martes, 5 de diciembre de 2023

CARTA A MARIANA, CON FRASES INCOMPRENSIBLES

Querida Mariana: repito palabras, repito frases, comportamientos. Como todas las personas repito las palabras que escucho, las frases que oigo, los comportamientos que veo. En muchas ocasiones no tengo idea precisa de lo que digo, lo repito porque en algún momento lo escuché. Ayer me caché (no veo cómo más decirlo), me caché repitiendo eso de “¡a huevo es caldo!”. Vos, que sos una niña pulcra, fina, tal vez ni has escuchado esa frase. Yo la escuché alguna vez. ¿Cuál es el significado? Se emplea para afirmar. Ah, los comitecos tan barrocos, siendo tan sencillo decir ¡sí!, usamos ¡a huevo es caldo! ¿Ejemplo? Cualquiera, si alguien te pregunta si irás al matrimonio de fulano y sutana, la respuesta es ¡a huevo es caldo!, ¡por supuesto!, ¡no me lo pierdo! Lo de ¡a huevo!, tiene su explicación: los mayores cuentan que el famoso padre Naty, cuyos restos reposan en el templo de La Trinitaria, cuando una mujer le preguntó si habría misa, él respondió: “¡A güevo, hija, a güevo!”. El cura pudo responder: ¡sí, hija!, pero le dio el chanfle picaresco y eso hizo que sea un personaje eterno. En Comitán se dice: “como dijo el padre Naty”, porque medio mundo de acá conoce la anécdota. Sin albur, lo del huevo tiene su explicación, pero qué pasa con lo del caldo. ¿Por qué los comitecos dicen: ¡a huevo es caldo!? Los niños de los años sesenta crecimos escuchando la frase y repitiéndola, un poco para sentirnos pueblo. La repetíamos dándole énfasis con el brazo derecho a la hora de gritar la frase. El tío Concho decía que si así fuéramos tan decididos a la hora de decir no a los amigos que nos ofrecían el cigarrito para fumar, seríamos una sociedad sana. “¿Vamos al sitio de la casa de Ramón a fumar?”. En lugar de decir ¡no!, aceptábamos, y en lugar de decir ¡sí!, decíamos ¡a huevo es caldo! A mí nunca me ha preocupado averiguar si fue primero el huevo o la gallina, a mí me ha interesado descubrir por qué los comitecos decimos ¡a huevo es caldo! (y digo lo de la gallina y el huevo, porque nosotros descubrimos que primero fue el huevo, si no diríamos ¡a gallina es caldo!, que suena más comprensible, por lo de la gallina en caldo). ¿Será que la punta del hilo está con lo de caldear? En los años setenta mis amigos que tenían novias decían que iban a ir a “caldear”; es decir, a echarse un fajecito. He visto en diccionarios que el verbo caldear se aplica como sinónimo de calentar. Esto tiene lógica, ir a caldear significaba que, con palabras y caricias, los chicos ponían calientes a las niñas. Caldear siempre me ha parecido de la misma familia de los caldos. No hay peor cosa que tomar un caldo frío, con una capa grasosa en la superficie. El caldo debe estar bien caliente, casi casi hirviendo. Los chicos de estos tiempos deberían tener la pericia suficiente para caldear a sus chicas hasta el límite, donde ya ellas no puedan más. Los chicos de hoy, me cuentan mis amigas, no tienen la habilidad del previo, apenas están dando un besito y ya quieren meter sus cositas en las otras cositas. Las chicas deberían responder un contundente ¡niguas! Cuando los chicos pregunten: ¿nos echamos un caldito?, ellas deben contestar: ¡niguas! No, que, sin decirlo, de pronto se resbalan sobre el sofá como si dijeran: ¡a huevo es caldo! Posdata: dije que el caldo debe tomarse bien caliente, para que sepa sabroso. Tal vez eso de ¡a huevo es caldo! tenga relación con el gusto de los comitecos por los caldos, por caldear. Tal vez vos tampoco has escuchado la frase, pero los hombres la repiten a cada rato, como si fuese una oración pagana, irreverente: “Cotz con pelos y turusa en caldo”. ¡Dios mío, qué grotesco! En los años setenta todo mundo lo decía, en aquellos años las chicas no se depilaban sus partes nobles, por lo que era entendible lo de cotz con pelos, pero lo de turusa en caldo era una verdadera aberración, no obstante, hay chicos de estos tiempos globalizados que repiten la frase. Al estilo del personaje de Derbez exijo ¡que alguien me explique! ¿Por qué tanta preferencia con el caldo? Aunque tengo una amiga que sí le encuentra explicación a lo de “a huevo es caldo”, dice que es como decir ¡siempre es caldo!, ¡caldo a la fuerza!, como si siempre le dieran sopa a Mafalda. En fin, parece metida con calzador. ¡Tzatz Comitán!