y un sinfín de conocimientos podemos adquirir a través del oído, por eso es muy importante que lo cuidemos, que no metamos objetos, como ganchitos u objetos extraños que puedan dañar al oído, así también debemos cuidarnos, ante cualquier molestia o dolor, pues acudir al médico, en este caso el especialista en el oído, que es el otorrinolaringólogo, y si empiezo a detectar que ya no estoy oyendo bien, la persona debe ir de inmediato a hacerse un estudio audiométrico, con un audiólogo o un audioprotesista que le pueda orientar qué hacer para prevenir problemas en su comunicación. Así que soy una parte muy importante del ser humano.” Posdata: ¡Qué bonito jugó Aurorita! Me encantó eso de que la oreja es como una antenita parabólica que detecta todos los sonidos y, a través de un proceso admirable, llegan a nuestro cerebro donde adquieren sentido. Sí, gracias al oído escuchamos el maravilloso sonido del agua al fluir por un arroyuelo y, también, algunas pendejadas que nos cuentan amigos lejanos o cercanos. ¡Genial!