domingo, 28 de mayo de 2023

CARTA A MARIANA, CON LÍNEAS DE SABINES

Querida Mariana: te compartiré unas líneas de Sabines, hablo del poeta Jaime Sabines. Por ahí la Tía Rox, Roxana Armendáriz, cuenta que el ranchito de Yuria, donde Jaime construyó una casa bonita, fue un terreno que le regaló don Gustavo Armendáriz. Los biógrafos dicen que don Jaime vendió Yuria y ahora pertenece a otra persona. Esto que digo podría crear cierta confusión en algunos lectores, porque Yuria no sólo fue el nombre del ranchito de don Jaime, inicialmente fue el título de un poema. Si decimos que Jaime vendió Yuria suena irreal, casi surrealista. ¿Se venden los poemas? ¿De cuántas hectáreas se conformó el poema Yuria? ¿Qué se siembra en el poema Yuria: maíz, algodón, hierbabuena? No conozco otra historia similar, debe haber, pero no la conozco. Jaime Sabines escribió un poema que tituló Yuria y luego vivió en un ranchito que se llamó Yuria (tal vez sigue conservando el nombre, no lo sé). Ahora, sus lectores podemos seguir con el juego. ¡Cómo no, si él lo propició! ¿Qué sabor tiene Yuria? ¿A qué huele Yuria? ¿Cuál es el aroma de Yuria? Y así como Yuria se volvió casa, ranchito, bien pudo, o puede, volverse mujer. Y si así fuese, la bitácora de sucesos sería interminable. Porque Jaime, con tranquilidad, decía: anoche dormí en Yuria, y si Yuria fuese una chica el sueño habría sido más que agradable. Pero dije que te compartiría unas líneas de Sabines, unas líneas robadas, por supuesto, de su poema Yuria, porque Yuria, lo sabe medio mundo de acá, es nombre de un ranchito que está al lado de la carretera que va de La Trinitaria a Los Lagos de Montebello. Yuria es parte de La Trinitaria, municipio que actualmente vive una época de esplendor; pero, ya lo dije, sobre todo, Yuria es un poema que escribió el gran poeta chiapaneco. Para los preguntones, el poeta se adelantó y dijo qué significa Yuria: “Yuria no quiere decir nada. Es todo: es el amor, es el viento, es la noche, es el amanecer. Podría ser también un país: ustedes están en Yuria. O bien una enfermedad: hace tiempo que padecen Yuria. Yuria es una copa en la que podrían caber otros poemas, pero es ésta, con este licor maltratado, la que les ofrece Jaime”. En 2021 me sorprendió hallar una noticia en Internet, en la Ciudad de México hubo una pasarela que tuvo el nombre de Yuria. ¡Pucha! Sí, tuvo razón el poeta, Yuria es nada y es todo, puede ser nada y puede ser todo. Esto que te mando es para que no te sorprendás cuando mirés a una señora con el cinturón en la mano y gritando: “muchachito cabrón, dejá de estarte agarrando la Yuria”; o cuando oigás quejarse a la comadre de tu mámá: “ay, Dios mío, entré en la recámara y los caché echando Yuria”. Porque Yuria es nada, pero es todo. El genio de Sabines dice que Yuria no quiere decir nada, pero un segundo después dice que es todo y al final es preciso: “Yuria es una copa en la que podrían caber otros poemas”. Y si es una copa poética también puede ser una copa para los compas bolos. “¡Ya estás en Yuria otra vez, inútil!” o “Anda bien Yuria”. Y si Yuria es un país, cómo se llaman los habitantes de ese país: ¿Yurianos? ¿Y si Yuria es el amanecer, cómo se llama el anochecer? Romina me contó que una vez, en su trabajo, se encontró con un acta de nacimiento que decía que la niña presentada viva se llamaba Yuria Delgado Soberanes. Así que Yuria, que nada quiere decir, también puede ser el nombre de una chica, tal vez el papá de esta Yuria es un lector apasionado de los poemas de Sabines y quiso honrarlo bautizando a su hija con ese nombre, porque, la verdad, es que el juego propuesto por el poeta es interesante, juguetón. Jaime siempre fue juguetón, quién sabe en qué momento la palabra voló frente a él y Jaime, tal vez medio bolo, alargó la mano y la cogió pensando que era una mariposa, pero al abrir la mano miró que la mariposa había regresado a su forma original y el gusano caminó por su brazo, se metió en su oído e hizo su pupa en uno de los laberintos. Posdata: ¿y si Yuria es la definición de un sueño o de un deseo? ¡Tzatz Comitán!