miércoles, 27 de diciembre de 2017

CARTA A MARIANA, DONDE EL CURSOR DE LA VIDA TIENE QUE SALIRSE DEL CUADRO




Querida Mariana: Imaginá el cuadro en la pantalla de la computadora y el cursor, esa flechita que se mueve con el ratón y que nos sirve para seleccionar operaciones a realizar. Es una bobera lo que diré, pero me llama la atención que para poner la punta del cursor en cada una de las esquinas sólo en una el cursor está adentro del cuadro.
Hacé la prueba: Tomá el cursor y llévalo a la esquina izquierda superior. ¿Mirás que la punta de la flecha señala con precisión tal esquina? La flecha permanece adentro del cuadro. Ahora, por favor, hacé lo mismo con las tres esquinas restantes. Comprobarás que el cursor desaparece cuando intentás colocar la punta de la flechita justo en la esquina. ¿Ya lo comprobaste? ¡Hacelo! La flechita sale del cuadro. ¿Qué significa esto? No lo sé. Comencé diciendo que era una bobera lo que diría. ¡Es una bobera! Pero algo sucede. ¿Estás de acuerdo?
Tal vez esto sea la representación gráfica de lo que los sabios han recomendado: Para poder ver la vida de manera objetiva tenés que retirarte tantito, tener una perspectiva, ¡salir del cuadro!
Si estás adentro de la pantalla sólo podrás señalar una esquina. Si deseás señalar las otras tres esquinas ¡debés salir!
Y pensé esto cuando miré al señor que cuida el Paralibros que está en el Pasaje Morales. Si mirás la fotografía con atención verás que el letrero señala que ahí es una Sala de Lectura y que el señor hace lo que dicta el mensaje: Lee. Pero si mirás con más atención verás que lee el número dos de ARENILLA-Revista.
A la hora que tomé esta fotografía lo hice desde afuera del cuadro, un poco como si dijera que ello me permitió ver las tres esquinas restantes de la realidad. Por ello, ahora puedo, con precisión, decir que en agosto, por ejemplo, de 2017, la realidad era diferente a la que hoy existe. Esto que acabo de decir es otra bobera, es algo obvio. Claro, pero si coloco el cursor de la vida en las otras tres esquinas logro advertir una lectura completa.
En diciembre de 2017 el hombre tiene en sus manos un ejemplar de la revista que ha tenido una buena recepción en la ciudad y en la región (ARENILLA-Revista se distribuye en Comitán, en Las Margaritas, en La Trinitaria, en San Cristóbal de Las Casas y en Huehuetenango, Guatemala). En agosto nada había. Quienes realizamos la revista decidimos hacerla y para esto nos salimos tantito de la pantalla y señalamos las otras tres esquinas desde afuera (para lograr las tres dimensiones).
¿Cómo se accede a la cuarta dimensión? Parece que para lograrlo (si sigo el ejemplo de la pantalla y el cursor) es preciso estar adentro de la pantalla y, a la vez, ¡afuera!, para poder señalar las otras tres esquinas. ¡Uf, es complicadísimo! Sólo pueden advertirlo mentes del tipo de Einstein o de Hawking, así que ni digás que estoy loco por decir de manera atrabancada esto que digo de la pantalla y del cursor y de las tres dimensiones y de una cuarta. Yo sólo juego.
Lo que saco en claro es que realizar ARENILLA-Revista es como colocar la flechita fuera de la pantalla para que sus lectores aprecien lo obvio, porque en esta revista (vos lo has visto) damos a conocer lo que todo mundo ve, pero no observa; en la revista damos a conocer la grandeza de Comitán y de la región. Ahí hablamos de su gente (lo más valioso de este pueblo) y de los actos mínimos pero enormísimos que hacen día a día para preservar la identidad cultural. Hacemos la revista para decirnos (a todos) que formamos un pueblo grande.
¿Hiciste favor de hacer la prueba? ¿Colocaste el cursor en la esquina superior izquierda? Viste entonces que la flechita permanece adentro del cuadro. ¿Qué pasó con las demás esquinas? Sí, la flechita tuvo que salir del cuadro. ¿Por qué se da esto? Ah, pues debe ser una explicación muy sencilla, pero yo no alcanzo a verla. Sólo advierto lo que dije: Para señalar las otras tres esquinas del cuadro de la pantalla la flechita sale del cuadro. Hay (lo intuyo) una enseñanza. Tal vez, ya lo dije, sea la clásica explicación de alejarse tantito para tener la suficiente perspectiva.
Posdata: Y ahora pienso que llevar esta bobera no sólo en el plano sino en un objeto de tres dimensiones (un cubo, en este caso) debe ser como una locura. Por esto ya no digo más. Adiós.