domingo, 31 de diciembre de 2023
CARTA A MARIANA, CON LIBROS (I)
Querida Mariana: el título del libro es sensacional: “Comitán, una puerta al sur”; bueno, no sólo es sensacional el título, también su contenido. En la plática que di acerca de libros escritos por autoras y autores comitecos dije que se publicó en 1994, en una edición de lujo, del gobierno del estado de Chiapas, la coordinadora general fue Katyna De la Vega Grajales, quien actualmente es secretaria de turismo, del estado. El tiraje del libro fue de 2,500 ejemplares, en idioma español, y 500 ejemplares, en idioma inglés. El libro que tengo, obviamente, está en español y no recuerdo quién me lo prestó, ya no lo regresé (ah, ya estoy viendo que, si esto lo dijera en público, más de dos asegurarían que ellos me lo prestaron y exigirían su devolución). El libro ya es inconseguible, quienes lo poseen deben considerarlo como un tesoro. Muchas de las fotografías a color fueron tomadas por el gran Bob Schalkwijk, fotógrafo que nació en Holanda.
El libro fue pensado con un término que hoy está de moda: holístico; es decir, que contuviera todo y que todo estuviera imbricado a fin de dar un panorama general de nuestro pueblo. Mirá nada más quiénes escribieron: Miguel Álvarez del Toro redactó el artículo referente al Medio Natural y Geográfico, pucha, nadita, un gran experto, recordá que el zoológico de Tuxtla lleva su nombre para honrar el conocimiento que nos legó; el artículo de Arqueología fue escrito por tres grandes: Carlos Navarrete, Carlos Silva y Gabriel Lalo; luego un artículo titulado “Los comitecos”, mismo que fue escrito por Doña Gudrun Lenkersdorf (Florecita Esponda comentó esa tarde de plática, que Doña Gudrun vive, ya con una memoria un poco cansadita); el siguiente artículo es el titulado “Haciendas”, escrito por la gran María Trinidad Pulido Solís, quien nos heredó importantísimas investigaciones de ese tema en el estado de Chiapas; luego aparece un artículo del arquitecto Roberto García Rojas que tituló: “Imagen Urbana”; ¿luego? ¿quién creés? La amada Lolita Albores, con un artículo que se llama “Tradiciones comitecas”, pues sí, ¿quién más que ella? Así como el cine mexicano tiene a su Lola, La Trailera, los comitecos tenemos en Lolita a Lola, la argüendera, quien tuvo la esencia del pueblo en sus manos y en su corazón. Y al final tenemos un artículo del artista musical Federico Álvarez del Toro (hijo de Don Miguel), quien escribió acerca de una “Serenata nocturna de Comitán”.
Pero digo que este libro es un tesoro, porque, en medio de imágenes bellísimas, vienen poemas de autores chiapanecos, que son pildoritas para el espíritu, que sanan el alma. Primero hallamos esto: “¿Cómo puede decirse un amanecer en Comitán? ¿En mayo, en la quietud, en la frescura, en el aire…”, nada más y nada menos que de Jaime Sabines; luego el gran Enoch Cancino Casahonda, con un poema dedicado a Campumá, hacienda propiedad de los Culebro: “Campumá, cuidador del copal, dador de tierra /a los mares del sueño…”; de Rosario Castellanos aparecen tres poemas, copio un fragmento de uno de ellos: “Yo recuerdo una casa que he dejado, / ahora está vacía. / Las cortinas se mecen con el viento…”; y no podía faltar nuestra laureada poeta comiteca Marirrós Bonifaz, quien, ahora parece volvió a su nombre original María del Rosario. Va fragmento: “Iosoi eso parecían decirme aquellos caballeros / la ropa torzales tejidos entre ellos nunca / iguales nunca diferentes…”
Todos los artículos son excelentes. Mi atención fue jalada por el texto de Doña Gudrun; consigna, por ejemplo, el nombre del primer nuevo vecino de Comitán llegado de San Cristóbal de Las Casas: Cristóbal Ancheta o Ancheyta. Los que vivimos el Comitán de los setenta recordamos que en la manzana de la discordia (hoy inexistente), frente a la Escuela Secundaria y Preparatoria (edificio donde hoy está el Centro Cultural Rosario Castellanos) estuvo la tienda de las Ancheyta. Don Cristóbal, dice Doña Gudrun, llegó a Comitán en 1658.
Y me muero de las ganas de compartir otro fragmento donde doña Gudrun dice: “Comitán posee tres cosas, causa de su fama y elogiadas en muchas partes: las mujeres, el comiteco y los dulces…”, más adelante dice: “…el buen humor y la amabilidad caracterizan a los habitantes…”
Mirá, la investigadora alemana nos obsequió su mirada atenta, pienso que ningún comiteco puede desmentir a Doña Gudrun, lo que sí podemos hacer es ampliar la relación, porque los habitantes de este pueblo tenemos muchos dones.
Posdata: al final, Doña Gudrun dice: “¿Acaso hay Caralampios, cositías o pumpos que no sean de la amable ciudad de Comitán, ciertamente sin igual en el mundo?”
¡Tzatz Comitán!