miércoles, 25 de diciembre de 2019

NOCHEBUENA




Imaginá que te llamás Nochebuena. La noche es símbolo de la oscuridad, pero también es la antesala donde se abre la luz.
Si sos Nochebuena, podrás elegir entre ser la noche donde la familia se reúne para celebrar el nacimiento de Jesús, o la noche donde llega el instante esperado, que puede ser desde el término del libro que estás escribiendo o la última noche en que trabajás como velador y te pensionás. La Nochebuena puede ser cualquier noche del año. Suena prosaico, pero Armando siempre anunciaba a su pareja en turno: “Hoy tendrás tu Nochebuena” y, mientras se agarraba sus partes innobles, entornaba los ojos como si fuera agua yéndose en el lavabo. Una vez, una de sus amantes confesó, en rueda de amigos, cuando un amigo le preguntó si la noche con Armando había sido, en realidad, una noche buena: “La noche, cuando menos, tarda ocho horas. ¿Dónde se ha visto que una noche tarde menos que el relleno de la oblea en la boca?” A partir de ese instante, los amigos de Armando lo molestaban: “¿Y hoy habrá Nochebuena de Diez? ¿De diez minutos?”, y se reían, mientras Armando hacía el entripado de su vida.
Pero, ya se dijo, si imaginás que te llamás Nochebuena, si sos Nochebuena, podrás elegir entre mil opciones, porque no todo se reduce al nacimiento de Jesús ni a la noche de bodas o a la primera noche de experiencia sexual.
Basta hacer la pregunta con amigos: Eliminando la tradicional Nochebuena, ¿cuál ha sido tu mejor Nochebuena? Los amigos buscan en el armario de su memoria y eligen, entre las Mil y Una Nochebuenas, una que es de su especial afecto. Raulito, quien es medio lento, pero muy bromista, respondió: “Mi mejor Nochebuena es la que me regaló Alicia…”, y todos los amigos nos vimos con mirada cómplice, pero el encanto terminó cuando Raulito terminó su respuesta: “… la sembré en el patio y ahora da unas flores hermosas cada navidad.”
Podrás elegir ser la Nochebuena del abuelo que recibe la visita de su nieta; la Nochebuena donde el niño abandona el hospital para siempre, porque ya sanó; la Nochebuena donde la mamá abraza por primera vez a su criatura recién nacida; la Nochebuena donde el aficionado regiomontano celebra que su equipo venció al América en la final o la Nochebuena donde los americanistas celebran en El Ángel el triunfo de su equipo.
Si sos Nochebuena, podrás elegir entre mil opciones, menos entre ser una noche buena o una noche mala. La ventaja de ser lo que sos es que todas las opciones son ¡buenas! Por eso tu destino es noble, en medio de la oscuridad vos sos el cabito de vela que desaparece la oscuridad. ¡Sos la Nochebuena!, como decir que sos ahijada predilecta de la luz.