jueves, 12 de enero de 2023

CARTA A MARIANA, CON TÉCNICAS PEDAGÓGICAS

Querida Mariana: en clase de la maestra Yanet sus alumnos aplicaron una técnica pedagógica. Este juego didáctico siempre ha llamado mi atención. Lo he visto en el Colegio Mariano N. Ruiz, pero una vez también lo vi en la Escuela Preparatoria de Comitán. Un grupo de muchachos pega carteles en espaldas de compañeros, estos últimos no saben qué dice el letrero que llevan en la parte trasera de sus cuerpos. Los que saben indican que esta técnica ayuda, entre muchas otras cosas, a encontrar rasgos de personalidad. Si mirás con atención, las tres chicas tienen los siguientes letreros: “Abrázame, hazme reverencias, mírame con desprecio”. Cuando entraron a un espacio donde estaban más compañeros, la chica del primer letrero recibió abrazos, abrazos cálidos, de chicos y de chicas; la segunda, ¡qué maravilla!, como si fuera una gurú o una princesa recibió reverencias, sus compañeros se inclinaron ante ella, se inclinaron, colocaron sus manos sobre su pecho e hicieron una genuflexión. ¡Genial! Vi sus caritas, sorprendidas, alegres, con aleteo de mariposas; la tercera, por el contrario, no recibió abrazos, ni reverencias, al contrario, recibió miradas de desprecio, sin saber por qué. ¿Mirás qué juego tan interesante? Las chicas de los letreros no sabían cómo iban a ser recibidas, las dos primeras chicas fueron aceptadas, la tercera recibió rechazo. La carita de la tercera niña mostró cierta alarma, desánimo. ¿Mirás cómo este jueguito, un simple juego, da elementos para análisis? ¿Qué tanto demuestra lo que sucede en el día a día en nuestra sociedad? Todos, todos, estamos expuestos a este tipo de comportamiento. No sé si te ha ocurrido, llegar alguna vez a la oficina y hallar que mientras algunos compañeros te saludan con afecto, aparece alguien detrás de un escritorio que, sin una causa aparente, te recibe con desprecio. Uno, es inevitable, piensa: y ahora éste, ¿qué le pasó? Por más seguro que uno sea, algo se fractura en el aire. Uno piensa, no tengo algún letrero en la espalda, no estoy jugando. Pero, parece, el tipo que te mira con desprecio es quien (es parte de su juego perverso) te pega el letrero: “Mírame con desprecio”, a fin de que no sólo él sea el que arroja lodo, sino también los que están a tu alrededor. Qué bobo. ¿Qué hacer? Bueno, parece que la técnica didáctica ayuda a comprender esta situación. ¿Por qué el tipo te ve con desprecio si vos nada le hiciste? Vos y yo somos respetuosos, no jodemos al prójimo, sin embargo, estoy seguro que te ha tocado lidiar con esta situación. Hay tipos que se supone son adultos y sin embargo son niños bobos, molestosos, que se alimentan de la energía estúpida al hacer bulling. En otras ocasiones, se da mucho en nuestro pueblo, llega alguien mete un chisme y la otra persona lo cree. El Alejandro anda diciendo esto de vos o hizo algo en tu contra. ¡Falso!, pero, ya lo dijo el sabio: dadme un infundio y moveré el mundo, lo llenaré de lodo. La sociedad es perversa. Hay gente que se encarga de pegar papeles en las espaldas de otras personas. Ahora lo hacen en forma digital. ¡Pucha! Hacen memes agresivos, infundios bobos. El juego de los papeles en las espaldas ayuda a la reflexión. Es bueno decir que así como hay tontos que pegan letreros oscuros, hay personas que se encargan de pegar carteles positivos, hay gente que da amor, mientras otros reparten la mierda que los define. ¿Qué hacer ante los maldosos? Posdata: me encantan estas dinámicas grupales donde hay enseñanzas, donde hay saberes de tolerancia, de resiliencia y de sororidad.