sábado, 2 de enero de 2010

LOS QUE SE VAN "DE PINTA"


Algunos ven a los grafiteros como una lacra contemporánea. Vienen desde la antiguedad. Sus "aerosoles" traen una gran cola como herencia. Por ahí, Galeano se pregunta si no quienes pintaron las Cuevas de Altamira fueron pintoras y no pintores. En esencia, quienes pintaron esas cuevas fueron un poco grafiteros. Ellos (o ellas) las pintaron como parte de un ritual. Tal vez los grafiteros actuales hacen lo mismo.
Cuando yo era niño las paredes también estaban pintadas. No con la profusión de ahora, tal vez con sentido más púdico. Una mañaña el dueño de la casa hacía corajes porque ya algún niño había pintado el clásico letrero de "Cotz" o dibujado una raya roja que decía: "Sigue la línea y serás feliz"; ya se sabe que al final de la línea (que seguíamos repasando con el dedo) decía: "Chinga tu madre" (Digo, qué concepto de la felicidad tan extraño).
Claro que antes era más fácil cubrir la pintarrajeada. Ahora, con estos aerosoles es un verdadero problema.
En 1999 fui a la ciudad de México después de muchos años de no hacerlo. Lo primero que hallé fue la Avenida Zaragoza llena de grafitis. Encontré una ciudad decadente (tal vez los grafitis funcionan como profecías).
Comitán no es ajeno a esta plaga. Muchas casas ahora están pintarrajeadas, con mensajes difíciles de entender. Los grafiteros emplean lenguajes extraños, monos raros y símbolos crípticos.
Un día -como antes- el dueño de la casa hace el coraje de su vida. Tengo un afecto que ahora, por fiestas de fin de año, mandó pintar su casa. Hace dos días se encontró con "la gracia" (es un poco como cuando lavamos el patio y dos minutos después encontramos la cagada del pinche perro. Claro, lo del perro se soluciona levantando su mierda y lavando con tantita agua y jabón el suelo. Pero, ¿el grafiti cómo chingados se quita?).
Hemos sido traviesos de toda la vida. Pero, sin duda, priva el sentimiento de que el aspirante a artista rayotea algo que no es suyo (mi amigo dice que por qué no rayoteó mejor las nalgas de su madre. Digo, también es un exceso, pero entiendo el coraje de mi compa).
Las organizaciones de "izquierda", cada vez que hacen una manifestación hacen sus pintas. Por ahí veo a compas con el rostro tapado con un paliacate, y con aerosol en la mano, manchando las paredes de todas las casas que se les ponen enfrente. Al día siguiente estos compas ya están en sus comunidades y en sus casas limpias, mientras tanto este pueblo amanece con sus paredes todas manchadas. Sus moradores tratan de vivir en un lugar limpio, pero de pronto algún compa, amparado en la oscuridad o en el anonimato, lo ensucia. ¿Es justo? No lo sé, no lo creo.