martes, 20 de junio de 2023
CARTA A MARIANA, CON UNA GENERACIÓN DE LA MARIANO
Querida Mariana: te paso copia de esta maravillosa fotografía. Me la envió mi apreciada amiga Gloria Ruiz Albores, hija de don Carlitos y de doña Piedad. En cuanto la recibí le pedí permiso para pasarte copia y lo autorizó.
La generación de secundaria 1970 – 1973 cumplirá en este 2023 cincuenta años de egreso del Colegio Mariano N. Ruiz. Estos Marianitos se reunirán el 24 de junio del mismo año, para asistir a una misa en la parroquia de San Sebastián y luego desayunarán en el patio de la institución, donde ahora está la sede del nivel de primaria y en aquellos años también acudían ahí los chicos y chicas del nivel de secundaria.
En cuanto vi la foto de generación mi corazón, veleidoso, se alegró y también se apachurró, porque el 24 de junio esta generación celebrará la vida, pero asimismo extrañarán la presencia de quienes ya no están vivos. Comencé a hacer el registro de los maestros vivos y los ausentes. En el lado izquierdo hay dos maestros vivos (la maestra Rosita y el maestro Hermilo) y dos fallecidos (la madre Sara y el doctor Robles); en el lado derecho, por fortuna, hay más vivos (el maestro Jorge, el maestro Virgilio y el maestro Roberto) que fallecidos (el maestro Miguel y el maestro Güero). En el centro, como siempre, aparece el padre Carlos, ya fallecido, fundador de la institución que en este año cumple y celebra setenta y tres años.
También dentro del grupo de alumnos hay algunas caritas que ya no están en este plano terrenal. Por eso digo que estos muchachos y muchachas se reunirán, asistirán a una misa para dar gracias por la bendición de volver a ese espacio que los vio volar hace cincuenta años; sin duda que volverán a colocarse quienes lleguen y se tomarán la foto del recuerdo, la foto de cincuenta años después. ¡Qué prodigio!
Esta generación es muy especial porque ingresaron al Colegio, en el nivel de secundaria, al inicio de la década del setenta. Las chicas y chicos, a la hora que platiquen, recordarán muchos instantes de ese tiempo. Los chavos comitecos de los setenta pepenaron la moda que se desarrolló en los años sesenta, ellos son herederos de la psicodelia y de la moda hippie. Acá las chicas se ven muy modositas, bien vestidas, pero en el día a día, al dar vueltas en el parque central (el antiguo, el íntimo) vestían con gran libertad. Basta que mirés el saludo que hace nuestra querida amiga Rosa Angélica De León Domínguez para que mirés cómo era el tiempo que vivieron estos chavos. Rosy sonríe, lleva un collar enredado al cuello y, con su mano derecha, hace la famosa señal de Amor y Paz. Ella, en buen momento, rompió la solemnidad del momento y, con un ligerísimo movimiento de mano, envió un mensaje de armonía que nos ha llegado fresco cincuenta años después. Andá a saber qué pasó en ese momento en un extremo izquierdo porque más de dos alumnos varones ven hacia allá. La mayoría, conscientes de la importancia del acto ven al frente, donde está el fotógrafo.
Estos chicos y chicas también vivieron la experiencia única de tener el recreo en el parque; también salieron a comer una gordita de carne molida con un boing (que estaba de moda en ese tiempo). Ahora que vuelvan a verse recordarán muchos instantes que vivieron en grupo, dentro del aula, a la hora de hacer tareas en grupo; platicarán de los momentos chuscos, de las travesuras, de los castigos, de los momentos gloriosos; volverán a ser grupo por unas horas, porque desde el instante en que se tomaron esta fotografía supieron que ya nunca volverían a estar juntos, como lo estuvieron durante tres años. ¿En dónde cursaron la preparatoria? ¿En el pueblo? ¿Algunos fueron a otras ciudades? ¿Otros ya no siguieron estudiando? ¿En dónde radican ahora? ¿A qué se dedican? ¿Se casaron? ¿Permanecen solteros? ¿Todos cumplieron sus sueños?
Volverán a estar juntos. Sin duda que más de dos saludará a Rosy con su señal de Amor y Paz, porque en definitiva esta reunión estará signada por el deseo de paz y el deseo de amor.
Se dice pronto, se dice fácil, pero han pasado cincuenta años del instante en que se pararon como están y vieron hacia la cámara, para hacer eterno ese momento.
Posdata: una generación especial, la generación de estudiantes de secundaria del Colegio Mariano N. Ruiz, la generación que inauguró la década de los setenta. Cuando ellos ingresaron en el colegio en nuestro país se dio el Mundial de Fútbol. Tal vez algunos de estos chicos vieron algún partido en una televisión en blanco y negro; tal vez la mayoría de aficionados escuchó la transmisión por radio. Hoy se comunican a través de mensajes de WhatsApp o en videollamadas. Han pasado cincuenta años. Su reunión les dirá que el tiempo ha pasado, pero la esencia espiritual continúa.
¡Tzatz Comitán!