lunes, 30 de mayo de 2022

CARTA A MARIANA, CON UN RECONOCIMIENTO

Querida Mariana: a Comitán lo hacemos entre todos. Hay muchas personas que colocan ladrillos para levantar la pared gloriosa; hay otras, así es la vida, ponen piedritas, no para el cimiento, sino para que algunos semejantes tropiecen. Pero, ¡ah, bendita vida!, la realidad comiteca confirma el dicho de que son más los buenos. El otro día te comenté que Carmelita y Chusy mandaron a pintar un “Tuitazo Molinari” en una pared azul, el tuitazo dice: “Navegantes, felicidades, arribaron a buen puerto: ¡Comitán!” Ellas, generosas, hicieron que un mensaje sencillo obtuviera el privilegio de aparecer en una pared, que se convirtió en muro de honor. ¿Qué es un tuitazo? Es un mensajito que el equipo de Arenilla sube cada mañana en el twitter, apenas un hilito del chal comiteco. El tuitazo está en una pared del barrio de Guadalupe, barrio donde viven Carmelita y Chusy. En ese barrio han hecho prodigios, porque no sólo comparten frases sino, también, colocan macetas en las banquetas para que florezca el espíritu del caminante. Y ahora, mirá, ¡mirá qué foto! En otra pared mandaron a escribir versos de un poema de Marvey Altuzar. ¿Sí reconocés la casa? Está en el barrio de Yalchivol, a un lado del bulevar, es la casa del portalito. Ahora, ¡ah, bendición!, todos los peatones admiran esa construcción añeja y encuentran semillitas de luz. En el interior del portalito, Carmelita y Chusy también mandaron a pintar versos de un poema de Mario Escobar: “Un amor se va / por la calle / y nada / nadie lo detiene”. ¿Recordás cuando, en forma oficial, el gobierno estatal mandó a pintar muros con versos de Sabines? Por ahí hay aún paredes que tienen esas líneas poéticas. Ahora, por iniciativa ciudadana, sólo porque Carmelita y Chusy son espléndidas mujeres, sensibles, amorosas, están sembrando palabras en paredes comitecas. Carmelita y Chusy hacen la diferencia. Hace tiempo, nuestra paisana Lupita Ruiz Albores, quien radica en Canadá, sugirió que los comitecos deberíamos colocar macetas con flores en los ventanales y balcones. Acá, en esta fotografía, al lado de los versos de Marvey aparece una ventanita coqueta con una maceta que ilumina el cielo comiteco. Hacé el ejercicio, borrá todo lo que no estaba antes de la iniciativa de estas dos prodigiosas mujeres, quitá la macetita, borrá los versos de Marvey y quitá las imágenes de ellas. ¡Hacelo! Y ahora, como si fueras maga sorprendente, pintá las palabras, invitá a Chusy a que se siente en la banqueta y a Carmelita a que se siente en esa barda y, con tus manos, colocá la maceta en esa prodigiosa ventana. ¿Verdad que las manos de Carmelita y Chusy hacen diferencia? ¡Hacen más amable el mundo, nuestro mundo! Lo hacen porque son espíritus superiores, comparten luz. Sí, Carmelita y Chusy hacen la diferencia. Ellas están sembrando nubes en este pueblo. ¿Imaginás lo que sucedería en Comitán si más personas se unieran a esta campaña poética de sembrar palabras amables, plantas y optimismo? ¿Imaginás que ahora medio Comitán se tome la foto en estos espacios y la comparta en sus “muros” de redes sociales? Sería maravilloso que todo mundo se enterara que en Comitán amamos la palabra y la sembramos como los agricultores siembran el maíz y la calabaza. En un pueblo de Oaxaca han pintado muchas paredes con murales realizados por artistas, con pintura de aerosol. ¡Ah, qué prodigio! Han cambiado el rostro del pueblo, con cintas de colores. Ahora, Comitán, ciudad amante de la palabra, también tiene un nuevo rostro. La invitación es a unirse a este movimiento que coloca versos en paredes, papalotes de aire, hilos luminosos. Me encanta que ellas están pendientes de que los versos sean escritos sin faltas de ortografía. Cuando el gobierno estatal mandó a hacer la campaña de Sabines muchos mensajes fueron escritos con errores, lo que provocó un efecto contrario: en lugar de presentar flores frescas aventaron flores secas. Acá, en cambio, existe un gran respeto por la palabra. Carmelita y Chusy siembran en forma amorosa. En apariencia es un acto menor, pero no es así, es uno de los actos más sublimes que mujeres comitecas han realizado en el pueblo. No es poca cosa sembrar palabras. Cualquiera pensaría que el acto de plantar se da en la tierra y no en las paredes. Acá está la demostración de que es posible sembrar flores en el bajareque, en el ladrillo, en el cemento. A Comitán lo hacemos entre todos. Hay personas que dan de más, que son prodigiosos seres humanos. Gracias Carmelita, gracias Chusy. Posdata: en cuanto leí los versos de Marvey busqué el poema completo. Acá lo comparto: COMITÁN Te llevé a mi nueva casa, la poblé de buganvilias y geranios, deshojé aromas, reinventé tus flores, he modelado todos tus rincones. Un cofre de sabores llevé conmigo, el retrato de mi estirpe, las recetas de mi abuela… Viví solamente hasta que estuve de nuevo entre tus calles.