sábado, 3 de junio de 2023

CARTA A MARIANA, CON UN PUEBLO LLENO DE HISTORIA

Querida Mariana: el 29 de mayo 2023, Paty, editora ejecutiva de Arenilla, y yo estuvimos en La Trinitaria, pueblo que actualmente vive una época de esplendor. Estuve en la antigua Zapaluta porque asistí a la presentación del libro “Génesis. Fundación de La Trinitaria”, de mi admirado amigo el maestro Benito Vera Guerrero, cronista municipal de la entrañable tierra de Fedro Guillén. No pudimos entrar con el tsurito por la calle central, porque la feria está a todo lo que da, y, como es costumbre, en esa calle colocan puestos con diversas ventas y juegos, el tiro al blanco, la pesca de pececitos, juguetes de plástico, dulces, semillas, elotes hervidos, micheladas, tacos, garnachas. Dimos una gran vuelta y dejamos mi tsurito con mi amigo Don Marín Gutiérrez Villatoro, quien hace favor de darle una lavadita al empolvado carro. ¿Te cuento un secreto? Bueno, no es secreto de estado, es cosa intrascendente, pero te lo cuento a vos: sólo cuando voy a La Trinitaria llevo mi carro a que le den una chaineada, una lavadita. Cuando regreso del mandado y subo al auto, parece que trepara a un modelo del año. Imaginá que no barrés tu recámara durante un año, ¿cómo la mirarías después de una limpieza general? Pues así veo mi auto, mi querido amigo Marín lo deja como nuevo. Casi casi me da ganas de decirle: nos vemos dentro de un año. Dejamos el carro y caminamos hacia el salón que está en el Parque Hundido, espacio donde fue la presentación del libro. El maestro Benito comentó que ese parque es un prodigio arquitectónico. En efecto, frente al templo está el parque con su kiosco y toda la cosa, pero luego bajás por una escalinata sencilla y llegás a otro parquecito donde está el salón y unos sanitarios, pero la cosa no termina ahí, bajás otras escalinatas y llegás a un pasillo que une a diversas oficinas del ayuntamiento y las instalaciones de la radio Brisas de Montebello, donde tengo buenos amigos, comenzando con mi amiga Lupita Albores, actual directora. ¿Sabías que la poeta Marvey Altuzar Figueroa fue directora de la radio por algún rato, hace tiempo? También Mario Milton, que en paz descanse, lo fue. Y también estuvo como director el recordado maestro Juan Manuel González Tovar, el maravilloso Puma. Sí, el parque de La Trinitaria es un parque insólito, genial, como genial es la gente que habita el pueblo. Siempre que voy a La Trinitaria disfruto andar por sus calles. Nunca falta el remate visual que me deslumbra. Esa tarde (no lo he dicho, querida mía, pero la presentación inició más o menos al cuarto para las cuatro de la tarde) tuve grandes deslumbres, el primero fue al caminar por una paralela a la calle central y toparme con un patio donde, al fondo, estaba una buganvilia del color que prefiero, el color fucsia. Era una imagen bellísima, un enormísimo árbol que se desparramaba con alevosía; el complemento era que en la parte de abajo se descolgaba algo como una cascada de pashte o algo similar, el contraste era casi divino. Me encantó que el portón estuviera abierto de par en par, esto habla de la generosidad del pueblo trinitarense, todos los peatones podemos recibir esa bocanada de bendiciones. Los comitecos ya no gozamos de estos prodigios, porque la mayoría de casas tienen altas bardas y los jardines sólo están reservados para sus moradores, a veces, gracias a Dios, todavía vemos buganvilias que se encaraman a las bardas y desde sus copetes nos alegran la mirada. Todo fue un acto monumental. En plena feria de la Santísima Trinidad ocurrió un acto cultural de gran relevancia para el pueblo y para todo Chiapas. Antes de entrar al salón (a las tres y cuarto ya estaba casi lleno) saludamos al maestro de la comunicación Rubén Arres y al gran fotógrafo César Pérez. Entramos al salón y nos sentamos hasta atrás, al lado de una ventana, donde corría un viento agradable y se podía ver abajo, en la calle, la rueda de caballitos y otro juego con helicópteros. Ahí estaba la síntesis de la maravillosa dualidad que ocurrió en el salón: el vuelo por los aires del conocimiento y el movimiento sobre la tierra generadora. En el acto hubo invitados de lujo: el Conta Ervin, presidente municipal de La Trinitaria; Doña Ruby López, Directora del DIF Municipal; el sacerdote Rafael Alberto; algunos integrantes del cabildo; mi amigo Baltasar, escritor de la comunidad de Juncaná; los poetas Arbey Rivera, Sergio Peña e Ismael Pérez Vázquez; y el cronista vitalicio de Comitán, el arquitecto Pepe Trujillo. En su intervención, el presidente municipal dijo: “nos sentimos muy orgullosos que (el maestro Benito) haya aceptado ser nuestro cronista municipal”. ¡Sí! El presidente no se equivocó al nombrar al maestro Benito como cronista municipal, él es un hombre amante de su pueblo y ha dedicado gran parte de su vida a hurgar en archivos, a platicar con gente de conocimiento para apuntalar una historia sensacional. El libro que presentaron esa tarde fue una publicación del Ayuntamiento Municipal de La Trinitaria. Quienes participaron al final de la presentación, personas de la audiencia, coincidieron en elogiar el trabajo del cronista municipal y en reconocer el talento del presidente municipal al apoyar las manifestaciones culturales de trascendencia. Por eso digo que, actualmente, el municipio de La Trinitaria vive una época de esplendor. El libro que esa tarde se presentó es una hoja más del gran libro zapaluteco, libro que confirma la tradición: La Trinitaria es un pueblo de gente culta y trabajadora. Y como si fuera poco, el maestro Benito comentó que la fotografía de portada es obra del genial fotógrafo Francisco Javier Santiago Pinto, cronista gráfico del pueblo, hombre de gran capacidad. El maestro Santiago Pinto también estuvo entre los invitados de lujo. Por eso digo que esa tarde fue como un crisol donde se unió harta crema y nata intelectuales. ¡Qué prodigio! Todos acudieron a ser testigos del acto glorioso donde el maestro Benito explicó cómo, desde 1994, al escribir una monografía del municipio se le clavó una espinita que se traduce en una pregunta esencial: ¿cuándo fue la fundación de La Trinitaria? Bueno, pues desde ese año hasta el 2023 se dedicó, en cuerpo y alma, a hurgar en documentos. Como un Sherlock Holmes científico se propuso hallar el dato para entregarlo a su pueblo, y esa tarde, querida mía, esa tarde, el maestro Benito Vera Guerrero, sorprendió a todos los asistentes al dar la fecha precisa. Fue emocionante seguir los vericuetos que caminó el maestro, que tiene 91 años de edad. Él dijo que ya es un hombre nonagenario; es cierto, tiene más de noventa años, pero esos años sólo han servido para darle lustre y brillo a su mente. Quienes participaron al final de su exposición no dudaron en decir que él había impartido una cátedra esa tarde. La audiencia fue un grupo de alumnos sorprendidos ante su lucidez intelectual. Rocío López, quien fungió como maestra de ceremonias, leyó la ficha biográfica del maestro y dijo que el cronista fue, durante muchos años, maestro de matemáticas. Esta pasión por la ciencia lo llevó a descubrir, bajo el sistema de restas, la fecha exacta de la fundación de su pueblo. ¿Mirás lo que eso significa? El maestro Benito entregó a su pueblo la fecha de la fundación. Como el instante donde los antropólogos descubrieron la tumba del Rey Pakal, por ejemplo, los asistentes al acto fuimos testigos de un momento brillante en la crónica chiapaneca, instante donde una verdadera labor de investigación rindió fruto. Durante más de veinticinco años, el Sherlock Holmes de la investigación zapaluteca estuvo enredado en esta labor y la tarde del 29 de mayo dio a conocer que su pueblo, La Santísima Trinidad de Zapaluta, fue fundado el 15 de junio de 1579. ¡Qué gran momento vivimos! Posdata: quienes lean el libro se enterarán, en voz de su autor, del recorrido intelectual que lo llevó a ese gran descubrimiento. Fue una tarde sensacional, una bellísima tarde de festejo, uno más de los muchos que organizaron para celebrar a la Santísima Trinidad. Sin duda, el más relevante de todos los actos celebratorios, el más importante. Escuchamos interpretaciones musicales de un gran grupo: Collage 23, integrado por los destacados músicos: Armando Pérez (piano), César Regalado (congas), Jesús Pérez (trompeta), Manuel Hernández (sax), Javier Gordillo (bajo), Chus García (vocalista), y Armando Pérez junior (batería). ¡Sensacional! ¡Tzatz Comitán!