domingo, 21 de mayo de 2023

CARTA A MARIANA, CON BURRITO Y BURRERO

Querida Mariana: el licenciado Fernando Gómez me envió esta fotografía. Dice que la tomó en el panteón, imagino que en la capilla de don Manuelito Gómez, burrero tradicional de nuestro pueblo. Pocas imágenes, digo yo, dicen tanto de nuestra identidad comiteca, como la presente. El licenciado Fernando no sólo me regaló esta bellísima imagen, que ahora comparto con vos, sino, además, con el espíritu de los buenos comitecos, le echó su mojol, porque dijo que don Manuelito fue “el primer pipero de Comitán”. ¡Genial! Qué buen humor, qué armadura de palabras tan llena de luz. La imagen es bellísima, el burrero posa para la cámara al lado de su burro, ya cargado con los barriles llenos de agua. Don Manuelito, sin duda, después de la fotografía condujo al burro a través de las calles para entregar el agua en alguna casa. Acá hay un interesante juego de espejos. El licenciado Fer tomó la foto recientemente, tomó foto de una foto que fue tomada en un tiempo un poco lejano. Nadie sabe bien a bien, pero si le echamos cuentas vemos que no es una foto tan lejana, del tiempo en que La Pila se llenaba de burros y burreros, ¡no!, la foto es más reciente, pero en ella se ve a los dos protagonistas de una época dorada y difícil. Dorada porque el pueblo era tranquilo, difícil porque no existía la red de distribución de agua (bueno, en estos dorados tiempos aún existen lugares donde escasea el agua, muchos vecinos se quejan de la carencia del líquido vital). Hoy ya no existen los burreros que hagan este oficio singular. Ya no hay burreros que transporten el agua en barrilitos. He visto que cuando escasea el agua, en los chorros de La Pila llegan automovilistas y llenan bidones con agua para llevar a casa. La mayoría de habitantes pide pipas y llena sus tinacos o cisternas. Por esto, me gustó la definición simpática que hizo el licenciado Fer: don Manuelito fue el primer pipero de Comitán. La vestimenta de don Manuelito es sencilla, calza huaraches y lleva un sombrero para resguardarse del sol; el burro soporta una cuerda y el aparato de madera donde los barriles van. Cuentan los mayores que la fabricación de barriles también fue una industria floreciente en el pueblo. Mi amiga Karina cuenta que su abuelo fue fabricante de barriles. Los barrilitos se usaban para transportar el agua o para preparar bebidas alcohólicas. No eran barricas de roble, como las que usan en las grandes empresas tequileras o mezcaleras, pero sí servían para hacer unos ricos preparados de trago tzimolero con nanche. Ya no existe este oficio. Cuentan los mayores que en los años cincuenta fue una imagen bellísima de un pueblo bellísimo. En ese tiempo las calles estaban empedradas, así que el sonido que provocaban los cascos de los burritos contra las piedras creaban una música que no existía en ninguna sala de conciertos. Asimismo, cuentan que el agua también formaba un sonido peculiar adentro de los barriles a la hora que el burro andaba, el agua se mecía como avisando que ahí iba la vida, como en una gruta, pero a la hora que el burrero descargaba el barril, le quitaba el tapón y vertía el agua en la olla el sonido se amplificaba como si fuera una cascada anunciando el advenimiento de la savia. Los burros y burreros se concentraban en los chorros de La Pila, lugar donde cuenta la tradición histórica se dio el inicio de la refundación del pueblo. Qué bonita imagen me regaló el licenciado Fer. Siempre reconozco la labor de rescate que realiza, visita a amigos y los invita a ser generosos, a abrir los baúles y compartir fotografías antiguas de Comitán. Esta labor de rescate ayuda a apuntalar nuestra identidad. Posdata: qué oficio tan admirable. En el pueblo hace falta que fortalezcamos los pilares de nuestra tradición. Esto es lo que nos define, lo que nos forma. Por ahí, Francisco, creador de la maravillosa página de Imágenes históricas, leyendas y personajes de Comitán, insiste en que el pueblo de Comitán realice un homenaje permanente a estos burreros tradicionales, a fin de que su oficio sea reconocido como parte importante de nuestro acervo cultural. ¡Tzatz Comitán!