sábado, 26 de diciembre de 2009

SE TRATA DE COMPARTIR


¡Ya sucedió! Una nota de prensa dice que el inventor pasó la cena de navidad con su creación: ¡un robot!
Muchos escritores de ciencia ficción han imaginado así el futuro.
Actualmente hay jugadores de ajedrez que se avientan una partida con la computadora. He visto fotos donde el jugador está frente a una computadora y hace los movimientos. La ventaja de estos chunches es que tienen niveles de juego; así alguien acostumbrado a ganar puede elegir un nivel de principiante para que el contrario pierda siempre; a quienes les gusta el reto pueden elegir un nivel elevado y enfrentarse a "alguien" parecido a Karpov.
La imagen no deja de ser apabullante. Siempre es impactante una foto donde el hombre "convive" con su soledad.
Cada vez más los hombres "dialogamos" con máquinas.
Hoy la gente "habla" todo el día con su celular. Por suerte todavía hay otro humano del otro lado, pero, un día de éstos tal situación se modificará.
Ya el inventor pasó la noche con su robot. No está lejos el día que el robot se quede pendiente de la casa y el inventor chatee con él (o ella) a través de la computadora y le envíe mensajes para corroborar que en casa todo va bien.
Quienes estamos acostumbrados a la soledad, quienes somos hijos únicos, estamos más cerca de ese universo.
Los que somos hijos únicos nos acostumbramos a jugar solos o a inventar personajes que nos acompañaban en nuestros juegos infantiles (nos acercamos mucho al concepto de inventor).
Yo, por ejemplo, jugaba maravillosos torneos de fútbol. Colocaba una pequeña silla en un extremo (las patas delanteras eran la portería) y con una pequeña pelota realizaba "El Mundial de Fútbol". Yo siempre era la selección mexicana, pero, a la vez, era todas las demás selecciones. Una vez le tocaba a México y otra al equipo contrario. Era: todos los jugadores del mundo; y también era el cronista, pues a medida que se desarrollaba cada encuentro iba haciendo la crónica del encuentro. "Y ahora el Cuate Calderón despeja, el balón llega hasta la mitad del campo donde el jugador de Francia trata de quitarle la pelota a Chava Reyes, pero el jugador mexicano lo dribla y avanza...".
Los niños de ahora ya casi no juegan "cascaritas" en el parque. La inseguridad y los juegos electrónicos han hecho que la convivencia sea cada vez más difícil. Los niños de ahora casi casi juegan como lo hicimos los niños hijos únicos.
Tal vez en el futuro estos niños tengan más compañía. Siempre será más estimulante la presencia de un robot que tiene más o menos los rasgos físicos de los hombres.