lunes, 11 de diciembre de 2023
CARTA A MARIANA, CON RECEPCIÓN PARA EDUARDO RAMÍREZ (I)
Querida Mariana: el senador Eduardo Ramírez llegó a su pueblo: Comitán. Fue recibido con mucho cariño por sus paisanos y gente de puntos intermedios en un salón al lado de la Plaza Las Flores. Llegó el día 10 de diciembre de 2023. La amada Lolita Albores decía que todo tiene símbolo en la vida. Llegó el diez.
A mí, lo sabés, me encanta ver la vida de lejitos, para tener una mejor perspectiva de los actos. Llegué al acto con anticipación, llegué imitando al maestro Temo que siempre está metido en los actos más relevantes del pueblo.
Así pude ver la algarabía de todos los asistentes, era una romería. Por el bulevar me topé con dos grupos de personas que corrían afanosos, con cintas en las frentes, cintas de color verde, blanco y colorado, la bandera del Senado, no, ¡no!, no iban al acto del senador, eran integrantes de las llamadas antorchas que realizan en honor a la Virgen de Guadalupe. Pero cuando llegué al salón vi que la misma alegría rodeaba a los participantes, porque los antorchistas llevaban aparatos de sonido en la parte superior de las redilas, y en el salón había música de marimba y, como ves, grupos de batucadas se encargaban de poner la nota musical, muchos movían los brazos al ritmo de los tamborazos, sus rostros cambiaban y dibujaban sonrisas, todo fue una cinta de luz.
Era un ambiente de fiesta, porque el senador Eduardo llegó a su Comitán por primera vez desde que fue nombrado como Coordinador de la Defensa de la Cuarta Transformación en Chiapas. Claro, el acto, así lo rezaba el vinil del escenario principal, fue una “Reunión con militancia, dirigido exclusivamente a simpatizantes y militantes de MORENA”.
Llegué y caminé por un sendero de tierra bien planchadito que lleva a la entrada principal del salón. A un lado del sendero había autos estacionados, de quienes llegaron muy temprano, porque en el acceso había un grupo de tres integrantes de Protección Civil controlando el paso y levantando los brazos para indicar a los automovilistas que no había lugar, que fueran a dejar su auto en el estacionamiento de la plaza y volvieran a pie. Así lo hizo la mayoría. Muchas personas dejaron sus autos en los espacios de Liverpool (como si fueran a la Venta Nocturna, desde muy temprano) en los espacios del Hotel City Exprés (como si estuvieran de turistas) y en los espacios del Starbucks Comitán (como si quisieran ser los primeros en entrar el día de inauguración). Pero esa mañana no entraron a Liverpool, ni al hotel, ni las carreras fueron para las antorchas, ¡no!, la multitud caminaba por el sendero para llegar al lugar donde minutos después estaría el senador Eduardo saludándolos, abrazándolos, permitiendo la foto del recuerdo, pero, sobre todo, enviando un mensaje de agradecimiento y de excitativa.
Siempre digo que basta de regateos para los paisanos talentosos, en todas las disciplinas sociales Los comitecos debemos apoyarnos, celebremos los triunfos de nuestros estudiantes, de nuestros artistas, de nuestros deportistas, de nuestros políticos, de nuestros empresarios, de nuestros artesanos, de hombres y mujeres que, con pasión, inteligencia y decisión, colocan a nuestro pueblo en el escenario de México y del mundo. Impulsemos a nuestros paisanos chingones. El senador Eduardo Ramírez es un comiteco que ha ocupado relevantes cargos en la política nacional.
Posdata: todo tiene símbolo, dijo Doña Lolita Albores. El día 10 fue un día luminoso, lleno de abrazos, saludos, sonrisas. Muchos destacados periodistas estuvieron pendientes del suceso, algunos tomando fotografías, incluso con drones. Llamó mi atención un instante prodigioso, el fotógrafo pidió a todos que saludaran a la cámara del dron y todos vieron hacia arriba y saludaron. Todos vieron hacia el cielo. Ah, tiempos digitales en vuelo.
Me encanta vivir estos momentos, ver todo de lejos, porque como no tengo espíritu de dron, necesito tener una perspectiva panorámica. Muchos grupos caminaron hacia la entrada principal, iban a esperar al amigo Eduardo.
¡Tzatz Comitán!