domingo, 4 de junio de 2023

CARTA A MARIANA, CON UN ABRAZO

Querida Mariana: falleció un gran amigo de Comitán: Don Saúl León de Ross. Tal vez muchos comitecos no lo identifican. Él estudió, en los años cincuenta, la educación secundaria y el bachillerato en nuestro pueblo. En los años setenta estuvo de moda en Comitán una canción que grabó el cantante Ramiro Soto Crócker que se llama “Ángel o mujer”, la canción es bella y la interpretación de Ramiro es soberbia. Don Saúl fue el autor de esa canción. Falleció el autor de esa canción, falleció en los últimos días del mes de mayo de 2023. Digo que tal vez muchos comitecos no tienen esa referencia musical, porque hoy los medios de comunicación nos tienen atrapados en las redes de Peso Pluma. ¡Dios mío! En junio de 2014, Paty, editora ejecutiva de Arenilla, entrevistó a Don Saúl León de Ross, gran amigo de Comitán. Ahí, Don Saúl dijo que nació en Motozintla, pero a Comitán le dedicó una canción que, al estilo de Rosario Castellanos, la llamó “Balún Canán”. Don Saúl se unió a Don Roberto Cordero Citalán, quien, sin haber nacido en nuestro pueblo, compuso lo que ahora se reconoce como el himno nostálgico: Comitán, Comitán de las flores, donde están mis amores… Pero Don Raúl no sólo canciones dedicó a nuestro pueblo, él fue uno de los principales promotores de los discos que Doña Lolita Albores hizo famosos. Esos discos de picardías comitecas son conocidos como los discos malcriados de Doña Lola, nuestra amada cronista. A Paty le confesó Don Saúl: “…por un lado está la satisfacción de haberla dado a conocer a nivel nacional, por decirlo así, por haber grabado sus cuentos; y por otro lado la pena de muchas majaderías que se colaron por ahí…” La querida amiga, gran artista musical de Comitán, Sonia Conde le hizo arreglos a varias canciones de Don Saúl; Carlos Gordillo, otro gran artista comiteco, también tuvo relación musical con el compositor motozintleco; asimismo el gran cantante Roberto Gordillo. Pero no sólo tuvo relación con artistas musicales, Don Saúl prodigó su afecto con muchas personas de este pueblo, quienes, sin duda, lamentan ahora el fallecimiento del compositor. Paty le preguntó, hace once años, si extrañaba a Comitán y él dijo: “…recuerdo todo de Comitán: las fiestas, las botanas, los paseos, las marimbas. Los amigos comitecos, los hermanos comitecos no se pueden olvidar. La verdad es que Comitán tiene lo suyo y uno se enamora perdidamente. Yo llegué a los once años. Aquí aprendí de todo. Las primeras cosas que hice en mi vida las hice en Comitán, entonces cómo voy a poder olvidarme, ¡jamás!” ¿Mirás lo que dijo? Acá en Comitán hizo muchas de las primeras cosas que se hacen en la vida. ¡Pucha! No estuve presente en la entrevista que Paty le hizo. Le habría dicho a Don Saúl que no debía apenarse de las majaderías que se colaron en los discos de Doña Lolita, porque son la esencia de nuestra forma de ser, de ser transparentes, limpios; el profundo modo de gozar la vida, de mirarla, tal como recomendaba mi querido Julio Cortázar: en mangas de camisa, sin pretensiones mamilongas. Posdata: gloria eterna a este gran amigo de Comitán y de muchos comitecos de bien. Don Saúl se daba sus escapadas y venía desde el lugar donde radicaba, venía para seguir abonando el árbol de la amistad, para echar la botana con los amigos, para escuchar la marimba. A mí me encanta su declaración ambigua, pero certera: Comitán tiene lo suyo. Vos y yo y medio mundo sabemos que esto es cierto, nadie puede definir con precisión cuáles son los dones de este pueblo, pero todos reconocen eso, que Comitán tiene lo suyo, no lo robó de algún otro lugar, no lo tomó prestado, Comitán es un pueblo genuino, este pueblo envía un abrazo hoy a uno de sus mejores amigos: Don Saúl León de Ross. ¡Tzatz Comitán!