viernes, 18 de diciembre de 2020

CARTA A MARIANA, CON UN RECUERDO

Querida Mariana: Julio Palacios de León subió esta fotografía en redes sociales. Dijo que es una fotografía de la primavera de 1973. Trepado sobre el jeep, haciendo la señal del amor y paz con la mano derecha, va el Rey Feo de ese año, Cándido Alfaro Pulido, quien, lamentablemente, falleció esta semana en la Ciudad de México. Cándido fue mi compañero en la preparatoria, estudió en la Ciudad de México y, ya odontólogo, se quedó a radicar allá, ciudad gigantesca donde falleció. Cuando se supo la noticia, Cothy Soto recordó que hace cosa de uno o dos años, Cándido estuvo en Comitán, ella lo saludó en el patio central del Centro Cultural Rosario Castellanos, lugar donde anteriormente estuvo la preparatoria. Cándido llegó a recordar los tiempos de los años setenta, años donde los jóvenes usábamos el cabello largo, hacíamos el símbolo del amor y paz, calzábamos zapatos con plataforma, vestíamos camisas con impresos sicodélicos y pantalones acampanados. Sí, Cándido era quien usaba los pantalones más acampanados, al caminar era como si esas campanas avisaran que ahí iba él. La fotografía, entonces, fue tomada hace cuarenta y siete años. Uf. Toda una vida. Las dos chicas bonitas que caminan al frente son Zoraida Rivera y María del Rosario Bonifaz. Zory es, hoy, una destacada maestra que hace y enseña exquisitos trabajos de deshilado; y la poeta María del Rosario es la secretaria del Medio Ambiente e Historia Natural, del gobierno del estado de Chiapas. Julio también identificó a las muchachas bonitas que visten calcetas blancas: Kena Gómez Pinto y Rosita Gordillo Argüello. Sí, querida Mariana, eran, también, tiempos de minifaldas. Kenita usa un vestido muy por encima de la rodilla. ¡Ah, eran tiempos prodigiosos! Acá se ve que al paso del contingente, quienes estaban en sus casas o en sus tiendas salieron a ver el argüende. Las chicas mencionadas van muy tranquilitas, pero ya donde está el auto con altoparlante, se ve a dos estudiantes trepados en caballos. Julio recordó que salían a hacer “captura” de burros para usarlos en el desfile. Sí, atrás venían los muchachos que hacían más relajo, que tiraban harina para empanizar a los espectadores. Todo, eso sí, en un ambiente de fiesta, sin causar mayores disturbios. Cuando compartí la publicación, alguien me preguntó qué calle era. No di a la primera, pero luego puse atención al letrero que está en la casa de la esquina y alcancé a leer: “Casa Lucha”. Le llamé por teléfono al maestro Temo Alcázar, cronista de lujo de nuestro pueblo, y él corroboró lo que Francisco Domínguez, creador de la página Imágenes Históricas, Leyendas y Personajes de Comitán, escribió el 19 de octubre de 2016: “Yo compraba casi todo en “Casa Lucha”, que era la tienda de doña María y de don Roque, en la esquina de mi casa, en el barrio de El Calvario.” El maestro Temo aclaró que así se llamaba, porque Lucha se llama una de las hijas de don Roque y de doña María. Ahora, tengo que darte la referencia, es la primera avenida poniente norte, frente a donde está EXA FM 95.7. Ahora la “Casa Lucha” es la “Zapatería 4 Hermanos”, de la familia Pérez García. Cuando Francisco Domínguez era muchachito esta avenida era la quinta avenida, la famosa quinta avenida donde vivió la tía de Francisco, nuestra querida cronista vitalicia, doña Lolita Albores. Gracias al recuerdo de Francisco y del maestro Temo no hay pierde y acá, qué bueno, gracias a Julio Palacios, tenemos un registro fidedigno de cómo era la “Casa Lucha”, en los años setenta. Ahora esas tres puertas tienen cortinas y, en el interior, aparadores que exhiben calzado. Posdata: Sí, yo también, de niño acompañé a mi papá a la “Casa Lucha” a comprar abulón y latas de anguilas que nos encantaba comer. Incluso, en una ocasión, él me compró unos cuadernos engrapados para la escuela. Como muchos comitecos, lamenté la noticia del fallecimiento de mi ex compañero de la preparatoria, el doctor Cándido Alfaro Pulido. Su sobrina Karina me comentó que estuvo en nuestro pueblo en fecha reciente, en octubre de 2020, vino a hacer arreglos a una casa que posee en Comitán. Ya jubilado, pensaba regresar a vivir al pueblo que lo vio nacer. La dolencia física que padecía le impidió cumplir su sueño. ¡Que viva nuestro Rey Feo de la Primavera comiteca de 1973!