martes, 12 de diciembre de 2023

CARTA A MARIANA, CON RECEPCIÓN PARA EDUARDO RAMÍREZ (II)

Querida Mariana: como te dije ayer, el senador comiteco estuvo en el pueblo, el 10 de diciembre de 2023. Como vos no fuiste te anexo una foto que da testimonio del acto. No, no, la foto no es mía, la bajé de su muro. Lo hago para que hagás una lectura del evento. En este caso se confirma el dicho de que una imagen vale más que mil palabras. Todo lo que se diga siempre quedará muy por debajo de lo acontecido. Acá la audiencia (los amigos y simpatizantes del senador) hacen un silencio que sólo acompaña las respiraciones y los latidos. Toda la audiencia escucha con atención, si revisáramos cada rostro confirmaríamos lo que acá digo, todos los amigos del senador, como muchos más chiapanecos, son ramas del árbol del deseo de una recomposición social. Pero esta fotografía no da cuenta de lo que sucedió antes de este instante, del momento en que Eduardo apareció en el sitio y todos lo vitorearon, se acercaron, sonrieron, lo palmearon, le dijeron palabras que recogí y un día compartiré con vos, porque habla de los deseos más sinceros, tanto de bienestar para la sociedad, como para quien encabeza este proyecto. Las palabras sonaron sinceras, luminosas. Ese río de conceptos fueron todos a dar a la mar de la confirmación de que Chiapas es una tierra de gran raigambre y no se diga Comitán, la tierra del senador. En su triunfal entrada hubo muchos banderines ondeando, banderines que tenían la palabra “Jaguarmanía”. Vos sabés que el jaguar tiene como animal protector al jaguar, al jaguar negro. No sé si es un nahual por elección o si es por definición. El día que platique con él descubriré este enigma, mientras tanto pienso en todas las cualidades de este felino chiapaneco. En la foto ves que el senador habla y toda la audiencia está en silencio. Bendigo estos tiempos donde la fotografía digital recoge todos los instantes de los actos más importantes de la vida. ¿Recordás los tiempos donde los actos más relevantes sólo se capturaban a través de una foto única? Tenemos en Comitán fotografías antiguas donde los personajes más importantes del pueblo se colocaban frente a la cámara, chunche que no era fácil de transportar, y quedaban inmortalizados. Acá hay apenas un momento de los muchos que las cámaras capturaron. Acá escuchamos el rumor del silencio que hace la audiencia, las palabras del senador caminan sobre esa capa transparente que forma la atención completa. Antes de este instante todo fue como una cinta amistosa, como un oleaje afectuoso, que llevaba al senador de un lado a otro, de esquina a esquina del aire; todo fue una manifestación de guateque sensacional. En este salón todas las miradas estuvieron pendientes de cada palabra dicha por el Coordinador de la Defensa de la Cuarta Transformación en Chiapas. En el título que ostenta actualmente y con el que, orgulloso, llegó a su tierra, está señalado el camino que sigue: coordinará la defensa de la 4T en Chiapas, aspirando a darle sustento en esta tierra enormísima, pero llena de carencias. Te paso copia de lo que escribió en su muro, después del acto: “En mi bello Comitán, me reuní con mis amigas y amigos de Morena, de mi partido, de mi casa, a quienes les agradezco su apoyo, su cariño y su trabajo. Me siento muy contento, por la unidad que estamos logrando, por la convicción inquebrantable que nos ha permitido que nuestro movimiento tenga una base sólida. Gracias por la fe ferviente por este movimiento de transformación que busca el bienestar de Chiapas”. Bajé la foto de su muro. Desde donde fue tomada sólo acceden los expertos de la cámara, los maestros. La lectura que permite es de gran presencia. Veo a quienes están sentados en la primera fila, en un extremo del senador están Segundo Guillén y José Antonio Aguilar Meza; en el otro extremo aparecen Jorge Constantino Kánter y Mario Guillén. Posdata: nunca falta la nota simpática en un acto de estos. Mucho antes que llegara el senador vi a un señor que tenía un gorra que decía Pepe Cruz, un compadre lo pendejeó, cuando se dio cuenta del error la escondió y se quedó sin cachucha. Sin duda se quemó por el sol, pero, bueno, mucho mejor quemarse de sol que de la “quemadota” que se hubiera dado adentro del salón. Fue el “peloncito” en el arroz. Todos los demás eran simpatizantes de hueso moreno de la jaguarmanía, todos los demás llegaron a decir ¡bienvenido a su tierra, senador! ¡Tzatz Comitán!