viernes, 1 de abril de 2022

CARTA A MARIANA, CON AUSENCIAS

Querida Mariana: el 30 de marzo de 2022 fallecieron dos personas que forman parte de la historia de Comitán. Lamentamos la ausencia de Mario Milton Domínguez Pérez, a quien muchas personas recuerdan como locutor de radio IMER, de Radio Brisas de Montebello y en la conducción de actos públicos oficiales; asimismo, lamentamos la ausencia de Dolores Castro, quien es una de las voces poéticas más importantes de México. En redes sociales, muchos paisanos enviaron condolencias por el fallecimiento del reconocido locutor; las manifestaciones de luto por Dolores fueron más contadas. Es posible que alguien no identifique a Dolores y que no admita que ella es parte importante de nuestra historia, sobre todo, tomando en cuenta que ella nació en Aguascalientes y que nunca vivió en nuestra ciudad. Mario Milton nació en Comitán y su voz fue escuchada en cientos de casas a través de la radio. Su voz fue popular. ¿Y Dolores? Su voz no tuvo la resonancia que sí tuvo Mario Milton, pero, en contraparte, la voz de Mario Milton fue muy escuchada a nivel regional, pero nunca llegó a otras partes de México; en cambio, la voz de Dolores sí se escuchó en muchos lugares del país y de otras regiones de Hispanoamérica. Mario transmitió su voz a través de la radio; Dolores transmitió su voz a través de libros de poesía y en recitales, por ejemplo, en Bellas Artes, máximo recinto cultural de México. Ahora bien, ¿por qué Dolores forma parte de la historia de nuestro pueblo? Porque ella, Lolita Castro, poeta sensible, fue íntima amiga de Rosario Castellanos. Ellas se conocieron en la Ciudad de México, cuando ambas estudiaron bachillerato en el Colegio Luis G. de León. Se conocieron y se volvieron uña y carne. En 1950, recién titulada de la Maestría en Filosofía, de la UNAM, Rosario obtuvo una beca del Instituto de Cultura Hispánica para estudiar estética y estilística, en la Universidad de Madrid, España. Rosario y Dolores se treparon a un barco y fueron a Europa. ¡Eran inseparables! Parte de esas experiencias las leemos en el libro “Cartas a Ricardo”, donde Rosario le cuenta a su amado Ricardo las peripecias del viaje. Debido a la gran amistad con Rosario, Dolores Castro conoció una de las haciendas de la comiteca. Existen fotografías donde ambas, cubiertas con sombreros, están en una loma de Chapatengo. Pero eso no fue todo, después del fallecimiento de Rosario, Dolores llega a Comitán. Dolores estuvo en varias ocasiones en nuestro pueblo. Por ahí, muchos recuerdan su presencia en mesas de lectura en el auditorio del Centro Cultural Rosario Castellanos y en el Teatro de la Ciudad. El escultor Luis Aguilar Castañeda, sin duda, recuerda el momento en que fue develado el busto de Rosario en el parque central, contra esquina del Teatro de la Ciudad. Ese día, doña Lolita estuvo presente en el acto donde el pueblo y autoridades rindieron homenaje a Rosario. El actual diputado José Antonio Aguilar Meza era el presidente municipal. En el Museo Rosario Castellanos existe una sala con una pantalla, donde se exhiben testimonios de la vida y obra de la escritora comiteca. Uno de los testimonios más afectuosos es, por supuesto, el que manifiesta Dolores Castro. Lolita no fue tan reconocida en nuestro pueblo. Es lógico de entender, la voz de Mario Milton se coló en muchos hogares comitecos; la voz poética (es así en todo el mundo) sólo vuela en espacios de personas que aman la literatura. El 30 de marzo de 2022, se apagaron dos voces que abrazaron al pueblo. No volveremos a escuchar la voz de Mario Milton (salvo en grabaciones); la voz de Dolores seguirá presente en sus libros. Posdata: Lolita Castro aprendió a querer nuestra tierra, gracias a la amistad de Rosario, quien, a pesar de nacer en el Distrito Federal, siempre se asumió como comiteca. Este pueblo le dio mucho de su cultura, misma que está reflejada en su obra literaria. Que en paz descansen Dolores y Mario Milton.