jueves, 26 de mayo de 2022

CARTA A MARIANA, CON LIBROS QUE PAGAN EL PATO

Querida Mariana: las estadísticas señalan que en México se lee poco. Cuando me entero que existen personas que son lectoras de las Arenillas, me siento orgulloso. En estos tiempos donde predomina la imagen y los mensajes son brevísimos, es grato saber que hay lectores de mis palabras. A pesar de que el libro no es tan apreciado como otros objetos culturales, como la pelota o la televisión o el celular, siempre ha sido visto como un elemento donde la censura mete su tijera o, en el peor de los casos, lo quema y lo reduce a ceniza. Hay personas que consideran a los libros como elementos peligrosos, Borges dijo que el libro es extensión de la memoria. A ciertas sociedades les interesa borrar la memoria de los ciudadanos para introducir las ideas que convienen a sus intereses. Los libros de la poeta Safo fueron proscritos en una época. ¿Recordás la novela “Fahrenheit 451”, de Ray Bradbury, donde los libros están prohibidos y los pasan al fuego? Algunos amigos sostienen que la realidad supera a la ficción. A veces, la realidad da la razón a estos amigos. En la edición del 24 de mayo de 2022 del periódico “La Jornada” apareció el siguiente titular: “Más de 100 millones de libros rusos serán retirados de bibliotecas públicas ucranias”. ¿Mirás la gravedad de la noticia? Se confunde la pólvora con el brillo luminoso. La directora del Instituto Ucranio del Libro mencionó que Dostoievski y Tolstoi no son intocables, pueden ser retirados de espacios públicos. De esta acción sólo hay un paso para que luego la autoridad considere antipatriotas a lectores que lean “Guerra y paz” o “Los hermanos Karamazov” y sean perseguidos, perseguidos por sus propios connacionales, ya no por el ejército ruso. Es algo grave. Claro, cualquier persona puede justificar el acto al argumentar que es más brutal lo que el gobierno y ejército ruso están haciendo con la invasión, donde la vida de millones de personas se ha visto alterada. La guerra es un acto bestial, injustificable; pero, de igual manera es acción nefasta la prohibición de la lectura. El libro, por definición, es el chunche que representa las alas de la libertad, debe volar por todos los cielos, sin traba alguna. El pensamiento del ser humano está sembrado en el libro; es inadmisible aceptar todo hecho que lleve a cercenar parte del cerebro de la humanidad, con virtudes y múltiples defectos. He dicho que ahora existe una tendencia a escribir novelas que son espejo de la brutal realidad que vivimos. Las novelas más leídas y más premiadas son las que nos ponen frente a la violencia imperante. Nunca he sido seguidor de tramas violentas, prefiero novelas, cuentos y películas donde me muestren la otra cara de la vida, donde brilla la inteligencia del ser humano y abandona su condición de animal depredador, pero reconozco que la vida está hecha de luces y sombras y la literatura refleja ambas nubes, ambas piedras. Desde la pandemia mi gusto se ha refinado, evito libros donde la oscuridad sea la burbuja principal. Pero conozco a personas que sí son fanáticas de la sangre y respeto los gustos, porque uno de los rasgos fundamentales de la cultura es el respeto a la diversidad de pensamientos. Me encantan los libros porque permiten el libre tránsito de las ideas. El libro me permitió conocer y apreciar la literatura de varios rusos clásicos. Vos y yo hemos disfrutado cuentos del gran Chéjov. ¿Imaginás que ahora, por el sentimiento anti Rusia que permea en muchos habitantes de Ucrania, desaparezca la posibilidad de leer cuentos de un maravilloso escritor, que está más allá de este conflicto deshumano? Posdata: la censura es la puerta para actos más bestiales. Ante el conflicto bélico ha aparecido un inexplicable rechazo a deportistas, pensadores y artistas rusos. ¡Es un acto horrendo! Ahora, este muro transparente, pero lleno de púas, también toca al mundo del libro. No es un hecho menor, ¡no! Cuando se cancela la circulación libre de la máxima ave del pensamiento, todo el mundo puede resentir esa opresión. La mariposa dejará de volar en un amplio territorio y ya los sabios nos han explicado el efecto mariposa, el que perturba a todo el mundo. Me apenó leer esta noticia. Lo ideal sería que cese el conflicto armado y que la paz retorne, y con ésta la libre circulación de las ideas. La noticia es como una bomba puesta en casa por los mismos habitantes de ella.