viernes, 21 de diciembre de 2007

Regalos navideños


¿Y si hiciéramos una campaña para regalar libros en esta temporada de navidad? Pocos, muy pocos la aceptarían, y estos pocos, por lo regular, son gente que, de por sí, obsequia y se obsequia libros.
¿Algún adulto preferirá recibir como obsequio un libro en lugar de una botella de güisqui? ¿Algún niño preferirá recibir un libro en lugar de un nintendo? ¿Alguna niña preferirá recibir un libro en lugar de una barbie?
Por esto yo sugiero que al lado del nintendo y de la barbie, los papás (los hermosos viejitos de la nochebuena) incluyan un comic. ¿Un comic? Sí, en mis tiempos le llamábamos "cuentos" a las revistas ilustradas o revistas de monitos. Incluyan uno, sólo uno, para hacer la diferencia.
Si los papás incluyen algún comic (desde un simple Simpson hasta uno más elaborado, es preferible que sea algo más cercano a nuestra cultura, pero, bueno...) el niño podrá estar a un paso de llegar al libro.
En Francia, en España y en Argentina (sólo por poner tres ejemplos) los grandes lectores se forman a partir de la lectura de "monitos" en la más temprana infancia.
Como los lectores de este cuaderno de apuntes son gente inteligente, yo apelo a su sensibilidad y les sugiero que al lado del bonche de juguetes que deben entregar a sus hijos este próximo veinticuatro, le agreguen algunas revistas de monitos (compradas, en Comitán, en la Proveedora Cultural) o algún librito infantil ilustrado. Estoy seguro que sembrarán una semilla de esos árboles que de grandes dan luz, mucha luz.