martes, 16 de enero de 2024

CARTA A MARIANA, CON EFECTOS DE LA GLOBALIZACIÓN

Querida Mariana: el mundo globalizado nos apabulla. Bueno, no es para tanto. Como todas las cosas en la vida, la globalización tiene cosas negativas, pero también positivas. ¡Todos los países se volverán imitación de otros!, gritan los extremistas. Eso sucedería si cada país cancelara sus elementos culturales. Mirá, en los años sesenta del siglo pasado, las personas que en Comitán deseaban aprender inglés tenía opciones limitadas. La querida maestra Antonieta de González daba clases particulares. Pocas personas dominaban el idioma inglés. Ahora, en nuestro pueblo hay más opciones para aprender inglés, caminamos por las calles y vemos escuelas privadas donde enseñan este idioma, la más conocida es Culturalia, también la admirada maestra Nanci Kapeloff, esposa del doctor Rubén Sánchez, imparte clases particulares. Pero, además (ah, bendita globalización educativa) ahora los comitecos, de todas las edades, como cualquier ciudadano del mundo, pueden aprender inglés a través del Internet. Jamás lo hubiésemos pensado, imaginado. Hoy, el conocimiento está en la palma de la mano, literal, por medio de los celulares. Y, esto es genial, ni siquiera hay que desembolsar paga. Por ahí está la opción de Duolingo, que es gratuita (claro, me explican, hay un Duolingo Plus que sí cobra). Una amiga tiene un buen nivel de inglés con el estudio de Duolingo. Por supuesto que si querés tener papeles y ya entrarle a Toefl, para tener reconocimiento a nivel mundial ya se necesita una especialización, pero Culturalia sí lo ofrece. Y no sólo esto, hay instituciones educativas particulares de nivel primaria que otorgan certificaciones avaladas por la Universidad de Cambridge. El mundo está en manos y mentes de quienes desean aprender una lengua que abre ventanas en el mundo entero. En los años sesenta era más complejo, hoy existen múltiples opciones. En cualquier comunidad rural de nuestro municipio, con conexión a Internet, los chicos y chicas tienen oportunidad de prepararse. Esto es una maravilla, una bendición. Sé lo que estás pensando, también está lo otro: todo mundo viendo lo mismo. Por ejemplo, en materia de cine, las plataformas más populares andan guiándonos por el camino que a ellos les conviene. La mayoría de cinéfilos ve series que se popularizan. Muchas series son inglesas (lo que abona en lo que decimos: el inglés sigue siendo un idioma de primer orden mundial, pero, la mayoría, las ve dobladas (sin albur)). También hay muchas películas del cine mexicano contemporáneo, cintas de relieve. ¿Ya viste “Bardo”? Es una película locochona de Alejandro González Iñárritu, una cinta que merece verse. El otro día vi “Familia”, cinta mexicana muy disfrutable, estelarizada por Daniel Giménez Cacho (así es su apellido, Giménez). ¿Tik tok? Pues es parte del mundo actual, darse una vueltita por ahí, por Instagram, tampoco es dañino, se vale discriminar, buscar opciones que aporten al desarrollo intelectual. El ejemplo que di del inglés es uno entre muchos, porque ahora (cosa imposible en el Comitán de los sesenta) también se puede aprender hebreo, chino, japonés, ruso y los de allá pueden aprender español, cosa difícil de lograr en una comunidad rural de Japón en los años sesenta. El término de globalización indica que todos estamos ya intercomunicados. Esto abre una gran ventana para Comitán: es posible abrir tiendas virtuales que ofrezcan productos nuestros, para envío a todo el mundo, ¡a todo el mundo! Posdata: cada vez hay más paisanos que hablan el idioma inglés, esto es maravilloso. Esto es una de las grandes ventajas del mundo globalizado, cada vez hay más gente que sabe qué significa cotz y el porqué decimos “cotz para los marimberos”, que es uno de los más grandes deseos que el mundo puede expresar. Claro, el cotz ya era práctica conocida en todo el mundo desde que se dio el origen de nuestro universo. ¡Tzatz Comitán!